Conocé el varietal Lambrusco Grasparossa, elaborado por Pumalek.
Esta pequeña bodega familiar, construida en 2010, nace de la necesidad de contar con un lugar propio donde elaborar este exclusivo varietal importado en 2005 de Módena, Italia, e implantado en su finca Carmina de Ugarteche.
Pumalek rememora una historia de familia, que como tantas otras, se tejen con el transcurrir de los años y de generaciones, cargada de recuerdos maravillosos y fantásticos, vivencias y nostalgias. “La uva Lambrusco y el vino que se obtiene de esta uva son parte de esta historia”, expresa su propietario, Eduardo Aregall.
El viñedo de Lambrusco Grasparossa se encuentra ubicado en Ruta nacional N° 40 intersección ruta provincial N° 16, en la esquina sur-este. La finca se llama Carmina, en honor a Carmen Micaela Lucía Pujol, madre de Eduardo. De hecho, el nombre “Pumalek” es una conjunción de los apellidos Pujol y Malek (apellido de su esposa Laura).
De este modo, y honrando la memoria de sus padres, Jorge y Carmen, esta pequeña bodega familiar se desarrolla hoy bajo la supervisión de Eduardo junto a su familia: su esposa Laura y sus hijos Franco, Gonzalo y Valentín.
Vinos con una impronta distinta,
Actualmente se está refuncionalizando una vieja casona de adobe de principios del siglo XX emplazada en el lugar, para recibir visitantes y ofrecer una alternativa gastronómica.
En la bodega se elaboran dos vinos tintos tranquilos -Fortunato y Testarudo-; el vino espumante Brut Rosado Pumalek por método charmat, y tres vinos espumantes Macanudo (Bianco di Rosse, Rose di Rosse y Rosso di Rosse) por método champennoise. Se suma a la familia el vino tinto reserva Cascarrabias, que tiene paso por madera y estamos pronto a etiquetar.
La primera gama de seis vinos fueron concebidos por el enólogo Giuseppe Franceschini, y Cascarrabias, por el enólogo Germán Calvo.
Un varietal diferente,
“El varietal Lambrusco Grasparossa otorga vinos con acidez y tanicidad marcada, dos características que hacen que el vino amalgame con las costumbres gastronómicas de la región Emilia-Romagna, rica en aromas y sabores, con bastantes similitudes con la Argentina por la inmigración italiana”, explica Aregall.
Se trata de vinos -sobre todo los espumantes Macanudo- ideales para acompañar comidas y no tanto postres, como es más habitual. Esta particularidad se la concede justamente el varietal Lambrusco Grasparossa.
Otro dato importante es que este varietal fue dado de alta en el INV como “vitis vinifira” por Bodega Pumalek. Es decir que antes de esto no existía, al menos como varietal, en Argentina. “Para obtener la inscripción en el INV recorrimos un largo camino de dos años por organismos nacionales (INASE Y CONASE)”, rememora Eduardo.