sábado, 2 de febrero de 2019

VINOS DE LA PATAGONIA POR Fabián Mitidieri.

VINOS DE LA PATAGONIA por 




En esta 1er entrega les traigo mi opinión sobre que vino comprar.
“La gente tiene derecho a tomar el vino que quiera, incluso si el vino es una mierda”
Michell Rolland.
El debate sobre que vino elegimos es largo, y aunque yo tengo mi criterio formado, comprendo que va contra el mercado general del vino Argentino.
 Somos pocos los que abogamos por el vino “lo más natural posible”, ojo que no digo “orgánico”, y aclaro que no creo en la biodinamia, pero sí intento consumir vinos lo mas “naturales” posibles.
Es decir, me preocupa que en la viña no se utilicen fertilizantes químicos y pesticidas; que luego la elaboración del vino se haga de forma “natural”, como manda la naturaleza, sin el agregado de levaduras de diseño y diversos productos y/o técnicas que se utilizan actualmente, como los calentamientos y enfriamientos de los mostos en fermentación, micro oxigenaciones forzadas, ósmosis inversa (que puede manejar los niveles de alcohol y domar taninos), fermentaciones carbónicas excesivas, ultrafiltrados en frío, sangrías, etc. 
Finalmente prefiero que el vino tenga poco paso por roble y que la botella sea lo más liviana posible, porque estos dos aspectos también ayudan a nuestro medioambiente. 
En el caso de nuestro país parecieran coexistir dos vertientes de elaboración:
1) El de la escuela vitivinícola más americana, que elabora sus vinos con técnica moderna para buscar características que sean reconocidas por las revistas especializadas; y buscan un tipo de vino que posea concentración de color, mucho alcohol y roble nuevo. Aunque estos parámetros de elaboración se han ido morigerando ya que los consumidores han preferido vinos más livianos.
2) Un sendero más experimental e “innovador” que muchas veces genera vinos radicales y en ocasiones “intomables”, con defectos. Por lo general traen nombres originales como el de un “gigante verde” de una serie americana. No me voy a explayar sobre estos innovadores que venden sus “mierdas caras” como “vino”. 
Fortuna hace que aún existan varios enólogos y bodegas que intentan tratar a sus vinos de la forma más natural posible, sin perder de vista al mercado.
En mi caso, a pesar que en el blog subo todo tipo de vinos, prefiero siempre a “los vinos más naturales”, que son minoría en nuestro mercado, difíciles de conseguir y a veces costosos; pero entiendo vale la pena buscarlos, y personalmente siempre elijo defenderlos.

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