sábado, 31 de diciembre de 2022

Vinos argentinos: balance 2022 entre números y tendencias.

 


Para la industria vitivinícola, como en la realidad del país, fue un año de altibajos. Las perspectivas para 2023 y la preocupación por el consumo y la tolerancia cero.

Se cierra un año que para muchos será recordado por el mundial, es verdad. Pero también se cierra un 2022 en que pasó de todo: la inflación fue el tema del año (lo es desde hace más de una década), un año en que la justicia estuvo en boca de todos (a favor y en contra), mientras que la injusticia no desapareció de los escenarios.
Para el vino, en todo caso, el 2022 supone un año con algunos altibajos, muy a tono con los picos de adrenalina y los momentos depres de este país.

Puestos a elegir, este 2022 marcó algunos elementos centrales en materia de vinos. Son:

El negocio exportador.

En términos de negocio de exportación y con los datos disponibles –hasta octubre de este año– 2022 no ofrece grandes sorpresas ni al alza ni a la baja. Sigue dentro de lo esperable, con unos 700 millones de dólares facturados, pero faltan dos meses en esa cuenta. Dicho así, el año que se va redondeará unos 850 millones de dólares –prorrateando mes a mes con los datos de 2021– lo que supondrá una ligera caída respecto al 2021 y una mejoría respecto a 2020. Estados Unidos continúa siendo el principal mercado para los vinos argentinos (1/3), seguido de Reino Unido (12,8%) y Brasil (11,1%). Los datos los aporta el Observatorio Vitivinícola.

El vino que bebimos.

El mercado doméstico está complicado con la inflación y las restricciones que suponen algunos precios cuidados y otros descuidados. En ese sentido no escapa a la ilógica de este país en que un día estamos trepado a un semáforo festejando y al rato nos estrellamos contra el asfalto. En efecto, este 2022 hasta octubre ofrece un crecimiento de despachos de vino en torno al 2,6% respecto de 2021. Un ligero repunte si se toma en cuenta que 21 sobre 20 había ido a la baja (-11%). El dato de color –nunca mejor dicho– es que los blancos en 2022 crecieron en el orden del 13,4% respecto al año anterior. Acá la comparación entre 2021 y 2020 es mejor aún: el blanco crece otros 17%, lo que refrenda una tendencia al alza. Siempre medido en despachos, es decir, lo que sale de las bodegas.

Entre estos valores curiosos, los espumosos vuelven a la calle. Si 2021 fue un mal año para las burbujas debido a que no hubo botella, 2022 ofrece números positivos en torno al 21%. Siempre siguiendo despachos medidos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Precios.

Para el merado exportador los precios se acomodaron respecto a 2021 y 2020, porque la inflación global dio cierto aire para tocar precios, contrario a lo que sucedió en la década pasada. Hoy el recio promedio para exportación es de 3,1 dólares por botella, equivalente a 2016, luego de que cayeran de forma sistemática entre 2018 y 2020.

En el mercado doméstico, sin embargo, reina un proceso algo descriteriado. Los vinos de la base de la pirámide se recompusieron parte frente a la inflación, y no es fuera de la regla encontrar vinos que ajustaron hasta el 80%, contrario a lo que dicen los datos del INDEC. Es en las gamas medias, por arriba de los 2500 pesos, donde hay vinos que no se han movido respecto a marzo y otros que le dieron hasta dos vueltas. Si el consumidor tiene que elegir, en este segmento es donde se puede hacer gran diferencia. En una medición particular para el Informe Malbec que elaboramos en Vinomanos.com hemos visto vinos que se plancharon y bajaron entre uno y dos escalones respecto a la categoría, pero sin cambiar la cosecha, es decir, que se ajustaron a un precio más lógico o apostaron por ganar mercado. El 2023 dará su veredicto.

Puntajes en alza.

El 2022 fue un buen año en materia de reconocimiento y puntajes para los vinos domésticos. Hubo un puñado de trepó hasta los 100 en prestigiosas publicaciones –algo que parece ya una realidad cotidiana para algunas marcas– mientras que la percepción general de la crítica internacional arroja resultados más interesantes cada año. Es verdad: buena parte de los íconos catados representa la cosecha 2019 que fue muy buena.

Tolerancia cero.

Este 2022 que se va ofrece ciertos nubarrones para la industria del vino y las bebidas alcohólicas en general. El ascenso de la tolerancia cero en el test de alcoholemia amenaza con la caída de consumo sobre todo en restaurantes y canal de botella abierta. La última jurisdicción en asumir este criterio fue la provincia de Buenos Aires, sumándose a Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán. Todo pareciera indicar que el endurecimiento de este criterio se volverá nacional en 2023 ya que falta la aprobación en diputados para la aplicación federal.

Al cierre del año no se habla de otra cosa que del precio de la uva para el 2023. La helada general de octubre y noviembre pasado mermó la producción y hay cierto nerviosismo respecto de cómo incidirá en el precio. Pero se se verá en vendimia. Por ahora es el coletazo del 2022 que toca a su fin.

Por Joaquín Hidalgo.

Publicado en el Diario La Mañana del Neuquén. 

31/12/2022.

https://www.lmneuquen.com/vinos-argentinos-balance-2022-numeros-y-tendencias-n981537

lunes, 26 de diciembre de 2022

LITIGIO POR LA MARCA PATAGONIA: EL PARTIDO DE IDA LO GANARON LOS PRODUCTORES ARGENTINOS DE VINO.


LITIGIO POR LA MARCA PATAGONIA: EL PARTIDO DE IDA LO GANARON LOS PRODUCTORES ARGENTINOS DE VINO.

La justicia británica les dio la razón a los elaboradores de vinos patagónicos y revocó la titularidad de la marca Patagonia registrada por una compañía chilena.

Por Joaquín Hidalgo.

En el litigio por la marca Patagonia que sostienen los productores de vino del sur del país por la Indicación Geográfica Patagonia como marca de uso común y no como marca registrada privada, la justicia de Reino Unido, en un fallo publicado el mes pasado, laudó a favor del reclamo de los productores y revocó su utilización en el territorio de las islas.

En un fallo firmado por el juez Catrin Williams, bajo en el expediente titulado “O/1032/22 Trade Marks Act 1994 in the Matter of Registration no. 900435438 in the name of Viña Concha y Toro S.A. in respecto of the trade mark: Patagonia in class 33 and the applications for revocation under no. 504500 by Cámara de Bodegas Exportadoras de la Patagonia Argentina Asociación Civil”, el magistrado le da razón a los productores que piden la revocación de la marca Patagonia.

Según consta en las 12 fojas, la legislación de Reino Unido aún luego del Brexit sigue empardada con la de la Unión Europea, por lo que se espera que la revocación tenga también alcance hacia el resto del Viejo Continente.

Para decirlo en pocas palabras: la justicia británica les da la razón a los productores de vinos patagónicos y revoca la titularidad de la marca Patagonia registrada por la compañía chilena.

Litigio por la marca Patagonia: las razones.

Las razones que expone el fallo son técnicas, pero una es sustancial (la traducción es nuestra): “En conjunto, mi conclusión –escribe Williams– es que la marca Patagonia no ha sido usada y que el propietario de la marca ha fallado en establecer las razones por las que no la ha usado en el sentido de aplicación de la ley. La aplicación para la revocación sobre la base de que no ha sido usada entonces permanece en pie bajo las secciones 46 (1) y 46 (2) (b). La registración de la marca será revocada respecto a todos los bienes en los que haya sido registrada”.

Y luego agrega: “La revocación de la marca se retrotrae al 4 de septiembre de 2006, la fecha más temprana de petición”.

Para los productores de vino de la Patagonia este es un paso crucial. Es el primero en la puja que sostienen por evitar el uso indebido de la marca comercial Patagonia para los bienes y productos que no procedan de la región.

Si este primer paso involucra a compañías del vino, la segunda batalla es con Patagonia Inc., la marca de ropa, quien patentó Patagonia Provisions como una aplicación de su marca registrada para alimentos y bebidas.

Los antecedentes.

La región patagónica supone unas 3730 hectáreas de viñedos (el 1,8% del total argentino), de las que el 90% se concentran en la confluencia de dos ríos, el Neuquén y el Limay, que dan origen al Río Negro.

Desde 2002 la Indicación Geográfica Patagonia es un denominativo regional, inscripto conforme a la ley argentina. En 2014 la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca dictó sentencia definitiva en la que se declaró la nulidad del registro de la marca Patagonia en el país.

Respecto al registro en otras partes del mundo con anterioridad a 2002 es donde se presentan las zonas grises, que el reciente fallo comienza a despejar. De hecho, la marca fue registrada en 2001 para el Reino Unido y la falta de uso es lo que permite su revocación.

El litigio por la marca Patagonia como marca comercial, sin embargo, tocó a su fin con el fallo del juez Williams, al menos en lo contingente al uso para UK y de parte de la propietaria de la marca.

No obstante, en el mismo fallo se detalla la situación de la marca Patagonia en otros mercados, tanto para la empresa chilena como para la norteamericana Patagonia Inc.

En su foja 9, el fallo arroja luz sobre algunos hechos interesantes. La marca Patagonia, al menos en lo que respecta a la categoría 33 (vinos y licores), estuvo sujeta a 14 disputas abiertas en diferentes países, desde Corea a Finlandia, Taiwán, Suecia, Polonia, China y la Unión Europea.

En todos los casos la marca Patagonia para vinos estuvo sujeta a oposiciones realizadas por Patagonia Inc y en al menos dos casos Patagonia Provision. La lista comprende sólo las oposiciones recientes, entre agosto de 2019 y diciembre de 2021.

Esos antecedentes bastan para componer un escenario difícil para el mediano plazo. Conviene aclarar que la revocación que ofrece la justicia inglesa a la marca Patagonia en el rubro 33 se debe a la falta de uso y no al reclamo de los productores sobre el uso indebido.

La batalla contra Patagonia Provision promete ser más dura aún. Pero hay un antecedente positivo de convivencia entre Patagonia Inc. y los productores de vino. Habrá que ver cómo sigue esta contienda.


JOAQUÍN HIDALGO.
Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta en formatos y tiene una pluma capaz de desentrañar el secreto áspero del tanino o de evocar el sabor perdido de unas granadas en la infancia. Lleva más de quince años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en importantes medios nacionales, como La Nación Revista, La Mañana de Neuquén, Playboy y JOY, entre otros.

* Publicado en Vinómanos.
Imágenes de Vinómanos.

26 de diciembre del 2022.

https://vinomanos.com/2022/12/litigio-por-la-marca-patagonia/

jueves, 22 de diciembre de 2022

Los nombres del vino, una curiosa historia mendocina.

 Por Victoria Bibiloni Abbona.

Los inmigrantes que llegaron a Mendoza y comenzaron a hacer sus propios vinos provenían desde diferentes lugares del mundo. Italianos y españoles eran el grupo más numeroso. La tierra mendocina era un ámbito propicio para los emprendimientos vitivinícolas. Por eso, miles de extranjeros vieron aquí la oportunidad de subsistir a través de la industria y la cultura del vino. Cada uno de aquellos inmigrantes le dio a su emprendimiento un nombre en particular, uno que le diera a cada vino una identidad única. Algunos de esos nombres eran homenajes al lugar de origen de los productores, otros, buscaban sintetizar la idea de progreso que les inspiraba la Argentina. Algunos, se encomendaron a su religión y sus creencias para nombrar a sus bodegas mientras que otros inventaron nombres de fantasía. En esta nota te contamos cuáles son esos nombres que hicieron de los vinos mendocinos productos únicos en el país.

El uso de etiquetas para el vino.

Fue a principios del siglo XX cuando en el país se comenzó a normalizar el uso de etiquetas en el vino. El objetivo de que tenían eran poder diferenciar un vino del otro y todas tenían más o menos los mismos datos. Sobre un círculo que se colocaba sobre la cara superior de los barriles se mencionaban tres datos fundamentales: el nombre de dueño, el de la bodega y el de la marca. A veces estaban esos tres datos, a veces solamente uno. En el medio, también solían tener dibujos alusivos a la identidad del vino o a la cosecha.

La etiqueta del vino producido en La Udinesa, la colonia friulana de General Alvear, Mendoza.

Los nombres en honor a Cuyo, una forma de indicar la procedencia del vino.

Con el objetivo de dar cuenta de dónde venían sus vinos una vez que estos entraban en el circuito comercial, varios inmigrantes los denominaron alusivos a diferentes lugares de Cuyo, especialmente, a aquellos donde tenían sus bodegas. Fue así que Bernardo Martínez desarrolló la marca “Chacras de Coria” y los hermanos Emilio y Mario Videla “El Algarrobal” y “Panquegua”. Mientras tanto, en Guaymallén, los hermanos Tomba nombraron a una de sus vinos”El Sauce” y los hermanos Dutto le dieron a uno de los suyos el nombre de “Buena Nueva”.

Algo similar ocurrió en San Rafael, cuando la familia francesa Cornú nombró a una de sus marcas como el departamento sureño y en San Juan donde la familia Graffigna comercializaba el vino “Colón” homenajeando a un departamento de dicha provincia.

El homenaje de los inmigrantes a sus lugares de origen.

Fueron muchos los inmigrantes que nombraron tanto a sus vinos como a sus bodegas haciendo alusión a sus lugares de origen. Otra vez, el primer caso que recordamos es el de Bautista Gargantini y Juan Giol dueños de “Colina de Oro” nombrada así en honor a Collina d’Oro, el pueblo suizo del que provenía Gargantini. Mientras tanto, los hermanos Wiedenbrug nombraron a su bodega “La Germania”. Los inmigrantes de origen trentino también hicieron lo propio con sus establecimientos. Por un lado, Alejandro Sartori nombró a su bodega “La Trentina” mientas que Luis Baldini y Francisco Gabrielli registraron la suya como “Trento”. Otros italianos, pero provenientes de Véneto, los hermanos, Juan y Jesús Citón denominaron “La Veneziana” y comercializaron la marca “La Adriática”. Mientras tanto, en el sur provincial, los inmigrantes friulanos llamaron “La Udinesa” a su marca de vino.

Colina de Oro era una localidad del cantón suizo de Ticino. El logo de vino Toro está inspirado en el cantón de Uri, cuya bandera tenía una cabeza de toro. “3030 R Linda Color S.A. Genève Solothurn Bern Uri Aargau Glarus Schaffhausen Neuchatel Luzern Geneve Zug Unterwalden Ticino Appenzell Thurgau Fribourg Schwyz Basel Zürich St. Gallen Valais Vaud Graubünden 27.VII.1976.” by Morton1905 is licensed under CC BY-NC-SA 2.0

En el nombre del padre, del hijo y de los hermanos.

Una de las formas más comunes de nombrar a las bodegas era utilizar el apellido de su creador. Si la elaboración era en el marco de una empresa familiar, lo usual era que el vino se nombrara con el apellido de los creadores y al lado se añadiera el grado de parentesco existente entre ellos. Pascual Toso y sus hermanos crearon el establecimiento “Toso hermanos” y algo similar había sucedido con los Tomba y los Arbillaga. Mientras tanto, también surgían bodegas como “Bodegas y Viñedos Antonio Campi e Hijos” o “Agustín Piccione e Hijos”. Otras empresas, también, utilizaban el nombre completo de su propietario, como en el caso de Honorio Barraquero, Justo Pellegrina y Miguel Escorihuela, entre otros. Muchos de esos productores se fueron asociando entre sí y le dieron origen a nuevas bodegas, como en el caso de Gargantini y Giol que crearon “Colina de Oro”.

Los nombres de animales.

Si pensamos en vinos nombrados con base en diferentes especies de animales, el primero que nos llega a la mente es el Vino Toro, creación de Bautista Gargantini y Juan Giol. Hasta hoy, inclusive, hay quienes creen que entre sus ingredientes incluía sangre de toro para darle más cuerpo y su característico color bordó. Gargantini y Giol no fueron los únicos que pensaron en animales de gran porte y potencia a la hora de fabricar sus vinos. También en Maipú, Angelo Furlotti, otro italiano, nombró a su vino comercialmente “León” mientras que Bernardo Martínez, un español, llamó al suyo “El Elefante”. En Guaymallén, mientras tanto, otra bodega de capitales italianos, la de Rópolo, Serra y Franceschini nombró a su vino “Tres leones de oro” y Virgilio Santini denominó al suyo “El Camello”.

Religión versus progreso científico.

Una de las formas más comunes de nombrar a los vinos era en relación a santos o a la idea de progreso. En este grupo había muchos emprendimientos comandados por inmigrantes quienes se encomendaban tanto a la religión como a la ciencia. Fue así que Luis Tirasso, pionero en la elaboración de espumantes en la provincia nombró a su bodega “Santa Ana”. Mientras tanto, el español Agustín Mercader denominó a su bodega “El Purgatorio” y el ruso Arón Pavlovsky fundó “La Purísima”. Como contracara, los creyentes en la idea del progreso con base en la tecnología, denominaron a sus emprendimientos con nombres asociados a la expansión territorial. En este grupo, los principales exponentes eran el italiano Arturo Dácomo, propietario de “El Progreso” y los hermanos Wiedenbrug, dueños de “El Globo”, que inicialmente se había llamado “La Germania”. ¿Conocías las historias detrás de estos nombres? Contanos en los comentarios.

Autor imagen de portada: “T O R O” by Walimai.photo is licensed under CC BY-NC-ND 2.0.

Publicado en

https://mendoza.italiani.it/los-nombres-del-vino-una-curiosa-historia-mendocina/

Imágenes:

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domingo, 11 de diciembre de 2022

Por la marca: primer round para vino de la Patagonia.


Un fallo de la Justicia inglesa le dio la razón al planteo de productores argentinos. Indica que no se trata de un registro privado, sino de una denominación de origen.

Por Joaquín Hidalgo.
En la pulseada que sostienen los productores de vino de la Patagonia por el uso de la Indicación Geográfica Patagonia como marca de uso común y no como marca registrada privada, la justicia de Reino Unido, en un fallo publicado el 23 de noviembre pasado, lauda a favor del reclamo de los productores y revoca su uso en el territorio de las islas.
En un fallo firmado por el juez Catrin Williams, bajo en el expediente titulado “O/1032/22 Trade Marks Act 1994 in the Matter of Registration no. 900435438 in the name of Viña Concha y Toro S.A. in respecto of the trade mark: Patagonia in class 33 and the applications for revocation under no. 504500 by Cármara de Bodegas Exportadores de la Patagonia Argentina Asociación Civil”, el magistrado le da razón a los productores que piden la revocación de la marca Patagonia. Según consta en las 12 fojas, la legislación de Reino Unido aún luego del Brexit sigue empardada con la de la Unión Europea, por lo que se espera que la revocación tenga también alcance hacia el resto del continente europeo.

Para decirlo en pocas palabras: la justicia británica le da la razón a los productores de vinos patagónicos y revoca la titularidad de la marca Patagonia registrada por la compañía chilena. Las razones que expone el fallo son técnicas, pero una es sustancial (la traducción es nuestra): “en conjunto, mi conclusión –escribe Williams– es que la marca Patagonia no ha sido usada y que el propietario de la marca ha fallado en establecer las razones por las que no la ha usado en el sentido de aplicación de la ley. La aplicación para la revocación sobre la base de que no ha sido usada entonces permanece en pie bajo las secciones 46 (1) y 46 (2) (b). La registración de la marca será revocada respecto a todos los bienes en los que haya sido registrada”. Y luego agrega: “la revocación de la marca se retrotrae a 4 de septiembre de 2006, la fecha más temprana de petición”.

Para los productores de vino de la Patagonia este es un paso crucial. El primero en la puja que sostienen por evitar el uso indebido de la marca comercial Patagonia para los bienes y productores que no procedan de la región. Si este primer paso involucra a compañías del vino, la segunda batalla es con Patagonia Inc., la marca de ropas, quien patentó Patagonia Provisions, como una aplicación de su marca registrada para alimentos y bebidas.

Los antecedentes.

Desde 2002 la Indicación Geográfica Patagonia es una denominativo regional, inscripta conforme a la ley Argentina. En 2014 la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca dictó sentencia definitiva donde se declaró la nulidad del registro de la marca Patagonia en nuestro país. Respecto al registro en otras partes del mundo con anterioridad a 2002 es donde se presentan las zonas grises que, el reciente fallo, comienza a despejar. De hecho la marca fue registrada en 2001 para el Reino Unido y la falta de uso es la que permite su revocación.

La batalla legal por el uso de Patagonia como marca comercial, sin embargo, tocó a su fin con el fallo del juez Williams, al menos en lo contingente al uso para UK y de parte de la propietaria de la marca. No obstante, en el mismo fallo se detalla la situación de la marca Patagonia en otros mercados, tanto para la empresa chilena como para la norteamericana Patagonia Inc.

E su foja 9 el fallo arroja luz sobre algunos hechos interesantes. La marca Patagonia, al menos en lo que respecta a la categoría 33 (vinos y licores), estuvo sujeta a 14 disputas abiertas en diferentes países, desde Korea a Finlandia, Taiwán, Suecia, Polonia y China y la Unión Europea. En todo los casos en que la marca Patagonia para vinos estuvo sujeta a oposiciones realizadas por Patagonia Inc y en al menos dos casos Patagonia Provision. La lista comprende sólo las oposiciones recientes entre agosto de 2019 y diciembre 2021.

Esos antecedentes bastan para componer un escenario difícil para el mediano plazo. Conviene aclarar que la revocación que ofrece la justicia inglesa a la marca Patagonia en el rubro 33 se debe a la falta de uso y no al reclamo de los productores sobre el uso indebido. La batalla contra Patagonia Provision promete ser más dura aún. Pero hay un antecedente positivo de convivencia entre Patagonia Inc. y los productores de vino. Hasta ahora. Habrá que ver cómo sigue esta contienda.

La región patagónica supone unas 3730 hectáreas de viñedos (el 1,8 del total argentino), de las que el 90% se concentran en la confluencia de dos ríos, el Neuquén y el Limay, que dan origen al Río Negro. Productora de vinos tintos, mientras que el Pinot Noir representa el 1% del encepado argentino, en la Patagonia representa el 11% del total.

PUBLICADO EN DIARIO LA MAÑANA DEL NEUQUÉN.

Domingo 11 de Diciembre del 2022.

https://www.lmneuquen.com/por-la-marca-primer-round-vino-la-patagonia-n975547

sábado, 10 de diciembre de 2022

Lamento bodeguero en Río Negro: pocos racimos tras las heladas y temor por el vino.

Foto Andrés Maripe.

Lamento bodeguero en Río Negro: pocos racimos tras las heladas y temor por el vino.

El daño está a la vista en los viñedos de Río Negro. Hubo rebrotes, pero traen poca uva. Viñateros, funcionarios y técnicos describen el escenario que vendrá.

Los viñedos de la región lucen hoy con brotes largos, de un verde muy vivo. Pero a los viñateros no los entusiasma esa imagen. Todo lo contrario. Al correr las hojas con sus manos, los racimos no aparecen, desaparecieron con las heladas tardías. Los pocos que se ven surgieron por los rebrotes. Se habla de pérdidas del 70 al 100% y el gran interrogante es si escaseará el vino, ya que el daño abarcó a todas las provincias productoras. No habrá dónde ir a buscar uvas para compensar lo que falte.

“En Río Negro hay 33 bodegas y la pérdida en el volumen de vinos la vamos a ver a en julio del 2023”, indicó Carlos Banacloy, ministro de Producción. “Al tener un daño tan grande en la región, ya no habrá alternativa de ir a buscar uvas a Neuquén o a San Juan, por ejemplo, porque allá el castigo fue similar o mayor”, añadió el funcionario. 

Río Negro tiene 1.551 hectáreas de vid distribuidas en 237 viñedos, según los datos de la secretaría de Vitivinicultura. Solo el 5% tienen sistemas de defensa contra heladas. La mayoría de las bodegas son medianas y chicas y la única grande equivale a una pequeña de Mendoza.

Un productor chico de la provincia, que genera 10.000 botellas anuales, caería el próximo año a 2.000 con estas estimaciones de daños. Con ese capital tiene que sostener la producción. Y tras el impacto de la helada, debe seguir con las tareas culturales, con los desbrotes, poniéndole más costos a la vid.

La helada es tiempo y temperatura. Vos podés poner la mano en el freezer y no pasa nada. Ahora, si la dejás un rato, se te congela”. Horacio Bibiloni, enólogo de bodega Canale.

“Fue catastrófico lo de la helada de la noche del 31 de octubre”, explica Ricardo Tello, de la bodega San Sebastián, ubicada en la barda norte de Cervantes. No hubo leña para quemar que les alcanzará para cubrirse de una helada que arrancó a la medianoche, llegó hasta los -6° y se sostuvo durante 8 horas. El daño fue casi total porque todas las variedades estaban brotadas y florecidas.

En San Sebastián esperan salvar algo con el rebrote, pero Tello ya estima un incremento en el valor del vino por la merma en las cosechas. “Sumále la inflación, suba de insumos como corchos, botellas, cajas. Y en la cosecha, el costo será más elevado porque al trabajador no le rinde con pocos racimos, tiene que andar mucho más”.

El daño en viñedos del Valle Medio.


El impacto fue más leve para algunos viñateros del Valle Medio. Gerardo Costaguta, de la bodega Enclave Sur, formada por cinco socios, habló de pérdidas del 30 al 40%. Vio “mucho corrimiento” en Malbec y poco grano en el racimo, aunque no tanto en Cabernet Franc y Pinot. “No sabemos qué va a pasar con la calidad”, alertó.

Enclave Sur elabora 12.000 litros anuales en 45 hectáreas. A otros productores de la isla la helada los dañó más fuerte.

Canale, con más espalda.

Distinto es el caso de las bodegas con espaldas más anchas, como es el caso de establecimiento Humberto Canale, que tienen stock técnico para afrontar coyunturas críticas. La bodega elabora 1.600.000 litros anuales, un 60% se destina al mercado interno y el 40% se exporta.

Horacio Bibiloni, enólogo del establecimiento, dijo que todavía es muy difícil estimar qué volumen van a perder porque el daño no es lineal, no depende de la superficie afectada sino de la evolución que muestre la planta y lo que pase con cada variedad.

En los viñedos de Canale trabajó un plantel de 80 trabajadores en la noche de la helada fatal, que duró ocho horas. Hay pérdidas pero esperan todo lo que puedan traer los rebrotes. 

“Hay algunas que reaccionan mejor y los brotes vuelven con racimo, es el caso del Pinot, pero otras vuelven sin nada”, aclaró.

Sobre fines de enero tendrán una proyección más clara de cuánto ha sido la merma en cada variedad.

La mayor producción de Canale es en Malbec y luego sigue el Merlot. Todos sus viñedos nuevos son en Pinot Noir, que es su apuesta para los próximos años.

Babiloni dijo que se abastecen también con un 30% de uva que compran a productores locales, que igual fueron dañados.

Todas las bodegas, en condiciones similares por el daño.


“Vamos a estar todas las bodegas medianamente iguales, entonces, salir a compensar la disminución de cosecha captando uva que entraba a otras bodegas no es la mejor estrategia porque va a generar distorsiones en los precios, movimientos en el mercado que no son los deseados. Y en la medida en que Canale tenga stock técnico, el abastecimiento del vino para el año que viene lo tiene asegurado”.

El enólogo de bodega Canale consideró que ante el escenario de daños hay que ser cuidadosos con las especulaciones, porque “en algunas variedades no habrá nivel de uva pero esto no es directó, automático y significará que en mayo del próximo año no habrá vinos para vender”.

Viñedos 1.551. Las héctareas destinadas a la vitivinicultura en Río Negro, con mayoría de bodegas chicas y medianas.

Dijo que el daño está, existe y es general. “Cuando se trata de granizo, el daño es puntual. Algún viñedo o cuadro se ha visto afectado, entonces podés salir a compensar con viñedos propios o comprando a terceros. Pero ahora, como el daño helada se dio en toda en toda la provincia, salir hoy a querer comprar uva es distorsionar el mercado y eso no favorece a nadie”.

Ante el escenario muy complejo y con una cosecha difícil de estimar, los bodegueros rionegrinos están expectantes con lo que pueda suceder en el 2023.

La voz de un bodeguero dañado.


Ricardo Tello tiene 39 años, la misma edad de la chacra que compraron en la barda norte de Cervantes para producir uvas y desde hace 20 años elaborar vinos.

Es el enólogo de Viñedos San Sebastián y ante la consulta de este diario por el impacto de las heladas tardías se ataja con un “fue catastrófico”.

Dice no tener recuerdos de una helada tan fuerte y prolongada.

Sin sistema de defensa activo, lo que hacen es rastrear y riego en cuadros cuando hay pronóstico malo, al que suman en su momento fuego con leña.

“Íbamos para una cosecha record, viña en plena producción, cuatro heladas superadas… Pero ese día, el 30 de octubre, ya tenímos -1,5° . Pasamos toda la noche combatiendo. A las 3 ya teníamos -6°”, cuenta Ricardo. No hubo leña que alcance ni modo de frenarla.

El daño fue tan grave que están armando de vuelta la planta.

“Acá me tenés, ajustando las ramas de los rebrotes -explica a Río Negro con voz pausada desde el celular- para ver cuánto es lo que salvamos”.

Apuesta a los rebrotes porque la planta “nunca te deja en banda”.

Banacloy: «El daño lo veremos en julio del 2023»


Carlos Banacloy, ministro de Producción de Río Negro, indicó que por el daño que dejaron las heladas tardías habrá menor producción de vinos regionales, un cuadro que los bodegueros no podrán revertir con la compra de uva a terceros, ya que todas las provincias productoras fueron afectadas.

Calificó de graves a a los daños, del orden del 70 a 100%.

“Por un lado tendremos esta nueva coyuntura con uva escasa y a productores que tendrán menores ingresos; y por otro todo, lo que originará a nivel comercial el no disponer de las materias primas para abastecer a los mercados”.

En cuanto a la pérdida en el volumen de vinos, sostuvo que la incidencia va a ser alta y que “la vamos a notar a partir de julio del 2023, que es cuando se liberan los vinos de la cosecha que viene. Pero al ser un daño tan grande el que tuvo la región, ya no habrá alternativa de ir a buscar uva a Neuquén o San Juan, por ejemplo, porque allí las pérdidas fueron similares o mayores. No hay forma de reemplazar”.

El ministro explicó que hoy se está consumiendo el stock de vinos de temporadas pasadas, principalmente de la liberación de vinos del 2020/22, que ocurrió en junio pasado.

Se mostró optimista por el comportamiento que viene mostrando el sector y destacó que este año se sumaron 100 hectáreas nuevas a las 1.600 existente, un número no se daba desde hace 20 años. Para apuntalar el proceso, advirtió que “no nos podemos permitir seguir perdiendo cosechas con las heladas. Hay que preservar lo que tenemos sumando sistemas de defensa y mejorando la tasa de reposición de viñedos viejos”.

P – ¿Cómo es la radiografía de los daños en Río Negro?

R – La helada no golpeó tanto en algunos lugares del Valle Medio y el centro del Alto Valle, que tiene un microclima, una zona más defendida de lo que es la barda norte. El sector en general tiene muy poca defensa. Por eso es importante seguir con las políticas de mitigación. Desde la Provincia se está acompañando con financiamiento muy blando para todo el sector productivo, pero ante este cuadro, hay que buscar herramientas más blandas que las preexistentes. Es muy distinto un financiamiento para un consumo en fresco (cerezas en caja de exportación) que para un producto que va a la industria, como pasa con la uva, que debe ser procesada, molida.

P – Describa al sector vitivinícola en la provincia.

R – Río Negro casi no tiene bodegas grandes. Lo que es una bodega grande aquí, equivale a una pequeña en Mendoza. Nuestra máxima categoría es una bodega de 1.500.000, 2.000.000 de litros anuales. La mayoría son medianas a pequeñas. Hay 33 bodegas en la provincia, 18 son elaboradores artesanales. Gran parte del sector está integrado. No tenemos bodegas sin uvas. La mayoría son productores y además le compran algo más a otros. Independientes hay muy pocos.

P – ¿Cómo es el perfil del productor?

R- En Río Negro los proyectos vitivinícolas son de productores, a diferencia de otras provincias en que los desarrollan inversores. Hoy en el país ves a empresarios vinculados al petróleo, comercio, medios de comunicación y ex futbolistas que tienen sus bodegas. Aquí, cuando uno recorre las bodegas, ve que están atendidas por sus dueños, en familia. Uno elabora, otro maneja el autoelevador, está quien comercializa, gestiona el marketing y las redes sociales. Río Negro es la única provincia centenenaria de la Patagonia en elaboración de vinos.

P – ¿Qué lugar ocupan los vinos de Río Negro en el mercado?

R – Hay un buen posicionamiento de marcas. Es la provincia con el valor FOB promedio más alto del país y con exportaciones por encima de la media nacional.

Los sistemas de defensa.


Una de las voces autorizadas en vitivinicultura en la región, el enólogo Alcides Llorente, explicó la necesidad de un buen funcionamiento de los sistemas de defensa contra las heladas.

Dijo que más allá de la helada extraordinaria de fines de octubre que generó el daño, ocurrió que “muchos viñedos presentaban el suelo sucio, seco y sin desmalezar a nivel del interfilar. No es la solución, pero uno o dos grados levantan”.


Llorente sostuvo que las heladas tardías son un fenómeno que ocurre “cada tres o cuatro años” y recordó las que se dieron en noviembre en 1981 y 1982, que generaron un gran daño al sector.


«Son heladas tardías en todo sentido -aclaró- y se dan octubre y los primeros días de noviembre, cuando el brote está más sensible, está en pleno crecimiento y floración».

Los dos sistemas:

Activo: por calentamiento con el uso de calefactores, quema de leña, y con el riego por aspersión (cuesta 3.000 dólares por hectárea). Puede ir por arriba del viñedo para formar hielo, o subarbóreo, por debajo de la copa, para generar un ambiente de humedad. El subarbóreo es para heladas menos intensas. Otra defensa activa es con ventiladores, para bajar la capa de frío.

Pasivo: Se debe tener el suelo limpio, bien trabajado y húmedo. Libre de malezas debajo de la planta y en el interfilar. Durante el día, el poco calor que llega de la atmósfera lo toma el suelo. La helada se produce por una inversión técnica. Abajo hay mucho más frío que en las capas más altas.

PUBLICADO EN DIARIO RÍO NEGRO.

10/12/2022.

https://www.rionegro.com.ar/economia/lamento-bodeguero-en-rio-negro-pocos-racimos-tras-las-heladas-y-temor-por-el-vino-2637038/

Imagen: Diario Río Negro. 10/12/2022.

domingo, 4 de diciembre de 2022

RINCÓN FAMOSO 2022 DE BODEGA LÓPEZ SIGUE Y SE RENUEVA...

 

En 1886 José Gregorio López Rivas llega a la Argentina, proveniente de Algarrobo en Málaga, España.

Desde su fundación en 1898, Bodegas López representa un caso excepcional dentro de la industria vitivinícola argentina.

En 2018 un 6 de Junio, a los 82 años, fallece en Mendoza Don Carlos Alberto López. Dejando en manos de sus hijos y nietos el legado de una historia construida con gran esfuerzo y cariño. Hoy continúa Bodega López en manos de la familia fundadora algo que es auspicioso en nuestra Argentina tan cambiante.

La extensa línea que ofrece la bodega mendocina supera los 45 productos, entre clásicos, varietales, espumantes, aceite de oliva.

Posee 1.100 ha de viñedos propios distribuidos en unas 12 fincas ubicadas en el Alto Valle del Río Mendoza, en los departamentos de Maipú y Luján de Cuyo, denominada Primera Zona y en el Valle de Uco, departamento de Tupungato.

Entre las variedades tintas, cultiva: Malbec, Cabernet Sauvignon, Sangiovesse, Merlot, Pinot Noir y Syrah. En blancas: Chardonnay, Semillón, Chenin Blanc y Sauvignon Blanc.

La tradicional Bodegas López de Mendoza anunció tres cambios de imagen en el portfolio de sus vinos una renovación en la imagen que busca acercar, seducir a un público más joven, a los nuevos consumidores. Una muestra es la tradicional marca Traful que también se comercializa en lata, una marca nacida en 1946.

En el mercado se verán un relanzamiento de sus líneas clásicas de Rincón Famoso, Montchenot y López en vinos espumantes.

Con imagen renovada, Rincón Famoso Chardonnay-Chenin Blanc se posiciona como uno de los vinos más elegidos para esta temporada de verano por su frescura y sus notas frutales y florales. 

Se buscó mantener los elementos que componían históricamente las etiquetas de Rincón Famoso: la marca en diagonal, que era fácil de identificar en las góndolas de los supermercados y almacenes, en la etiqueta y la información de las fincas en el frente.