martes, 29 de mayo de 2018

Vinos: ¿qué regiones se podrían beneficiar con los cambios climáticos en Argentina?

Vinos: ¿qué regiones se podrían beneficiar con los cambios climáticos en Argentina?

Estudios de NexCiencia, portal de noticias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de UBA, advierten que los cambios de temperaturas registrados en las últimas décadas van desplazando ciertas variedades hacia el sur o sectores más altos en Salta.
Para obtener un buen vino es necesario que las vides que producen las uvas con las que se elaboran se desarrollen en condiciones climáticas determinadas. Y cada variedad de vid tiene sus condiciones de producción.
Sabiendo eso, no es difícil comprender que las modificaciones en los patrones climáticos pueden afectar a la producción de vinos, asegura el sitio especializado en clima Meteored.com.ar  Y es lo que está pasando. De acuerdo a una serie de investigaciones realizadas por científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), el cambio climático viene modificando los patrones productivos de esta actividad.
Según indica NexCiencia, el portal de noticias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de UBA, los cambios de temperaturas registrados en las últimas décadas van desplazando ciertas variedades hacia el sur (al norte de la Patagonia), o a sectores más altos en Salta.
¿Cómo afecta la temperatura?
Con el aumento de las temperaturas, zonas ubicadas más al sur son beneficiadas al poder producir variedades que necesitan de condiciones de temperatura que antes se registraban más al norte.
Con temperaturas más elevadas, ahora es posible que se cultive vid en la zona de los valles Calchaquíes. Los tipo de suelo y las condiciones climáticas de cada lugar define los sabores asociados al vino.
Si bien este tipo de cambios necesitan de más estudios, tanto científicos como económicos, que necesitan de cierto tiempo, en la práctica es un proceso que está en marcha. Esta cara del cambio climático termina beneficiando a algunas zonas de Argentina.
¿La Patagonia podrá producir mas vino?
Otras zonas favorecidas están en la Patagonia norte. Con la modificación de las temperaturas, algunos sectores del Valle Medio e Inferior del Río Negro podrán tener condiciones óptimas para ampliar la superficie plantada.
En la zona del valle inferior del Río Negro, los otoños suaves aportan condiciones benignas para la vitivinicultura. A eso se suma la presencia de viento desde el océano Atlántico que agregan condiciones locales a la producción, según se desprende por lo indicado por NexCiencia.
Claramente las lluvias y las temperaturas moldean lo que producimos. Y cualquier modificación en su comportamiento hace posible nuevos procesos productivos. En un mundo que demanda más vinos, esta puede ser una buena noticia para la producción, advierte el portal Meteored.com.ar.

lunes, 21 de mayo de 2018

Los nuevos consumidores de vino: qué saben, qué quieren.

Los nuevos consumidores de vino: qué saben, qué quieren.

Sabrina Cuculiansky, autora de “El vino en zapatillas”, considera que “somos nómades, dispersos y poco fieles” con respecto a las marcas de vinos. Ella dice que cada vez más se explora sin importar muchas veces el precio a pagar.

Don Raúl de la Mota (1918-2009) fue un visionario. Primero en vinificar por varietales en la Argentina, la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores lo consideró “el mejor enólogo argentino del siglo XX”. Se adelantó a su tiempo anticipándonos a todos que el bebedor solitario es, a menudo, alguien que mancha el vino con su tristeza. Por el contrario, “reunión de amigos”, “celebración”, “buena comida” eran para él las mejores frases para evocar al vino cuando todavía eran pocas las publicidades que mostraban a los consumidores como gente experta, sibarita, ávida de compartir encuentros en los que las bebidas de alta calidad estuvieran garantizadas.
¿De qué habla hoy un consumidor cuando habla de vinos? Básicamente, de algo sobre lo que sabe. O, al menos, algo sobre lo que sabe mucho más que un consumidor del siglo pasado.
Sería simplista definir un perfil único de consumidor. Aquí y en el resto del mundo existe el perfil más tradicional: aquel que no llegará a su reunión sin un vino, pero que seguramente lo elegirá pensando en la ecuación precio-calidad en alguna vinoteca o supermercado. Al mismo tiempo se consolida otro perfil: el del consumidor (generalmente joven) que prefiere vinos más artesanales, más personales y desestructurados. Inclusive, muchas veces suele conocer al productor y sostiene su vínculo con la marca por afinidad afectiva. Le gusta explorar, más que mirar el precio, y no le teme a lo desconocido.
De todas formas, nuestro vínculo con el vino es, en algún punto, superficial: somos nómades, dispersos, poco fieles. Nos comportamos como turistas que visitan diferentes ciudades en un mismo recorrido mientras van cambiando su opinión acerca de cuál es la mejor. También lo anticipó De la Mota: somos volátiles, hoy queremos una cosa y mañana, otra. Exigimos, estamos más informados y nos gusta seguir tendencias.
En ese camino, no damos descanso a las bodegas, que se ven obligadas a innovar de modo permanente. Para algunos bodegueros, el consumidor de hoy es, definitivamente, infidelizable.
Algo está claro: el consumidor de vino ya no es simplemente un curioso. Es, básicamente, un conocedor. El vino argentino es su pasión, su meta a descifrar y disfrutar.
El nuevo consumidor-conocedor no va detrás de cualquier tendencia. Elige, mira, cata a ciegas, degusta, viaja por las rutas del vino locales e internacionales, no se pierde las ferias. Bebe menos, quizá, pero bebe mejor. No concibe ningún vínculo con el vino que carezca de la experiencia. Un vino nuevo está ahí para ser consumido, pero eso solo no basta: le interesa la recomendación del experto, el dónde, el porqué y el filtro propio.
El dónde es más importante que la marca. Hace una década, pedíamos un Cabernet Sauvignon o un Malbec de nuestra bodega preferida, mientras hoy nos interesa mucho más el terroir, su lugar de origen. Los Valles Calchaquíes, el Valle de Uco, Pedernal o Patagonia... porque cada vez más nos enseñan que el origen lo cambia todo.
¿Qué aspectos tiene en cuenta el consumidor de vinos de alta gama para la elección de una marca por sobre otra? Ante esta pregunta, tres fueron las opciones más elegidas por los consumidores según la encuesta Radiografía del consumidor argentino de vinos que realiza cada año la consultora STG. En primer lugar, el precio; en segundo, el reconocimiento de la marca y en tercero, una recomendación. Cuando se hizo la misma pregunta pero para la elección de un vino en un restaurante, el precio y la marca tuvieron la misma importancia, seguidos por el conocimiento de la bodega. Es interesante notar en la elección de vinos de alta gama la baja respuesta a otras opciones, como “región del vino”, lo que daría un indicio del nivel de conocimiento del consumidor. Sin embargo, este panorama está cambiando.
El impacto en la producción de este consumidor evolucionado es enorme y desafiante. Producir vinos para un mercado pensado en cantidad de litros (más cantidad que calidad) fue una tendencia que se extinguió en la última década para dejar paso a la calidad como protagonista.
El terroir, la elaboración y las notas de degustación más sofisticadas aparecieron entre los puntos ineludibles para el productor, que busca nuevos lugares donde plantar o formas inéditas de vinificar.
Descontracturado e informal, el nuevo consumidor disfruta a pleno. No cree en rituales impuestos, y valora el gran trabajo de los productores locales, tanto en las bodegas nuevas como en las tradicionales, donde hasta tiene la posibilidad de participar de degustaciones verticales de cosechas antiguas a nuevas, y entender la evolución de la producción.
Por Sabrina Cuculiansky Autora de “El vino en zapatillas”, Editorial Albatros.
Publicado en "YO COMO" del diario "río negro", 21 de mayo de 2018.-

jueves, 3 de mayo de 2018

Argentina presidirá organismo internacional del vino.

Argentina 
presidirá organismo internacional 
del vino.
La Argentina presidirá el Grupo Mundial de Comercio del Vino (GMCV) durante los próximos 12 meses y liderará a los expertos internacionales de la industria vitivinícola en las discusiones para promover el comercio de ese importante sector.
El GMCV es una agrupación informal de representantes de los gobiernos y la industria de los países productores de vino del nuevo mundo, que reúne a la Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos, Georgia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Uruguay. 


El Grupo tiene por objetivo compartir información y colaborar en una variedad de asuntos internacionales y esfuerzos para crear nuevas oportunidades que faciliten el comercio del vino, informó la Cancillería argentina en un comunicado. 
Asimismo, entre las acciones que el grupo desarrolla está el de identificar potenciales barreras al comercio de estos productos en mercados importantes y coordinar estrategias conjuntas para eliminarlas o minimizarlas.


El GMCV representa un cuarto de las exportaciones mundiales y resulta de gran relevancia para nuestro país, reuniendo, a su vez, a países que son importantes mercados para el vino argentino, habiéndose simplificado la comercialización en los mismos en virtud de los acuerdos suscriptos en ese marco. 


Asimismo, el Grupo creó un espacio de reunión para la articulación que se requiere entre el sector público y privado, en pos del beneficio del sector vitivinícola.

La Argentina es Miembro fundador del GMCV y lo presidió en otras tres oportunidades desde su creación en 1998. 
En el marco de la presidencia, la Argentina organizará y presidirá la reunión anual de 2018, a celebrarse entre el 14 y 16 de noviembre en la ciudad de Neuquén
En esa reunión, los participantes discutirán, entre otros temas, barreras técnicas en el comercio del vino, los buenos principios regulatorios y cuestiones relativas a estándares técnicos internacionales para este sector, como también los temas demandados por la industria. 


Asimismo, durante el desarrollo de estas reuniones, se generan oportunidades para avanzar en discusiones bilaterales y acuerdos comerciales entre los países.
Publicado en http://guarda14.com

miércoles, 2 de mayo de 2018

Bodega Santa Julia presenta “Selección”, un vino de edición limitada. Con espíritu mundialista, la bodega se viste de celeste y blanco para alentar a nuestra Selección en el Mundial de Fútbol Rusia 2018.

Se trata de un vino de corte conformado por 70% Malbec y 30% Cabernet Sauvignon, provenientes de los viñedos que la bodega posee en Maipú, Mendoza.

Juan Ignacio Guzmán, Marketing Manager comenta: “Como productores de la bebida nacional, sentimos el compromiso de expresar, a través de un vino, nuestro apoyo a quienes nos representan en el mundo mediante el deporte, compartiendo valores como la pasión, la calidad y el trabajo en equipo”.

Es un vino pensado para acompañar la gastronomía argentina y se adecúa a una gran diversidad de platos, entre ellos,  las típicas picadas de quienes se reúnen para ver los partidos del mundial.  “Santa Julia Selección” estará disponible de abril a julio en vinotecas y retail a un precio sugerido de $150.

Acerca de Santa Julia.

Nacida en el año 1996, Bodega Santa Julia es una marca emblemática del vino argentino, reconocida local e internacionalmente por su continua búsqueda de innovación y excelencia. Santa Julia es un claro ejemplo de la combinación de estilos único y diversidad que pueden encontrarse en los suelos mendocinos.

Desde el trabajo en el viñedo y en cada una de las etapas de elaboración, Bodega Santa Julia tiene un claro compromiso con el desarrollo sustentable, aplicando procesos que reduzcan el impacto en el medio ambiente y potenciando el desarrollo de la comunidad que lo conforma.


Santa Julia está compuesta por las siguientes líneas: Santa Julia Magna - Alambrado - Santa Julia Espumantes – Tintillo - Santa Julia Reserva - Santa Julia Varietal - Innovación – Malbec del Mercado.


Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, 1º de Mayo de 2018.