domingo, 25 de agosto de 2019

"No estudié una carrera afín, pero siempre supe que continuaría el legado familiar". Rodrigo Arizu estudió Comercio internacional y pertenece a la cuarta generación de la familia de viticultores de Mendoza.


En Lunlunta, específicamente sobre calle Terrada, se encuentra Viña Alicia, una pintoresca y pequeña bodega, propiedad de la familia Arizu.
Allí, Rodrigo Arizu (45), perteneciente a la cuarta generación de la familia de viticultores de Mendoza, abre las puertas de su casa a Guarda 14 y cuenta los orígenes del emprendimiento y cómo siempre supo que se dedicaría a la noble tarea.
"Estudié Comercio internacional, hice una especialización en Negocios, en Oxford, y cuando empecé a trabajar, no dudé en hacerlo en nuestra bodega, que fundaron mis padres hace más de tres décadas", y se sonríe al pensar que seguramente, todos, o alguno de sus cuatro hijos varones, lo sucederá.
El empresario mendocino no sólo continúa la tradición familiar, sino también que continúa con la misma línea de trabajo y productos que planificaron sus padres.
"Desde que empezamos, siempre quisimos diferenciarnos por las variedades que hacíamos. Nuestro objetivo era hacer blends exóticos, únicos y vinificar varietales que en aquel momento no se hacían en el país", relata, mientras presenta cada una de las salas disponibles para visitar.
Como ejemplo, basta con describir el caso del petit verdot. "Cuarzo, nuestro petit verdot, fue una visión que tuvo mi padre sobre esta variedad hace muchos años. Siempre se usó mucho como corte. Tiene mucha estructura, mucho tanino, mucho color, pero es una variedad 'salvaje'; hay que saber trabajarla para hacer algo redondo y elegante. Mi padre vio esa veta, buscó un clon específico de esa cepa y lo plantamos en nuestra finca de Lunlunta. Hoy tenemos una hectárea que es una reproducción de la misma planta que se plantó en aquella época", cuenta.
Actualmente, en Viña Alicia se trabaja con clones: hacen mucha selección clonal y buscan los mejores exponentes de las variedades que elaboran. Esto, dio paso a su línea Generaciones, que coincide con el lanzamiento de su actividad enoturística, y que rinde tributo a los 12 nietos de los padres de Rodrigo: Alicia y Alberto. 
Como curiosidad, la bodega elabora -además de petit verdot y malbec- vinos de uvas como nebbiolo, picolit, pinot noir, tempranillo, garnacha, mencía y bruñal, entre otros.

Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, miércoles 21 de agosto de 2019.

jueves, 22 de agosto de 2019

Cuyo: los vinos riojanos buscan su lugar.

Cuyo: los vinos riojanos buscan su lugar.

Una cooperativa, una bodega boutique y una empresa estatal exportan parte de su producción y pelean su lugar entre los vinos nacionales.
A dos años de haber lanzado la Ruta del Torrontés, La Rioja continúa consolidándose en la producción de vinos blancos y tintos.  Para tomarle el pulso a la producción de vinos en la provincia de La Rioja Super CAMPO visitó 3 bodegas ubicadas en Aminga, el Valle de Chamarmuyo y Chilecito.
FINCAS DE AMINGA. Con 57 hectáreas implantadas con Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon y Torrontés Riojano, el Estado provincial es el único accionista y aportante de capital de la empresa. Por ese motivo, sólo producen vino con las uvas de la finca Pampa del Viento, administrada por la bodega, lo que garantiza al consumidor la procedencia absolutamente riojana del producto. Designa cada dos años un grupo de administradores del emprendimiento, quienes deben proveer mensualmente al Estado una rendición de los recursos utilizados, de las actividades y de la rentabilidad obtenida. Las 11 hectáreas están plantadas con uva variedad Fiesta y Flame para pasas calidad exportación.
Según Daniel Vega, gerente de Promoción y Ventas, “este año tuvimos un excelente rendimiento de la variedad Bonarda, que si bien es la segunda mayor plantada en Argentina detrás del Malbec, nunca se había tenido demasiado en cuenta hasta hace algunos años. Enólogos y especialistas del vino coinciden en que Febrero Riojano Bonarda representa fielmente las características típicas del terruño de zona cálida: acidez controlada y frescura sutil de la fruta”. Este vino fue elegido por los promotores del Plan Bonarda (productores mendocinos que difunden la cepa en todo el país) como el único vino riojano para acompañar a las 50 bodegas mendocinas que forman parte del proyecto, luego de haber ganado Medalla Doble Oro en un concurso nacional de bonardas.
Vega indica que “llegamos a las principales vinotecas de todo el país. Los consumidores que eligen Febrero Riojano son aquellos que buscan vinos de bodegas pequeñas (por la calidad de los productos) con características de vino joven, fresco y frutado. Recién con la vendimia 2019 elaboramos una cantidad que nos permitirá exportar (300.000 litros). El mercado del vino presenta problemas por la caída en el consumo en los últimos dos años pero nuestra bodega se encuentra en una posición privilegiada al formar parte de un proyecto que busca potenciar la actividad vitivinícola riojana y contar con apoyo del Estado provincial y de las instituciones que colaboran con la difusión de la actividad productiva: Secretaría de Turismo, Ministerio de Producción y Dirección de Comercio Exterior”.
CHAÑARMUYO. Con 90 has plantadas en el Valle de Chañarmuyo con Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tannat, Petit Verdot, Syrah, Ancellota, Viognier y Chardonnay, la Bodega Chañarmuyo produce vinos de alta calidad con un 50% para exportación a USA, Canadá, Brasil, Perú, Alemania, Suiza, Hong Kong y China.
Martín Meza, su administrador, señala que “las ventas han caído, pero nosotros tratamos de diferenciarnos manteniendo la calidad y esto nos mantiene en niveles de ventas aceptables. Estamos en inicio de una nueva plantación de 25 ha que se suman a las ya existentes donde probaremos distintos marcos y sistemas de plantado. Pensamos en llegar a un total de 60 ha nuevas en 5 años y a un total de 150 para 2024 junto con el incremento de la capacidad de molienda y fermentación en bodega para llegar a 2,5 millones de litros (hoy 1,5 millones)”.
El bodeguero describe que “nuestros vinos se diferencian por el terroir, con suelos de granulometría media, del tipo textural franco, con presencia de arena gruesa, piedras y gravas, con una capacidad de retención de agua normal”.
COOP. LA RIOIJANA. La empresa exporta el 50% de lo que produce y se destacan el Torrontés, Malbec y Bonarda, que se dan especialmente. Los destinos son Inglaterra, USA, Canadá, México, Colombia, Venezuela y ahora están entrando a China y Rusia.
Intentaron imponer el envase de Tetra brick por calidad de conservación y practicidad, pero aún el mercado local lo asocia con productos de baja calidad. Son 3 las marcas que están posicionadas: Viñas Riojanas, Santa Florentina y Raza Argentina, que es la gama superior. Anualmente producen en Chilecito 12 millones de botellas de 750 cm y hace años que producen orgánicos.
“Aunque aún no los hemos lanzadoal mercado, estamos trabajando en vinos biodinámicos que se obtienen del cultivos que tienen la particularidad de respetar los ciclos de la naturaleza, la luna y el ecosistema. Fuimos pioneros con el vino orgánico y ahora vemos aquí un nuevo nicho de mercado” con gran potencial, resume Jorge Mc Queen, subgerente general de la bodega.
Por Lorena López para Super CAMPO.

viernes, 16 de agosto de 2019

Jujuy: vinos de extrema altura sobre el trópico de Capricornio.

La vitivinicultura joven de Argentina.

Jujuy: vinos de extrema altura sobre el trópico de Capricornio. 
Con apenas 26 hectáreas de viñedos situados por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, los jujeños ya hacen vinos de los buenos. Suplemento Verde estuvo en la Quebrada de Humahuaca.

Por: Hugo Carmona Torres para diariodecuyo.com.ar


Nuestra vitivinicultura fue siempre reconocida por su vasto territorio implantado bajo determinados climas, desde los antiguos viñedos coloniales del litoral y Buenos Aires, hasta los del árido noroeste, donde las provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja fueron los principales actores de las últimas décadas.

Hoy existen 18 provincias argentinas que registran superficie cultivada con vid: 70% Mendoza, 21,5% San Juan, 3,6% La Rioja, 1,5% Salta (Cafayate), 1,3% Catamarca, 0,8% Neuquén y 0,7% Río Negro. Estas 7 provincias concentran la mayor superficie de vid. El restante 0,6% se distribuye en 11 provincias: Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Santiago del Estero y Santa Fe.
Para entender qué pasa en las nuevas zonas vitivinícolas de la Argentina, Suplemento Verde estuvo en la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad, para poder apreciar la magnitud de esta joven actividad jujeña, que ha desafiado condiciones extremas.
Una viticultura basada sólo por ahora en 26 hectáreas que vegetan sobre el trópico de Capricornio a una extrema altura, donde hoy a 3.329 metros, se cultiva el segundo viñedo más alto del mundo, luego del récord Guinnes de una viña en el Tibet a 3.563 metros.
La Quebrada de Humahuaca incluso ya tiene su Indicación Geográfica aprobada por ley y aparece en las etiquetas de sus vinos, situación que la hace muy atractiva para enoturismo, sobre todo el internacional que ya empieza a tenerla en cuenta, y paga, por ejemplo vivido, 35 dólares por una botella en bodega o restoranes de campo.
Desde Tumbaya (2.000 metros) hasta Viñedo de Moya (3.329 metros) las vides desafían al clima y suelo en condiciones extremas, bajo un sistema de producción que busca lo natural, lo orgánico, siguiendo las raíces de la cultura local donde la Pachamama, la "madre tierra", es vital para los nativos. 
Las uvas, con bajas producciones todavía, son elaboradas en pequeñas bodegas adaptadas al enoturismo, donde se aplican tecnologías modernas de elaboración a escala, entregando vinos de gran color y características muy particulares vinculadas sin duda a una gran amplitud térmica entre día y noche durante la maduración de las bayas.
Actualmente hay dos zonas productoras de uva para vino en Jujuy, una que lleva quince años desde las primeras plantaciones, que es la Quebrada de Humahuaca, y la otra zona de cultivo, llamada valles templados y cuenta con algunos ensayos y productos elaborados.
En ambas regiones los principales varietales que se están produciendo son Malbec, Syrah, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot y la blanca, Sauvignon.

VIÑAS Y VINOS.

La producción se concentra en un 48% en el departamento de Tilcara, y el resto en Humahuaca y El Carmen. 

Precisamente Huacalera es una localidad de Tilcara donde hay un monolito que indica el paso del Trópico de Capricornio. Allí, a 2.625 metros sobre el nivel del mar, está la bodega Viñas del Perchel, emprendimiento de la Familia Vargas desde el 2005.
En la localidad de Maimará, el entusiasta Fernando Dupont fue el pionero en plantar vides allá por el año 2001 a 2.400 metros de altura. Bodegas Dupont produce las marcas Pasacana, Punta Corral, Sikuri y Rosa de Maimará. También ha comenzado a exportarlos.
En la pintoresca Purmamarca está la bodega Amanecer Andino que produce Malbec y Sauvignon Blanc. También en esta localidad hay una destilería que permite hacer grapas y aguardiente en base al subproducto de la uva, el orujo.
Raúl Noceti, a 20 kilómetros de Huacalera, tiene una finca donde cultiva Sauvignon Blanc y Malbec, que en Salta la bodega Tukma produce con la etiqueta 2.670, la altura donde se cosecharon las uvas. 
También está el viñedo "Sol de Mañana" en Yacoraite, sin producir todavía y un viñedo en Huichaira.
En la localidad de Uquía se encuentra el establecimiento "Claudio Zucchino Bodega y Viñedos de Extrema Altura", con una huerta orgánica y viñedo orgánico certificado junto a la hostería Viñas de Uquía, de la firma Ayni, donde recibe turistas y es también propietario de Viñedo de Moya, algo más arriba, el segundo más alto del mundo. Produce 5 mil botellas anuales del vino Uraquí.

AVANCE.

El vino de la Quebrada de Humahuaca se comercializa a distintos puntos del país y principalmente a través de visitas turísticas a las bodegas para conocer el viñedo y la producción.

En tanto, en los valles templados, la producción avanza y se realiza desde hace un par de años, y es parte del sector que se busca impulsar con políticas que favorezcan el acceso a la capacitación para mejorar su calidad y financiamiento.
También se ha formado un Consejo Consultivo Vitivinícola integrado por representantes de cada sector, de productores mediante el presidente de vitivinicultores de la Quebrada de Humahuaca; un miembro de los bodegueros; uno del Ministerio de Cultura y Turismo; y otro de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy. Actualmente lo preside Ezequiel Bellone.
Otra de las acciones para el desarrollo vitivinícola junto al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) fue el trabajo en torno a buenas prácticas de manufactura de alimentos para la vitivinicultura. Se están haciendo trabajos con la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y bodegas de Mendoza mediante reuniones mensuales con asistencia técnica directa en las seis bodegas de la Quebrada de Humahuaca.
De esta manera, el Ministerio de Producción a través de INTI aporta el financiamiento del programa para la asistencia técnica; una parte lo hacen las bodegas y trabajan en conjunto con una destilería para aprovechamiento del "orujo", un residuo en el proceso de elaboración del vino. Si bien no se puede tener volumen en la producción vitivinícola, con la asistencia de seis meses se busca lograr una mejora en la calidad dadas las características de altura, y a las condiciones climatológicas.
Los viñedos y bodegas jujeñas en general apuntan a la comercialización ofreciendo visitas guiadas y venta de los vinos que producen. 
La inventiva y promoción son fundamentales. Para hoy, 10 de agosto, Claudio Zucchino nos dijo que a los 3.600 metros, en un viejo socavón minero abandonado, hay una cava, donde a lomo de llama se trasladaran 700 botellas de vino, donde 5 cheff prepararán comida andina de fusión y el público podrá degustar los vinos de todas las bodegas jujeñas. Como se ve, las bodegas en Jujuy aportan algo más a la promoción de su turismo.

sábado, 10 de agosto de 2019

OIR Pinot Noir 2016 de Bodega Favretto.

OIR Pinot Noir 2016.


En esta oportunidad vamos el Pinot Noir que la Bodega Favretto elabora en Villa Regina. Vino del cual solo se elaboraron 4000 botellas y se cría 12 meses en barricas de roble francés y americano.

Aclaro que OIR es RIO al revés y por ello esta línea de vinos lleva el nombre OIR a RIO Negro.

Bodega: Favretto 
Zona: Gral. Godoy - Río Negro 


Color: rojo granate con matiz teja, de brillo medio eintensidad media a baja. 
Aroma: frutado de fruta roja y cerezas con toques lácticos y vainilla ahumada, su alcohol bien integrado.Volumen medio de aroma.
Sabor: redondo y suave, con ataque semi dulce y media a baja acidez. En la boca presenta buen equilibrio de tendencia central, con taninos finos y algo presentes. Su graduación alcohólica es de 13,9°; tiene cuerpo medio a bajo "elegante" y persistencia media a alta. 

Valor: $ 450 pesos
Calidad/Precio: Muy Buena


Conclusión: Muy buen Pinot Noir Patagónico de Gral. Godoy que se presenta con aromas frutados de fruta roja, cerezas y toques de vainilla ahumada. En  boca se comporta "suave" y redondo, con un buen equilibrio. Cierra con cuerpo medio a bajo "elegante" y media a alta persistencia.
Publicado en blogs de Fabián Mitidieri.

viernes, 9 de agosto de 2019

Según un informe oficial, en la última década en el país cerró una bodega por mes.

Según un informe oficial, en la última década en el país cerró una bodega por mes.

En 2010 había 984 bodegas elaboradoras, en 2019 son 888 establecimientos.

Por: Pablo Mannino para lanacion.com.ar


La crisis del sector vitivinícola se siente con fuerza en los actores más chicos de la cadena: los viñateros. Es más, el sector en general, en medio de un proceso de concentración, experimentó un retroceso que se refleja en los números oficiales de la última década.
Desde 2010 a la fecha, casi 100 bodegas cerraron sus puertas en la Argentina. Esto representa un establecimiento por mes que se dio de baja en el país. Y el panorama hacia adelante es poco alentador, según referentes del sector.
La cifra se desprende de un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) al que accedió LA NACION. El estudio da cuenta que mientras en 2010 había 984 bodegas elaboradoras, en 2019 son 888 establecimientos, lo que significa que dejaron la actividad 96 firmas.
Además, en 2010 eran 1333 las bodegas inscriptas. Este año la cifra bajó a 1199, lo representa 134 establecimientos menos. Así, en promedio, se trata de más de una bodega menos por mes en el país.
"Es la consecuencia directa del achicamiento de los mercados, con una importante caída del consumo interno. Además, hoy tenemos el mismo nivel de exportaciones que en 2010. El problema es que se trata de un proceso que no termina, un semáforo rojo. Por ejemplo, en Mendoza, las bodegas trasladistas más afectadas son de la zona este", expresó a este diario Sergio Villanueva, titular de la Unión Vitivinícola Argentina.
Según varias fuentes del sector consultadas, la situación en el corto y el mediano plazo vislumbra un escenario sombrío. El problema, principalmente, radica en las condiciones macroeconómicas y en la concentración de la industria.
Se advierte en el sector una concentración de establecimientos Se advierte en el sector una concentración de establecimientos 
"Lo que estamos viviendo es un alerta del ajuste de la industria con menos bodegas y muchas bodegas en manos de grandes grupos empresarios, de mucho poder financiero. Hoy al que produce le pagan poco, con costos altísimos, mientras que hay bodegueros que terminan asociándose a grupos internacionales para no desaparecer. Habrá un ajuste del viñedo nacional muy fuerte", proyectó a LA NACION uno de los principales empresarios bodegueros mendocinos.


Por provincias.


De acuerdo al informe, Mendoza y San Juan fueron las que más sintieron el impacto en cuanto al cierre de bodegas. En la primera, en 2010, contaba con 703 firmas elaboradoras mientras que ahora son 626. En la segunda provincia, en el mismo lapso, pasó de 159 establecimientos dedicados al vino a 114 en la actualidad.
En tanto, hay regiones que experimentaron un crecimiento en el mismo período. De acuerdo al informe del INV, la que más aumentó el número de bodegas es Salta, con 12 incorporaciones, luego Tucumán con 6, Buenos Aires con 4 y Córdoba con 3 establecimientos nuevos.
"Está todo atado al desarrollo de la economía nacional y a las posibilidades de crecimiento que otorgue el Estado. Hace falta mayor inversión del sector, salir a recuperar mercados y buscar revertir la tendencia del consumidor, en cuanto a la cerveza y las gaseosas", indicó Villanueva.
En el medio de esta realidad, están los pequeños productores y bodegueros trasladistas que suelen vender a granel a las grandes entidades de la industria, y que sienten que el negocio se achica cada vez más, desde hace un par de años.
"En nuestro caso nos estamos fundiendo literalmente y en la medida que podemos tratamos de sostener lo trabajado hasta ahora al menos por amor a nuestra familia que desde mis abuelos le han dedicado la vida", contó a LA NACION Oscar Pereyra, un viñatero de la localidad de Los Barriales, en la comuna de Junín, en la zona este provincial donde la crisis sigue golpeando fuerte. "Acá un productor lleva años de inflación y aumentos en todos sus costos, teniendo que sobrevivir con precios bajos y saliendo a ganarse la vida con otra cosa", agregó el trabajador.


Lee la nota completa en: https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/segun-informe-oficial-ultima-decada-pais-cerro-nid2274457