martes, 16 de marzo de 2021

Duelo de tintos, hasta $500: 5 clásicos vs. 5 modernos. Desde los 90 comenzó un cambio en el consumidor y las ofertas de las bodegas. En 2000, fue más notorio. En la mesa, el debate de cuál es el más rico.

 


Hay vinos cuya vigencia se mide en décadas. A esos les llamamos clásicos. Y hay otros vinos, más nuevos, que se postulan para llegar a ser clásicos aunque les falta el recorrido de los años, la aprobación de los consumidores y el carácter gustativo para enamorar a varias generaciones.

Entre los clásicos, las bodegas del siglo XX alumbraron algunas botellas perennes. Un poco por estilo, otro poco porque supieron llegar a las mesas de los consumidores y otro poco por azar o mera vigencia, en el mercado hay marcas que se vende como pan caliente y que llevan siete, ocho décadas de vigencia. A ellas se oponen los nuevos postulantes. Ofrece un estilo diferente. Moderno podríamos decir. Pero la prueba recién comienza.

Los clásicos.

Son marcas que, con los años, llegaron a ser patentes de estilo. Mientras que el mercado se corre e inunda la góndola con propuestas de todo tipo, esos vinos siguen fieles a su raíz, no importa desde dónde sople el viento. Estos tintos –todos de corte– pasan de padres a hijos como herencias cargadas de simbología. Son:

Don Valentín Lacrado. Nació como ícono de la casa en el año 1965 y, desde entonces, forma paladares. Su gran virtud está en la combinación de aroma ligeramente frutal y boca de cuerpo delgado y acidez elevada. Una interpretación gastronómica del vino de mesa que va de asados a pastas.

Norton Clásico 1895. Con una reciente lavada de cara, Norton relanzó uno de los tintos más vigentes de la historia. Desde bodegones a quinchos, desde parrillas a comedores de paso, es una apuesta de suave perfume frutal, paladar con un grip ligero, todo anclado en una acidez media.

Rincón Famoso 2016. Cuando una etiqueta lleva casi nueve décadas rotando en la mesa de los argentinos habla por sí sola. Eso es lo que sucede con Rincón Famoso –lanzada en 1938– que, desde 2016, ajustó un poquito su estilo sin dejar de ser un tinto de estilo López: caoba en color, aromas de crianza y evolución, paladar de frescura media.

Marcus Merlot 2019. Lograr un estilo es todo un desafío. Eso es lo que ofrece Marcus Merlot, que abreva de los tintos de la casa con una pequeña crianza en los toneles de la casa. El resultado es un tinto honesto, con cierto carácter frutal y una boca de elevada frescura y tanicidad moderada. Asadero, que se dice.

San Felipe Cepa Tradicional 2016. Secreto a voces entre conocedores, el Cepas de La Rural, como se lo conoce, ofrece un eslabón perdido entre los nuevos tintos y los clásicos: violáceo, ligeramente frutal, propone un paladar jugoso y con cierto grip. La etiqueta está aggiornada, pero sigue siendo un clásico.

Los modernos

A contar de la década de 2000 empezó a campear en los tintos cotidianos un perfil diferente. Varietales con fruta fresca a madura, cuerpo y frescura moderada, ganó aceptación entre los paladares formados en el mundo de las gaseosas que buscaban intensidad. Entre ellos, estos son los que se ganaron un lugar.

Portillo Malbec 2020. Con uvas del valle de Uco, el destacado de la línea es el Malbec, con una aromática bien fruta, paladar jugoso y de taninos moderados a activos. Tiene dos décadas de vigencia.

Emilia Malbec 2020. Elaborado por Nieto Senetiner, este Malbec apunta a un perfil frutal elevado, con boca jugosa y de frescura media. Los taninos activos le dan relieve.

Elementos Malbec 2020. Lanzado por Bodega El Esteco en 2004, esta línea de varietales ha ido cambiando de foco y estilo hasta encontrar su punto actual: un tinto frutal, de perfil moderado y con paso amplio.

Las Perdices Malbec 2020. La bodega está a punto de cumplir dos décadas y su marca icónica se vende en toda la Argentina. El estilo es de fruta directa, paladar de frescura media y taninos suaves. Jugoso.

Santa Julia Malbec 2020. Lanzada a mediados de la década 1990, Santa Julia es una marca de Familia Zuccardi que tiene vigencia y presencia en toda la argentina. El estilo se ha ido ajustando y hoy ofrece un tinto jovial, de perfume frutal y frescura jugosa.

Cambio de consumo.

Hacia la década de 1990 comenzó un cambio de gusto en el consumidor y en la oferta de las bodegas. Los tintos clásicos, moderados en su sabor, quedaron detrás de los varietales que ganaron la escena y atomizaron el mercado en materia de gustos.

Publicado en la Mañana de Neuquén, 14 de marzo del 2021.

https://www.lmneuquen.com/duelo-tintos-500-5-clasicos-vs-5-modernos-n780248

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