lunes, 16 de abril de 2018

Merlot, y esos vinos de leyenda.

Foto de archivo de plantaciones de Merlot en
el Alto Valle Este, provincia de Río Negro, Patagonia Argentina.

Merlot, y esos vinos de leyenda.

Desconocida por muchos, poco consumida por algunos, y a la vez amada por otros, la Merlot es una uva que entrega vinos con todo un mundo por descubrir, donde la elegancia y el potencial aromático resaltan en los mejores ejemplares.

Los vinos resultantes de la uva Merlot suelen ser suaves y frescos. Con ella se hace uno de los ejemplares más costosos del mundo, el “Chateau Petrus” de Francia. Es menos tánica que la Cabernet Sauvignon, por eso muchas veces se complementan. En líneas generales, su color suele presentarse como rubí intenso con tintes violáceos. Posee los clásicos aromas a frutos rojos, entre ellos, grosellas, moras y cassis, además de florales. En boca es fino, con personalidad, de taninos suaves, cuerpo moderado y elegante. Muy frutado.
En lo referente a su nombre, cuenta la historia que los bodegueros franceses (como los de casi todo el mundo) estaban acostumbrados a luchar contra una de las plagas más letales. Una muy difícil de combatir: los pájaros. Y sucede que como a todos los animales, hay determinados frutos que les gustan más que otros. En este caso, afirma la tradición que los mirlos tenían una especial debilidad por este tipo de cepa, que adquirió su nombre gracias a como son llamados sus depredadores en una antigua palabra francesa.
Tal como resalta en su informe el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, “la presencia de aromas de tipo vegetal son muy perceptibles en estas uvas en proceso de maduración, pero generalmente muy poco en los vinos. La nota vegetal está dada por la 3-isobutil2-metoxipiracina, descripto como olor a pimiento verde, pero la cantidad presente varia con los clones y suele aumentar en temporadas más frías.”
“El aroma descripto como caramelo, identificado como 4-hidroxi-2,5-dimethylfuran-3-(2H)-ona y 4hydroxy-2-etil-5-metilfuran-3-ona, es un carácter distintivo de los vinos de este cepaje, ya que las cantidades de estos compuestos presentes superan los umbrales de percepción olfativa. Si bien comparte este carácter con el Cabernet Sauvignon, se encuentra en mayor cantidad mientras que en este último predominan las notas aromáticas de las metoxipiracinas.”
La Merlot procede del sudoeste de Francia, y es la más utilizada en su zona originaria: Burdeos. Tradicionalmente también se ha cultivado en Italia. Actualmente es la segunda uva mas plantada en todo el mundo, con un total de 266.000 hectáreas alrededor del planeta, sólo por detrás de Cabernet Sauvignon. Predomina en Francia, su cuna, donde posee el 13.9% del total del área del país plantada con viñedos.
Sus racimos son de un tamaño medio a pequeño, de media compacidad, con hombros marcados y forma cónico-alargada. En algunos clones el racimo es muy alargado y en otros es muy corto, con pedúnculo de longitud media y poco lignificado. En tanto que sus bayas son pequeñas, redondeado-elípticas, de tamaño muy uniforme en el racimo. De difícil desprendimiento de su pedicelo, poseen un hollejo grueso y color azul-negro. Su pulpa es no pigmentada, consistente pero jugosa, con sabor muy particular.
Es una uva mucho más pertinente para climas frescos y poco calurosos, ya que en éstos últimos pierde pronto su acidez y su equilibrio tánico. Requiere abonado potásico y responde muy bien al boro, que reduce el corrimiento de las bayas y fomenta una maduración más homogénea. Además, tiene buena adaptación a distintos tipos de suelos, y cuenta con altos contenidos de resveratrol, lo que la hace muy atractiva para vinos varietales.
Autor: Diego Di Giacomo.

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