miércoles, 17 de agosto de 2022

Bodega “La Leonesa” de Basilio García / Bodega y Viñedos Suc. JUAN ALBA.

 


Bodega “La Leonesa” de Basilio García / Bodega y Viñedos Suc. JUAN ALBA.

Basilio García (1860 – 1944), conocido por sus vecinos como “Don Basilio el de León”, fue un inmigrante español que llegó a estas tierras del Alto Valle del Río Negro y Neuquén hacia la agonía de la última década del siglo XIX, instalándose en la antigua Clnia. Fuerte Gral. Roca, hoy paraje Clmte. Martín Guerrico.
La rudimentaria economía agraria de subsistencia de su tierra peninsular y su carácter de aventurero, impulsaron a este profesor universitario de Lengua y Literatura cuando contaba con 23 años a encarar nuevos horizontes, en los que buscaba satisfacer las expectativas que se había impuesto.
Antes de llegar a Allen don Basilio trabajó en la sastrería del español Manuel Álvarez en Buenos Aires, luego fue profesor de los hijos del multihacendado Pedro Luro y administrador de una estancia de Fernández Sotera. Hacia el último decenio del siglo XIX se radicó en Picún Leufú, provincia del Neuquén, siendo administrador de la Estancia Cabo Alarcón y propietario de un negocio de ramos generales. Fueron los hermanos Nicanor y Domingo Fernández Alonso quienes lo entusiasmaron con las tierras vírgenes que estaban vendiendo en la denominada Clnia. Gral. Roca.
Este hombre de gran vivacidad intelectual, sin fatigar su ánimo trabajó duro, durísimo, para convertir esa tierra en bruto del erial patagónico en una finca cuyos principales cultivos implantados fueron la alfalfa y la vid.
Este aguerrido e infatigable leonés iniciaba la jornada cuando el sol tardaría aún muchas horas en levantarse, en esa tranquila oscuridad todas las estrellas estaban cerca, muy cerca de la tierra y brillaban centelleantes.
Según consta en el libro “LE NIL ARGENTIN” de J. A. Doleris, en el año 1910 tenía un pequeño viñedo de una hectárea y media de las variedades Semillón, Malbec y Mollar, más un vivero de 30.000 estacas.
Una vez que las vides produjeron sus primeros racimos, erigió la bodega en la misma chacra; la cual, tenía una capacidad de 250.000 litros de vino, equivalente a 1250 bordelesas –medida que se utilizaba en la época–. Esta bodega ya se encontraba elaborando vinos en el año 1915. Tiempo después, se asoció con el enólogo don Amadeo Biló.
Hacia mediados de la década del ‘40 don Juan Alba, casado con Trinidad García –hija de don Basilio García– se instaló en la chacra de su suegro en Clmte. Guerrico y prosiguió con la actividad bodeguera familiar. Él, de soltero, había trabajado como tonelero en la bodega de la Cooperativa Valle Fértil Ltda. en Gral. Roca.
Sobre el manejo del cultivo de la vid don Juan había aprendido de su suegro don Basilio García, que: “Viña muy pamposa, poco racimosa”. Aforismo que rápidamente nos permite interpretar que un excesivo vigor vegetativo de sus pámpanos conspira contra una buena producción de uva, en cantidad y calidad. El viticultor afirmaría coloquialmente que la cepa se va en vicio.
Elaboraba vinos de mesa blancos y tintos que fraccionaba en bordelesas y eran comercializados con la marca “ALBAGAR” (surgida del apellido Alba y la contracción del apellido García).
Conforme a la Guía del Territorio Nacional de Río Negro, Años 1951 – 52, esta bodega se halla registrada como existente a esa fecha.

Afiches de bordelesas de vino de la Patagonia Norte 
Federico Witkowski. 

Afiches de bordelesas de vino de la Patagonia Norte
 
Federico Witkowski 

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