lunes, 27 de enero de 2025

Las bodegas de Río Negro apuntan a la calidad y al enoturismo para dar un nuevo paso en su evolución.

 

Las bodegas de Río Negro apuntan a la calidad y al enoturismo para dar un nuevo paso en su evolución.

Con una producción marcada por la pequeña escala pero con vinos de muy buena calidad, la articulación turística entre las bodegas y con otras actividades económicas es clave para crecer.

Por Néstor Pérez / Diario Río Negro.

Marcelo Miras y Andrés Rosberg recorren los viñedos en Mainqué y hablan de la “transformación en la vitivinicultura” rionegrina en los últimos años. (Foto: Andrés Maripe).

Las bodegas de Río Negro son tan disímiles como el territorio que abarcan. La vitivinicultura en la provincia se desarrolla desde la cordillera a la costa, pasando por los valles regados por el generoso río Negro. Y en ese recorrido que a veces acompaña al caudal del río, decenas de empresas están buscando un camino que hoy está directamente relacionado con el turismo.

Enoturismo es la palabra que mencionan todos los referentes consultados por Río Negro. Es el camino, remarcan, y aseguran que la calidad de los vinos que se producen en Río Negro está más que probada, pero que ahora se necesita aceitar la llegada a los consumidores y hacer funcionar con fluidez el Camino del Vino, la ruta de visitas que discurre entre las bodegas rionegrinas. Otro tema que plantean es la necesidad de trabajo conjunto con cámaras empresarias, porque la hotelería y la gastronomía son claves para generar el circuito.

“La calidad de nuestros vinos ya está probada y tiene el reconocimiento nacional e internacional”. Pero el enoturismo está en “pañales”. Marcelo Miras, de Bodega Miras en Mainqué.

“Río Negro ha venido teniendo una transformación de su viticultura desde hace muchos años”, señaló Marcelo Miras, enólogo y referente ineludible de la actividad vitivinícola de la provincia. Mendocino pero con 35 años en la región, Miras siempre habla de “nosotros” cuando hace referencia a bodegueros de Río Negro. Cita a la bodega Humberto Canale (en la que trabajó cuando llegó al Valle) como la pionera en elaborar vinos finos y señala que ese camino abierto hoy llevó a los productores a abordar la viticultura “respetando el origen, la tradición y las variedades de la zona, pero dándole una impronta hacia la producción de calidad”.

Miras tiene su viñedo con una pequeña bodega garage en Mainqué. La chacra tenía plantas antiguos que el mismo recuperó y de los que se ha nutrido parte de la producción de los vinos que llevan como marca su apellido.

En una charla con Río Negro, a la que se unió Andrés Rosberg, uno de los sommeliers más importantes del mundo, Miras indicó que “la calidad de nuestros vinos ya está aprobada y tiene el reconocimiento nacional e internacional”. Pero señala que aún se está en “pañales” en el enoturismo.

“Hicimos esta sala para entrar en turistas, pero traer turistas, no un turista por mes, la idea es traer una combi por semana como hace Mendoza”. Gustavo Favretto, bodega Fravretto de Regina.

Miras cree que el enoturismo es una de las patas de la actividad “que tenemos que apoyar y trabajar en conjunto”.

Rosberg, que visita todos los años Roca por cuestiones familiares y aprovecha para recorrer la zona y los bodegueros amigos, está entusiasmado con la recuperación de viñedos que están haciendo algunos productores en la zona de Mainqué. También cuenta que se encontró con nuevos proyectos en marcha. “Hay un gran patrimonio acá”, remarca el sommelier.

«Hay que hacer gamas medias y altas, que es donde mejor honrás y hacés lucir el potencial real que tiene la zona y es hacia donde va el mundo”. Andrés Rosberg, sommelier.

“En Río Negro el potencial es enorme para hacer calidad. Para competir en volumen y en precio no están dadas las condiciones. Hay que hacer gamas medias y altas, que es donde mejor honrás y hacés lucir el potencial real que tiene la zona y es hacia donde va el mundo”, señaló.

Al hablar del enoturismo en las bodegas de Río Negro, Rosberg indicó una vez que hay un flujo de turistas interesados por el vino en la zona es clave tener “masa crítica en las bodegas que sean interesantes de visitar”. Cree que la actividad se puede ir alimentando y ser atractiva para otros empresarios de la zona, lo que puede llevar a por ejemplo instalar un restaurante en una bodega.


Gustavo Favretto lidera la bodega familiar en Villa Regina. (Foto: Juan Thomes).

Mariana Cerutti fue designada hace pocos meses como directora de Vitivinicultura de Río Negro y tiene el concepto de enoturismo entre los principales objetivos de su gestión.

“Si bien tenemos muchas bodegas de Río Negro y que exportan a los mercados más exigentes y compiten perfectamente con miles de cualquier vino de otra parte del mundo, nuestros volúmenes son menores, por lo cual estamos buscando los nichos de mercados, que sean específicos para vinos que son de alta calidad”.

Y en el plano local y vinculado directamente con el enoturismo, la directora de Vitivinicultura señala que es inminente el lanzamiento de un plan de capacitación para todas las bodegas que hacen enoturismo.

Cerutti remarcó también la incorporación de las nuevas generaciones en la producción de vinos. “Se van metiendo en las empresas familiares y van innovando en lo que es la producción”.

Regina tuvo en su momento una importante cantidad de bodegas que paulatinamente han ido desapareciendo.


Las bodegas apuestan a combinar su producto con la gastronomía.

Dato 4.176.300 fue el ingreso de uvas a establecimientos elaboradores de vino y/o mosto de Rio Negro en la Temporada 2024.

Una de las más tradicionales es bodega Favretto, reconocida por la calidad de sus vinos en damajuana.

Desde hace poco más de 20 años comenzaron también a producir vinos finos.

En 2010 Gustavo Favretto se hizo cargo de la bodega familiar. Gustavo es nieto de Ferruccio Favretto, que llegó desde el Véneto italiano allá por 1944 y plantó las primeras viñas para una bodega que empezó a funcionar en 1948. Durante un largo camino el trabajo lo hicieron el padre y el tío de Gustavo.

Con 77 años de actividad, la bodega conserva intacta y en funcionamiento parte de la estructura en la que se elaboran los vinos en damajuana que los caracterizan y que son la parte más importante del negocio.

Pero además de la producción de vinos finos, uno de los cuales lleva el nombre de su abuelo, también se diseñó en la chacra, que está al oeste de Regina, un lugar especialmente ambientado para recibir turistas. En este salón con botellas de las variedades que comercializa la marca, hay un lugar para comer y antigüedades relacionadas con la bodega. Quienes contratan la visita guiada disfrutan de la degustación de tres vinos y una picada, mezclados con juegos relacionados con el vino.

Allí también se hacen almuerzos a pedido de los visitantes, y se planifican actividades empresariales.

Favretto remarca que para que la actividad dé un paso adelante hace falta que se conozcan más los productos de Río Negro. Y destaca al enoturismo como la piedra angular. “Hicimos esta sala para traer turistas, pero no un turista por mes, la idea es traer una combi semanal como hace Mendoza. Yo estoy preparado para recibirlo”. El desafío, dice, es cómo articular las visitas.

También remarca la necesidad de que se consuman vinos de la zona en sector gastronómico. Pero allí la competencia es feroz con los vinos foráneos que a veces ingresas a precios con los que es muy difícil competir.

Un plan de capacitación.

La directora de Vitivinicultura de Río Negro, Mariana Cerutti, adelantó que está listo un proyecto de capacitación para el desarrollo de experiencias enoturísticas en la provincia, diferenciando las zonas vitivinícolas, como son la zona andina, el Alto Valle, Valle Medio y Valle inferior.

Dentro del plan de capacitación se apuntará a la gente que está o va a trabajar en enoturismo, y a prestadores que participan de la actividad y que no necesariamente están en las bodegas.

Según indicó la funcionaria, la idea también es potenciar las capacidades de los diferentes actores del turismo dentro de la red del enoturismo.

Cerutti indicó que se apunta también a ayudar a las bodegas a que desarrollen “experiencias innovadoras, diferentes y sostenibles en el tiempo, para poder ofrecer diferentes actividades”.

“Es algo único en el mundo una provincia que tenga la posibilidad de tener bodegas desde la cordillera hasta el mar y lo tenemos que aprovechar”, destacó la directora de Vitivinicultura.

Mainqué, el paraíso de los viñedos antiguos en Río Negro.

Situada prácticamente en el centro del Alto Valle, Mainqué tiene en sus chacras viñedos de una antigüedad y calidad que no dejan de sorprender a los enólogos y especialistas del mundo del vino.

Plantadas a mediados del siglo pasado, muchas hectáreas de viñedos fueron abandonadas o desmontadas, pero en los últimos años hay una paulatina recuperación de estas “joyas” olvidadas.

Esta riqueza histórica que destacan tanto Marcelo Miras como Andrés Rosberg, llevó a que en Mainqué se instalaran bodegas como Chacra, Noemia o Aniello, todas productoras de vinos de alta gama.

Miras desarrolló en este lugar su viñedo y una bodega garage que muestra con orgullo. El resto de su producción la elabora en Fernández Oro.

En la entrada de la chacra que está al norte de Mainqué, a poco más de un kilómetro del pueblo, se pueden ver los parrales antiguos que el enólogo mendocino atesora. A medida que se avanza en el viñedo, aparecen las variedades más nuevas. 

Si uno recorre Mainqué, e incluso desde la Ruta 22, se ven sus viñedos reverdecidos.

Eso sí, también asoma el maíz y los frutales siguen siendo mayoría. Porque el Valle hoy es cada vez más diverso. Y eso está bien dice Miras y menciona una plantación de maíz frente a su chacra con la que convive sin problemas.

Publicado en Diario Río Negro.

Lunes 27/01/2025.

https://www.rionegro.com.ar/economia/las-bodegas-de-rio-negro-apuntan-a-la-calidad-y-al-enoturismo-para-dar-un-nuevo-paso-en-su-evolucion-3977196/ 

miércoles, 22 de enero de 2025

HAY UNA MUJER EN MI VIÑEDO: NOMBRES FEMENINOS EN LAS UVAS.

 


HAY UNA MUJER EN MI VIÑEDO: NOMBRES FEMENINOS EN LAS UVAS.

El vino esgrime variedades de uvas denominadas Patricia, Victoria, Isabella y Canela. ¿Las conocés? Acá te las presentamos.

A mediados de año recorrí el Bierzo, un rincón de Castilla y León, España, donde la uva más plantada y la más deseada en los vinos es la Mencía. No es exclusiva del Bierzo, ya que se la encuentra bastante también en los valles del Este de Galicia, con los que linda.

Que en un recorrido por Galicia y Bierzo uno se tope con uvas desconocidas no debería llamar la atención. Las hay y de muchos tipos. 

Sólo por mencionar algunas de las que ofrecen vinos más sabrosos, existen la Brancellao, la Merenzao, Doña Blanca o la más aterradora de todas, La Monstruosa de Monterrei, cuyo nombre amedrenta más que la uva, llamada así por el tamaño de su racimo.
Pero volvamos a la Mencía. Según la guía Paadín, es hija de dos uvas, una conocida como Patorra, y la otra, el Albariño Tinto. De carácter gentil, un poco se parece al Pinot Noir en la capacidad que tiene para ofrecer texturas diferentes según cambian los suelos y las exposiciones al sol. Es la columna vertebral del Bierzo.

Muy cultivada en la región, lo que me sorprendió, sin embargo, fue encontrarme con que muchas mujeres en la zona se llaman así: Mencía. De hecho, es un nombre de lo más corriente en el Bierzo. 

Una noche, mientras contaba ovejas antes de dormir, me dio un ataque de risa pensando en que una persona se pudiera llamar Malbec González o Cabernet Sauvignon Ramírez. 

En esos devaneos estaba cuando tuve una iluminación: ¿por qué la gente no se puede llamar como las uvas? ¿Habrá muchas? Al fin de cuentas conocía el curioso caso de los tres homófonos de Pedro Ximénez.

Y me puse a buscar.

Uvas como mujeres.

Mencía es, si damos crédito a lo que ofrece la web, el hipocorístico (apelativo cariñoso o familiar usado para suplantar a un nombre real) de Clemencia. Sería el equivalente de Lito para los Miguelitos. 

Lo notable, en todo caso, es que en una región muy católica y practicante, la uva más querida lleve por nombre Clemencia, Mencía para los amigos. En nuestro medio hay al menos un vino elaborado con Mencía y clemencia: se llama Doña Mencía de los Andes y lo produce Ver Sacrum.

Lejos de ser la única, hay otras uvas que llevan nombres de mujeres. Una búsqueda más o menos rápida propone una lista sencilla: Canela, Patricia, Victoria e Isabella. 

En el caso de Canela, que en Argentina está plantada en el este de Mendoza, hay dos hipótesis para el nombre. La primera es que tiene un ligero sabor de especias y, en un rapto de romanticismo ultramarino, le llamaron Canela. 

La otra, más propia del mundo de los sarmientos y las podas, que los pecíolos son de ese color. En el mercado lo elabora y embotella Lucas Niven.

Patricia, Patricia.

Más interesante es el caso de Patricia. Fue una creación realizada por el ingeniero Ángel Gargiulo en el INTA Rama Caída, Mendoza, y proviene del cruzamiento entre las variedades Moscatel Rosado y CG 530. Esta última, a su vez, es hija del cruzamiento entre las variedades Sultanina y Gibi. 

Eso según el INTA, que no da pistas acerca de por qué Gargiulo decidió llamarla Patricia. Aunque, permítaseme divagar, siendo las Patricias Mendocinas figuras clave de la gesta Sanmartiniana en la provincia, es dable pensar que la cosa viene por ahí.

En todo caso, a juzgar por el tamaño del racimo de Patricia, poco tiene que envidiar a la Monstruosa de Monterrei. En nuestro mercado se consigue un espumoso con esta uva, elaborado por un prócer del vino, el enólogo Ángel Mendoza.

Isabella de América.

De Victoria sé poco, porque es más una uva de consumo en fresco, pero su nombre tiene, como todas las Victorias, algo de triunfo. 

Respecto de Isabella, sí hay vinos elaborados, aunque también hay que decir que no es propiamente una uva vinífera, sino un cruzamiento entre dos especies: Vitis vinífera x Vitis labrusca. En rigor, Vitis labrusca x Petit Meslier, según el análisis de ADN.

Como en todas las historias de investigadores dedicados a diseccionar la gracia de la naturaleza, Isabella recibió su nombre de un homenaje, según wein.plus. 

La primera planta identificada de Isabella fue donada por George Gibbs, un aficionado viticultor norteamericano –entre otras variedades introdujo la Zinfandel a los Estados Unidos– a un viverista de Long Island que la multiplicó al infinito desde 1909. 

Fue este quien eligió el nombre para la posteridad, en homenaje a la esposa de Gibbs. Supongo que con buenas intenciones.

En fin, Isabella dio la vuelta al mundo porque es una variedad resistente a las enfermedades. Por ello se adaptó bien a los trópicos y climas calientes. 

En nuestro país, se la llama también uva Chinche y produce unos vinos exóticos en Córdoba y la costa bonaerense. Para beber uno, buscar los raros Frambuá de Colonia Caroya.

Por Joaquín HIDALGO.

Publicado en Vinómanos.

https://vinomanos.com/2025/01/uvas-con-nombres-femeninos/

HIDALGO, Joaquín. Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta con formatos y habla sin rodeos de lo que le gusta y lo que no. Lleva más de veinte años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en medios nacionales, como La Nación y La Mañana de Neuquén. Desde 2019 es el crítico para Sudamérica de Vinous.com (EE.UU.).

miércoles, 15 de enero de 2025

Bodega Walter Bressia. Conociendo Bodega Walter Bressia.

 

Conociendo Bodega Walter Bressia.

A punto de cumplir 20 años visitamos su bodega.

En el marco de mi habitual viaje anual a Mendoza con el colega Nicolás Orsini, para visitar bodegas de manera completamente independiente, fuimos un mediodía a conocer la de uno de nuestros más destacados enólogos: Walter Bressia.

Inicialmente fuimos recibidos en la sala de recepción por la sommelier Eliana Cinquegrano, quien nos alcanzó enseguida una copa de espumante para refrescar la boca. Era algo indispensable en un día en que el caliente viento Zonda soplaba tan fuerte, que hacía vibrar los techos de la recepción y doblarse los álamos que circundan la bodega.

En la finca donde ésta se encuentra no hay viñedos propios, ya que el espacio no alcanza, pero lo subsanaron comprando en 2020 otra finca a la que llaman Marita Teresa (nombre de la esposa de Walter). Se trata de un viñedo de 10 hectáreas, principalmente Malbec, de donde surgen las uvas para su vino con Denominación de Origen Controlada Distrito Agrelo, que salió en 2023.

Luego comenzamos a recorrer las instalaciones, comenzando por las dos salas de tanques: una de 2005 y otra que se agregó más tarde. La simple recorrida permite darse cuenta que la bodega no ha parado de crecer en los últimos años, ya que prácticamente no queda espacio sin ocupar.

Poseen tres cubas de roble, cuatro tanques de acero inoxidable con sistema denominado "air mixing", que se utiliza para hacer remontajes automáticos, dos tanques en forma de huevo de acero inoxidable de 2.500 Litros, cuatro huevos de PVC y cuatro cubas de roble Garbelotto de 5.000 Litros.

Hay tres cavas de guarda, y visitamos la que se utiliza para los vinos de alta gama, llamada Cava del Ángel en honor a un hijo que falleció de chico y que representa el símbolo de la familia unida. Allí se guarda el vino que conforma el Lágrima Canela blanco y el Profundo, con varios fudres y barricas.

Cabe destacar que, si bien lleva su nombre, hoy en día la bodega es un proyecto enteramente familiar, ya que en un momento Walter reunió a sus cuatro hijos y les propuso que se sumen:

Marita es administradora de empresas y se dedica al comercialización, exportaciones e inició el proyecto de hospitalidad.

Antonella, es licenciada en enología.

Gastón es ingeniero agrónomo y se dedica al área de fincas, trabajando en la innovación tecnológica y el contacto con los productores.

Álvaro está gerenciando un nuevo proyecto en Jujuy.

Matías, el marido de Marita, lleva el comercio interior.

Marita Teresa, esposa de Walter, realiza el paisajismo y decoración de la bodega.

Delia, hermana mayor de Walter, fue la primera en acompañarlo desde la parte administrativa y aún lo hace, con 83 años.

Walter es enólogo, pero aclara que a diferencia de muchas bodegas tradicionales familiares de Mendoza, él es primera generación. Su abuelo paterno tuvo una finca, pero no la trabajó porque se desempeñaba en Gas del Estado.

La historia nos la contó Walter de primera mano: se había recibido en el Liceo Agrícola, con orientación enología, pero quería estudiar medicina, para lo cual rindió examen de ingreso en la facultad. Lo hizo bien pero, por los cupos, no pudo ingresar, lo que lo obligaba a ir a estudiar a Córdoba o a Tucumán. Lamentablemente, esto no compatibilizaba con su situación familiar por entonces: su madre había fallecido recientemente y no quiso dejar a su padre solo, con sus tres hermanas.

Además, ya estaba de novio con Marita, por lo que decidió no quedarse un año sin hacer nada y entró a trabajar, en 1977, a Boero Nápoli y Cía., una bodega de una familia de Rosario que hacían muy buenos vinos tintos. Allí pegó onda con el encargado de la bodega y el encargado de las fincas de Ugarteche y Tupungato, don Luis Romani, dando inicio a una impresionante carrera.

Estuvo un año, y en 1978 (un 15 de febrero, recuerda con precisión), por intermedio de un asesor que trabajaba para Adriano Senetiner le surgió la posibilidad de ir a la bodega Nieto Senetiner. Allí "cuidaba a los toneles como a mi familia", rememora.

Luego de un paso estelar por Nieto Senetiner, cuando Adriano la vendió se asociaron para la posterior fundación de bodega Viniterra donde estuvo hasta 2003 y realizó grandes y exitosos vinos, dando inicio a la bodega que lleva su nombre.

"La primera uva que empecé a trabajar fue un Chenin que iba a Santa Isabel y que es la misma finca que ahora compramos una parte. Estuve 20 años en Nieto Senetiner, donde tuve todo mi desarrollo como profesional, incluyendo prácticas en Francia e Italia y en Napa Valley. Viniterra se inicia en 1996 junto con Adriano Sentiner, hasta 2003, pero para el año 2001 ya había empezado a hacer el vino Brescia Profundo, en la bodega de un amigo".

Los primeros vinos se elaboraron en un par de bodegas distintas, pero en 2003 compra la finca, en marzo del 2004 escritura y se empieza a construir el primer cuerpo de la bodega, que se inaugura el año 2005, junto con la primera vendimia.

"Tengo fudres desde hace 12 años, con una de las cavas de fudres más grandes de la Argentina, totalizando 26 unidades", detalla Walter.

Pero Walter no es el típico enólogo al que le cuesta salir de la bodega: tomó por primera vez el cargo de director de Bodegas de Argentina en 1981 representando a Nieto Senetiner (Adriano Senetiner fue presidente del Centro de Bodegueros dos veces): “dije que sí porque no me pesaba el cargo”, afirma. También hizo el mandato 2015 - 2019 y lo volvió a ocupar desde 2023 hasta ahora.

Sus proyectos no se detienen y desde hace poco ha incursionado con "Sueños de la Quebrada" en Purmamarca: se trata de una finca de 30 hectáreas ubicada a 2.000 msnm, con 5 hectáreas plantadas, pero que aún no dieron fruto y  de dónde está por salir el vino Sangre de Tintas 2024, elaborado en un principio con uvas compradas a sus vecinos de Bodega Kindgard.

"Nunca pensé que iba a terminar teniendo un proyecto en Jujuy. Un amigo que tenía un socio allá me empezó a entusiasmar para hacer algo los tres. La única forma que entraría sería como socio y en partes iguales", explica.

Operan, además, un club de vinos con más de 2.000 socios, para el que incluso importan los vinos de Juan Gil de Jumilla, Murcia, España.


En la próxima nota te contaremos también con bastante detalle todos los variados vinos que elaboran, los que se han ganado un merecido reconocimiento en el mercado argentino e internacional.

Ad astra per aspera: a las estrellas con sacrificio, 2021; reza el escudo familiar que lucen con orgullo en las paredes de la bodega de esta nueva dinastía vitivinícola. 

 *** Publicado en blogspot Ángel y Vino.

https://angelyvino.blogspot.com/2025/01/bodega-walter-bressia.html

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domingo, 12 de enero de 2025

Escudo de la Bodega Bressia. Bodega creada en 2003 por Walter Bressia. Funciona en Agrelo, provincia de Mendoza.

 


Escudo de la Bodega Bressia.

Bressia es una "bodega de familia", una "casa de vinos" creada en 2003 por Walter Bressia, su esposa e hijos. Funciona en Agrelo, provincia de Mendoza.


En una nota publicada en Noticias de Cuyo hacen referencia a su "insignia de familia", que es el escudo que vemos en las imágenes de esta entrada.

«Bressia Casa de Vinos incorpora un elemento de imagen institucional, una insignia familiar, que tiene por objetivo resumir el espíritu que se quiere transmitir, el principio y la filosofía del emprendimiento: el legado para las generaciones futuras.

El diseñador Guillo Milia, explicó: “Uno de los trabajos más emocionantes que me han encargado. Hacer el escudo de una familia (y, además, una tan querida como la de los Bressia) tiene una gran responsabilidad y honor. En este caso la heráldica sencilla tiene elementos clásicos que representan la nobleza e hidalguía (en términos de virtudes humanas), simbolizadas por el león coronado simboliza nobleza, fuerza, espíritu combativo y, sobre todo, protección; y una gran roble que simboliza a la familia, su arraigo con la tierra y el legado de los años”.

“El 2001 tiene que ver con la primera cosecha de vinos elaborados en la bodega familiar de Agrelo en Mendoza. La cinta que enmarca y sostiene el escudo tiene la frase en latin: «Ad Astra per Aspera» que significa algo como ‘a través del esfuerzo se alcanza el triunfo’, o ‘a través del esfuerzo se llega a las estrellas’. Esta leyenda se usaba antiguamente para explicar que todo se alcanza, pero con esfuerzo y dedicación. Ese es el espíritu de los Bressia”,  concluyó el diseñador.

“Ad astra per aspera” fue el lema elegido por la NASA para las misiones Apolo a la Luna –y por la Familia Bressiaporque es una filosofía de vida, porque las estrellas son alcanzables, porque el camino más difícil siempre enorgullece, y porque la facilidad no es sinónimo de la vida».

Partido. 1° de gules, un león rampante de sable orientado a siniestra, coronado de lo mismo. 2° de plata, un roble arrancado de sable.  Jefe de sable con la palabra Bressia en plata. En punta,  el número 2001, dos cifras en cada campo, de sable. 

https://heraldicaargentina.blogspot.com/

https://heraldicaargentina.blogspot.com/2025/01/escudo-de-la-bodega-bressia.html

Noticias de Cuyo.

WALTER BRESSIA: un ‘groso’ de la enología celebró la primera década de su bodega familiar

Publicado: 10 May, 2012 en Sin categoría

El reconocido enólogo Walter Bressia, con su bodega de fondo, muestra orgulloso su última creación: «Piel Negra Pinot Noir»

 Le preguntaron al gobernador de Mendoza Francisco ‘Paco’ Pérez cual era su vino preferido, y respondió: “Conjuro, de Walter Bressia”. El reconocido productor de TV de Estados Unidos, John Langley, viajó a Mendoza con la intención de

Ricos, famosos, políticos, productores de tv, periodistas, y hombres vinculados al deporte, interesados por los vinos de Bressia.

invertir en el sector, y luego de probar distintos vinos quedó eclipsado con el Conjuro, y dijo: “Yo quiero que Walter
Bressia sea el enólogo de mis vinos”, y lo terminó contratando para estar al frente de sus vinos Urraca. Marcelo Tinelli estuvo en Mendoza en la primera semana de marzo acercándose al mundo del vino con la intención de invertir en el sector, ¿y a quien fue a visitar?: a Walter Bressia. Recientemente el periodista de ESPN Juan Szafran nos pidió que le recomendáramos algunos vinos premiums que no debían faltar en su cava personal, y entre ellos no dudamos en recomendarle el Conjuro. Lo mismo que al ex capitán de la Copa Davis, Tito Vazquez.

Walter trabajó en Nieto & Senetiner por más de 20 años. Cuando la bodega de la calle Guardia Vieja, en Vistalba, fue adquirida por Pérez Companc, se fue con Adriano Senetiner a fundar la Bodega Viniterra. Pero internamente le picaba el bichito del emprendimiento propio, y así inició el camino comprando un lote de 23 barricas de primer uso, y así dio el primer paso poniendo su impronta en un ‘Vino de Autor’ (denominado Profundo) de lo que hoy es este presente denominado ‘Bressia Casa de Vinos’.

Diez años de trabajo, tesón y pasión para concretar un sueño: la bodega hecha realidad.

La bodega de la calle Cochabamba, en Agrelo, Luján de Cuyo al mando del prestigioso enólogo Walter Bressia comparte hoy la felicidad de haber cumplido sus primeros diez años de vida, y por fin pudo presentar la construcción totalmente terminada de su “Casa de Vinos” (así han denominado a este establecimiento vitivinícola) proyecto que lleva adelante junto a toda su familia.

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Y en el “Día del Malbec” -como apostando a la diversidad del vino argentino- tomamos otros cepajes, pero precisamente ningún Malbec.

La fiesta de los sentidos arrancó con un “Lágrima Canela”, blend de Chardonnay y Semillón. Y luego la presentación de dos nuevos vinos tintos: “Monteagrelo Cabernet Franc 2009”, y “Piel Negra Pinot Noir 2010”.

 

La primera década

Hace 10 años Walter Bressia inició junto a su esposa e hijos, un emprendimiento bajo el concepto de «Vinos de Familia», siendo éste el resultado de una larga experiencia y trayectoria como enólogo hacedor de vinos en el mercado nacional e internacional. Bressia Casa de Vinos es un proyecto que tiene por objetivo principal la venta personalizada y limitada de partidas de vinos y grappas de la más alta calidad. Cada botella es única y por lo tanto se puede disfrutar del placer que ofrece la exclusividad y particularidad de cada cosecha.

La Familia Bressia

El concepto de “Bodega de Familia” ha sido desarrollado desde siempre por los emblemáticos hacedores de vino que lograron los grandes íconos de la historia y que sorprendieron al mundo marcando estilos. Todos ellos tuvieron su origen en pequeñas bodegas familiares que cuidaron con extremado celo y orgullo cada una de las etapas de producción, vinificación y comunicación con el convencimiento pleno de ofrecer lo mejor que la familia produce. Éstas fueron las razones que motivaron a los Bressia a desarrollar el proyecto con su pequeña bodega familiar, porque su vocación por la elaboración de vinos emblemáticos se identifica con este principio y la convicción total de lograr vinos dedicados, exclusivos y trascendentes.

La culminación de la construcción de la bodega

Después de 10 años del comienzo de la construcción de la bodega, que se fue haciendo por etapas, felizmente se anuncia la finalización de la totalidad de las obras.

En una primera etapa se construyó el cuerpo central de la bodega, hoy destinado a tanques y equipamiento de molienda para la elaboración de vinos. Luego se edificó la primera cava para guarda de barricas, las oficinas administrativas y los espacios para recibir al Turismo Enológico. Más tarde se fundó una segunda cava, con el fin de guardar insumos y vinos embotellados en procesos de estiba. Finalmente se ha terminado la última nave, en concordancia con toda la arquitectura de la bodega: ubicada en la parte superior de la segunda cava, está destinada a tanques y barricas. También hay un sector para el fraccionamiento de vinos con una maquinaria italiana de última generación que permite fraccionar vinos en momentos y cantidades necesarias. “Esto nos simplificó mucho trabajo en cuanto a la contratación de equipos de fraccionamiento externos ya que muchas veces dependíamos de turnos y cantidades, y eso significaba una complicación; hoy embotellamos la cantidad de botellas que necesitamos en el tiempo que nos proponemos”, afirma Walter Bressia.

Vinos para el alma

“En Bodega Bressia se utilizamos el concepto minimalista para la elaboración de todos nuestros vinos, considerado éste la mínima intervención humana apoyado por una tecnología adecuada. Contamos con una proporcionada capacidad de barricas de roble francés y americano que permiten diseñar los vinos con un estilo muy cuidado y equilibrado en su concentración en madera. La crianza en barricas se cumple en una cava subterránea ubicada a 6 metros de profundidad”, explicó el enólogo.

La bodega no posee viñedos propios. Sin embargo, las prácticas culturales que se realizan en cada una de las parcelas de uvas que compra, -con las que trabaja desde hace muchos años-, son seguidas cuidadosamente y durante todos los meses. Para este trabajo en viñedo se cuenta con la asistencia de los ingenieros agrònomos Marcelo Casazza y Walter Bressia hijo.

Las uvas con las cuales se elaboran los vinos Bressia provienen de Agrelo, Gualtallary, La Consulta, Vista Flores y Altamira. La capacidad que posee la bodega es de 230 mil litros en tanques y 170 mil litros en barricas. De esta totalidad, un 30% está destinado a Bressia Casa de Vinos y el resto está reservado para elaborar vino a tres clientes extranjeros, de Estados Unidos (Urraca Wines, del productor de TV John Langley), Brasil y Reino Unido.

La línea de vinos de la bodega comprende: Bressia Última Hoja, Bressia Conjuro –su vino ícono-, Bressia Piel Negra, Bressia Profundo, Bressia Lágrima Canela y la línea de varietales Monteagrelo: Malbec; Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah y Chardonnay.

Los nuevos vinos presentados

En 35 años que lleva Walter Bressia en Enología por primera vez elabora estas dos variedades (Cabernet Franc y Pinot Noir) de vinos 100% varietales.

En la línea Monteagrelo se fusiona el alma de cada varietal, su íntima relación con el origen y su profundo arraigo con el lugar. El resultado es un vino de increíble intensidad y delicada armonía que ilusiona, seduce y captura.

– Monteagrelo Cabernet Franc 2009. En el 2009 se elaboró la primera cosecha, luego de tres intentos en cosechas anteriores que no llegaron a presentar la expresión ideal buscada.

El origen de las uvas es Vista Flores. La cosecha 2009 (con una partida de 3000 botellas), ha sido exportada prácticamente en su totalidad a los mercados de EEUU, Reino Unido y Brasil. Monteagrelo Cabernet Franc 2009 es el nuevo varietal de la línea Monteagrelo, y se comercializa a $ 130 al público.

“El vino posee muy buena tipicidad (a diferencia de cómo se expresa en su zona de origen, que presenta muchas estructura, acidez elevada, mucho carácter tánico y color no muy intenso), las condiciones de esta Región han permitido revertir ese perfil tradicional de la variedad (que en general se lo corta con otros varietales). A partir de un gran trabajo de viñedos logramos obtener una uva madura, con taninos dulces, con buen color, elegante, que criado con 12 meses de barrica dio como resultado un vino elegante y armónico, donde se puede observar muy bien la diferencia entre Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon”, aseguró el reconocido winemaker.

 “Este vino nos ha dado muchas satisfacciones ya que la primer vendimia que probó Jay Miller para la revista Wine Spectator logró 91 puntos; estamos hablando de un Cabernet Franc con un perfil internacional muy alto”, comenta Walter Bressia.

Se sugiere tomarlo acompañando al cordero, chivo, pastas y quesos.

Piel Negra Pinot Noir 2010.

“Este varietal es una novedad en la bodega, dentro de los vinos de Alta Gama. Se planteó como un desafío elegir el estilo de nuestro vino. La decisión que tomamos fue inclinarnos por un perfil, que reflejara la impronta de la bodega. Cosechamos la uva madura, con un buen equilibrio entre frutas y taninos; con un trabajo muy cuidado en la bodega, ya que este varietal obliga a una delicada cuidadosa atención. Obtuvimos un vino con una concentración de color más elevada que lo habitual y muy carnoso. Tiene un potencial de guarda de más de 10 años que también puede disfrutarse ahora”, comentó.

“Esa es la característica de nuestros vinos; los vinos tienen el carácter frutal, suave y elegante, que permite tomarlo en sus primeros días, y también posee una estructura que permite guardarlo y disfrutarlo muchos años más adelante”, afirmó.

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Piel Negra Pinot Noir 2010 ha sido criado durante 8 meses en barricas de roble francés y se embotella en el mismo año de elaboración. La primera cosecha fue en el 2009 y se exportó en su totalidad a los mercados de Brasil, Reino Unido, EEUU y Suiza, logrando muy buenos comentarios y aceptación en los consumidores extranjeros. Su precio al público es de $250.

Este varietal 100% Pinot Noir sorprende por la tonalidad e intensidad en su aspecto visual ya que ofrece un color rojo profundo muy intenso con matices negros de gran atractivo y vivacidad. Sus aromas describen perfectamente el varietal ya que se aprecian notas de cerezas rojas, moras, tomate maduro en cuanto a los frutales y florales como pétalos de rosas y violetas. Elegantemente especiado, recuerda a canela, romero y menta combinados; al café, vainilla y humo aportados por el roble francés en el que fue criado. A pesar de su estructura, se ofrece muy elegante, voluminoso y con una textura adecuada para acompañar cordero, pato y carnes elaboradas a base de salsas importantes tipo bourguignon, ideal también para maridar platos a base de salmón, atún rojo, langosta y mariscos y pastas con rellenos potentes.

Enoturismo exclusivo

Bressia Casa de Vinos también ofrece servicios de Turismo Enológico. La bodega está pensada para atender al turista de un modo exclusivo y personalizado, a través  del recorrido de instalaciones y la degustación de vinos provenientes de barricas y tanques. Abre sus puertas todos los días y es necesario establecer una cita previa. La visita cuesta $ 70 por persona e incluye la degustación de una botella de vino de la línea Monteagrelo y una tabla de quesos para acompañar la degustación. También está a disposición la línea de vinos de la bodega para su adquisición.

El periodista Oscar Pinco -autor de esta nota- y Walter Bressia, brindando por los logros de estos 10 años.

“La arquitectura que presentamos es más la de una casa que la de una bodega: nuestra Casa de Vinos posee ambientes similares a los que hay en un hogar, un living, un estar, espacios familiares. Hay circuitos delimitados para la atención del Turismo y tenemos las áreas muy bien sectorizadas y diferenciadas del resto, lo que nos permiten trabajar con mucha organización”, comentó Bressia.

Reconocimiento y difusión internacional

En el New York Times, la periodista Ondine Cohane menciona a la bodega Bressia y recomienda degustar el Bressia Profundo, en el marco de un artículo que propone diversas opciones para realizar durante 36 horas en Mendoza.

Una mesa larga, a la sombra de los sauces, y junto al canal de riego. Un marco ideal para compartir entre la familia Bressia y un nutrido grupo de periodistas vinculados al vino, un muy buen momento.

“Es un orgullo para nosotros que los periodistas nos mencionen. Esto implica para nosotros nada más que continuar con proyectos. Llevo 35 años de vitivinicultura y el aprendizaje está presente siempre. Este año cumplimos 10 años desde que salimos al mercado con el “Bressia Profundo 2001”. La bodega como marca ha logrado un desarrollo importante. En un país como el nuestro no es poco haber podido remontar 10 años y este camino recorrido nos da mucha fortaleza para el futuro. Siempre tuve una gran responsabilidad cuando trabajé para otras empresas, pero ahora que la marca es propia, el desafío es mayor. Nos focalizamos durante este tiempo en el producto; siempre pensé que haciendo lo mejor que pueda junto a mi familia y al equipo de trabajo, todo lo demás se puede alcanzar. Estos reconocimientos nos dan energía e impulso para el futuro. Hemos podido consolidar los vinos con un gran nivel de calidad y hemos logrado imponer a nuestra bodega un sello. Me encanta seguir trabajando y darle identidad a mis vinos; que se los reconozca y que quien decida tomarlos sepa lo que va a tomar; que tenga una imagen preestablecida de por qué nos está eligiendo. Tenemos proyectos nuevos y siguiendo este camino de calidad y buenos productos, sabemos que difícilmente nos podamos equivocar”, agregó.

Insignia familiar

Bressia Casa de Vinos incorpora un elemento de imagen institucional, una insignia familiar, que tiene por objetivo resumir el espíritu que se quiere transmitir, el principio y la filosofía del emprendimiento: el legado para las generaciones futuras.

El diseñador Guillo Milia, explicó: “Uno de los trabajos más emocionantes que me han encargado. Hacer el escudo de una familia (y, además, una tan querida como la de los Bressia) tiene una gran responsabilidad y honor. En este caso la heráldica sencilla tiene elementos clásicos que representan la nobleza e hidalguía (en términos de virtudes humanas), simbolizadas por el león coronado simboliza nobleza, fuerza, espíritu combativo y, sobre todo, protección; y una gran roble que simboliza a la familia, su arraigo con la tierra y el legado de los años”.

“El 2001 tiene que ver con la primer cosecha de vinos elaborados en la bodega familiar de Agrelo en Mendoza. La cinta que enmarca y `sostiene’ el escudo tiene la frase en latin: «Ad Astra per Aspera» que significa algo como ‘a través del esfuerzo se alcanza el triunfo’, o ‘a través del esfuerzo se llega a las estrellas’. Esta leyenda se usaba antiguamente para explicar que todo se alcanza, pero con esfuerzo y

El diseñador Guillo Milia explicó el honor que le significó diseñar el escudo que representará a los Bressia. La frase en latín “Ad astra per aspera” fue el lema elegido por la NASA para las misiones Apolo a la Luna, y significa «a través del esfuerzo se llega a las estrellas».

dedicación. Ese es el espíritu de los Bressia», concluyó el diseñador.

“Ad astra per aspera” fue el lema elegido por la NASA para las misiones Apolo a la Luna –y por la Familia Bressia- porque es una filosofía de vida, porque las estrellas son alcanzables, porque el camino más difícil siempre enorgullece, y porque la facilidad no es sinónimo de la vida.

 

Balance del año 2011

“Como cada comienzo de año,  2011 no fue la excepción y lo iniciamos con la ilusión de superar lo alcanzado pero también con la incertidumbre del entorno no sólo de Argentina, sino del mundo ya que, como todos observábamos, no se presentaba como el mejor. Con estos antecedentes, el panorama frente a las tormentas financieras y económicas que afectaban al mundo no hacían más que preocuparnos y mantenernos muy atentos a cada acontecimiento y al “humor” de los mercados que nos permitieran, no sólo mantener los mercados que tanto nos habían costado alcanzar sino que también nos animara a intentar un crecimiento en cada uno de ellos”, sostiene Walter.

“Hoy, y haciendo un balance de lo realizado durante el año -añadió-, los resultados nos reconfortan ya que crecimos más de un 20% en todos los mercados externos en los que estamos trabajando desde hace ya más de 8 años, y también lo hicimos en el mercado interno  superando el 30%. Sorprendente, pero pudimos comprobar que el crecimiento es posible cuando se invierte en calidad de producto y presencia permanente en los mercados mediante capacitaciones y acciones directas a pesar de las adversidades. Este desafío nos llevó a desarrollar también nuevos productos tales como Cabernet  Franc  en la línea Monteagrelo, y Piel Negra – Pinot Noir, con el propósito de satisfacer la demanda de un consumidor  cada vez más exigente y apasionado por nuevos vinos”.

Un momento de mucha alegría para Walter Bressia, coronado con muchos brindis con sus excelentes vinos.

“Podemos decir con satisfacción que este año nuestros vinos han sido reconocidos por la más prestigiosa y exigente prensa internacional (Parker, Tanzer,  Oz Clarke, Descorchados de Patricio Tapia, etc.) con puntajes superiores a los 90 puntos alcanzando 93 y 94+ en algunos de ellos, demostrando claramente el nivel de calidad logrado  en cada segmento”, aclaró.

“Párrafo aparte merece la selección realizada por el evento que desde hace 6 años se realiza entre Argentina y Chile alternativamente todos los años, denominado “Vinos de la Cordillera”, organizado por el periodista Enrique Chrabolowsky por Argentina y Mariana Martínez por Chile, y en el cual nuestro vino “ Bressia Profundo” fue seleccionado con más de 90 puntos en una cata a ciegas y frente a más de 60 profesionales del vino entre argentinos y chilenos en el mes de noviembre en Viña del Mar,  Chile. Además, durante el mes de diciembre, cerrando el año 2011, tuvimos la enorme satisfacción de haber sido elegidos “Mejor Bodega Boutique del Año” por los lectores de la revista Cuisine &Vins con el 38% de los votos sobre un total de más de 19.000 llamados que registró la página de la revista durante dos meses de votación. Una noticia “espectacular” teniendo en cuenta el nivel de lectores y exigencia del público de tan prestigiosa edición”, sostuvo.

Alejandro Costanzo, Oscar Pinco, Walter Bressia, su esposa Marita, y Sergio Di María. «Tenemos muchas razones para brindar: el año pasado pintaba dificil, pero terminó siendo el mejor ejercicio de la bodega», dijo el reconocido enólogo.

“De modo que este año nos ha dejado varios motivos para brindar, y por supuesto, para festejar, porque pudimos revertir la tendencia negativa que se insinuaba a principios de año, cerrando un 2011 con resultados extraordinarios que lo ubican como el mejor de nuestra bodega desde que nos iniciamos como  bodega familiar en el año 2001, razones más que suficientes para estar felices. Queremos compartir con todos y cada uno de nuestros colaboradores y con quienes nos acompañan año a año a lo largo de estos primeros diez años de actividad estos resultados. Muchas gracias desde el alma a todos”, puntualizó Walter.

El concepto de Bodega de Familia ha sido desarrollado desde siempre por los emblemáticos hacedores de vino que

El angelito, que desde el núcleo de la bodega, custodia todo lo que allí se hace, con su toque mágico de alquimia y que como un Príncipe de la Luz, ilumina el camino.

lograron los grandes íconos de la historia y que sorprendieron al mundo marcando estilos. Todos ellos tuvieron su origen en pequeñas bodegas familiares que cuidaron con extremado celo y orgullo cada una de las etapas de producción, vinificación y comunicación con el convencimiento pleno de ofrecer lo mejor que la familia produce.
“Estas fueron las razones que nos motivaron a desarrollar el proyecto con la pequeña Bodega Familiar, porque nuestra vocación por la elaboración de vinos emblemáticos se identifica con este principio, y al convencimiento total de lograr vinos dedicados, exclusivos y trascendentes”, confía el factótum de este proyecto, que busca trascender a las generaciones futuras.

Y si bien la cabeza de la familia tiene enorme trayectoria y reconocimiento –nacional e internacional- se nota que todos tienen un objetivo común, y tiran para el mismo carro, y la cohesión de grupo está enormemente enraizado. Con su esposa Marita han fundado una familia de bases sólidas. Sus hijos: Walter Gabriel, ingeniero agrónomo, encargado junto a Marcelo Casazza del seguimiento de las uvas que serán la base de los caldos; y Marita, quien junto a su marido Matías Dellacasa, se ocupa de la administración; y la tía Coca, ofreciendo un apoyo constante a todos. Y un angelito, que desde el núcleo de la bodega, custodia todo lo que allí se hace, con su toque mágico de alquimia y que como un Príncipe de la Luz, ilumina el camino.

Por último, recibimos una nota que expresa:

“Queridos amigos:

                              Muchas gracias!!! Por compartir este histórico momento en la vida de nuestra «Casa de Vinos» ya que como solemos decir «la vida se compone de momentos…! y éste es uno de ellos y nos acompañará por siempre!.

Tuvimos la oportunidad de compartir un almuerzo casi con la intimidad de la familia cuando se reúne los domingos para verse, abrazarse y contarse momentos de su vida. Esta fue la sensación que tuvimos y esperamos que ustedes se hayan sentido tan «en familia» como nosotros. 

A todos y a cada uno de ustedes, muchas gracias por acercarse a brindar y a compartir nuestra alegría y esperamos vernos nuevamente para vivir y compartir algún otro «gran momento».

 Con gran afecto y cariño,

Marita,Walter y familia.

Walter Bressia y su esposa, su hija Marita, el yerno Matías Dellacasa, su hijo Walter Gabriel, y la tía Coca: ¡La familia ‘unita’!

Los agradecidos somos nosotros, porque nos abriste las puertas de tu «Casa de Vinos», y del corazón…y nos hiciste sentir en familia, porque con los nuevos vinos que degustamos sentimos que descorchaste el alma, porque vivimos tu sacrificio y paladeamos con mayor intensidad tu éxito, y porque nos enseñaste que con esfuerzo se pueden alcanzar las estrellas. ¡Fue un momento egregio!

Oscar Pinco

https://noticiasdecuyo.wordpress.com/2012/05/10/walter-bressia-un-groso-de-la-enologia-celebro-la-primera-decada-de-su-bodega-familiar/

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