lunes, 3 de marzo de 2025

Bodega de Delfo José Ciccioli.

 

Bodega de Delfo José Ciccioli.
Por Federico Witkowski.

La actividad vinícola se inicia con Delfo y Pacífico Ciccioli mediante el expendio de vinos procedentes de Mendoza en la ciudad de Bahía Blanca. Estando viviendo en esta ciudad nace Delfo José (26.05.1951 – 15.11.2004), hijo de don Delfo.
Don Delfo, ya establecido en la región, adquiere una bodega localizada en una parcela rural de 3 hectáreas, correspondiente a la Chacra 339, que era propiedad del germano Albrecht Bohemer –un inmigrante de posguerra de la Segunda Guerra Mundial –, en el sector de puente Los Tilos, en los actuales límites del ejido municipal de Mainqué.
En el año 1970 Delfo José se radica en Cervantes. La sociedad comercial entre hermanos se disuelve y Delfo José con sólo 19 años se hace cargo de la bodega familiar. A los pocos años, adquiere una chacra de 12 hectáreas de superficie en la circunscripción municipal de Mainqué, la cual poseía un viñedo de 6,00 ha implantado con las variedades patrimoniales de la Patagonia y conducido en espaldera de 3 hilos.
Los mercados comenzaban a requerir mayores volúmenes de vinos y para hacer frente a las necesidades vínicas que exigía ese incremento de la demanda, decidió ampliar las instalaciones de la bodega hasta alcanzar una capacidad total de vasija vinaria de 1.000.000 de litros; por lo cual, para cubrir dicha capacidad procesaba uvas que compraba a viñateros de la zona. Bodega que quedó inscripta en el Instituto Nacional de Vitivinicultura bajo el número N 71410.
En 1976 a los 25 años de edad contrae enlace con Verónica Gass, una muchacha oriunda de los pagos costeros de Pehuencó, provincia de Buenos Aires, hija de don Juan Gass y doña Norberta Oronoz Zabaleta. Luego el hogar fue bendecido con la llegada de sus hijos: Ornella, Delfo y Juan José. Así, su familia se constituyó en un parámetro vital.
Cabe destacar que Delfo José era una persona de convicciones firmes y compactas, de gestos medidos, comunicativo, propenso a una risa fácil, generoso y afable, austero y sin egoísmo, con un elevado afán de realización, fiel a sí mismo, abnegado, carismático, justo y de una inclaudicable honestidad. Su ejemplo de vida ha sido el legado más importante que les dejó a sus descendientes.
Los vinos elaborados eran tipo de mesa tinto, blanco y rosado, los que fraccionados en damajuanas de 4.750 cm3 y botellas de 950 cm3, se expendían con la reputada marca DON DELFO y con la etiqueta LOS TILOS.
Un hecho que afectó el normal funcionamiento de la actividad comercial y los trabajos de rutina de la bodega fue el estado de salud de Delfo José, quien a los 34 años sufrió una enfermedad en los riñones con pérdida de la función renal y entró en tratamiento de diálisis. No obstante del deterioro físico que le infligía la enfermedad, su ánimo y voluntad no se limaban. Fue transplantado y sus controles los realizaba en la ciudad de Buenos Aires. Todo lo cual también incidió desfavorablemente en la borrasca económica que tuvo que enfrentar el emprendimiento.
Es para destacar que Delfo José contaba en la bodega con la inestimable colaboración de don Juan Gass, su suegro. Un verdadero todoterreno.
Después de venir de días heridos y salvados, tratando de esquivar los barquinazos económicos propios de la década de los años ’80 –producidos por el sobre-endeudamiento– que vio a la actividad vitivinícola nacional atravesar a unas de sus peores crisis históricas, esta bodega decide clausurar definitivamente sus lagares en el año 1989 y solicitar la baja de la actividad al Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Agobiado y esquilmado por las deudas y con la finalidad de cumplir con los compromisos contraídos, es decir, atrasos salariales, obligaciones con proveedores, fiscales y endeudamiento financiero, Delfo José, a quien le había quedado en la boca el gusto amargo de la desazón, decidió desmantelar la bodega y vender todos los implementos y equipamiento existente en la misma.
Agobio tributario, crisis, endeudamiento, intereses usurarios, ahogo financiero, vencimientos y quiebras también formaron parte de la utópica tierra de promisión del utópico país de propietarios.
Agradezco a mi estimado colega Ing. Juan J. Ciccioli Gass por el aporte de los datos familiares y demás información brindada para poder desarrollar la presente reseña histórica de la bodega en cuestión.
Publicado en Marbetes de damajuanas de vino de bodegas de la norpatagonia.

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