viernes, 31 de mayo de 2019

Tras gestiones de COVIAR, se consiguió que los vinos que utilicen el sello “Alimento Argentino” alcancen un 0,5% adicional en reintegros a exportaciones.

La Secretaría de Agroindustria de la Nación, a través de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía y la Dirección Nacional de Alimentos y Bebidas, ha elaborado un nuevo Protocolo de Calidad para Vinos Argentinos, gracias a las gestiones de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) con la colaboración del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Wines of Argentina y Bodegas de Argentina.
El nuevo protocolo flexibiliza las condiciones para que las bodegas, que cumplan los requisitos, puedan utilizar en las etiquetas de sus vinos el sello “Alimento Argentino”, el cual garantiza estándares altos de calidad para acceder a mercados internacionales. El sello también tendrá valor en el mercado interno argentino.
Las bodegas que aspiren a tener en sus vinos el Sello “ALIMENTOS ARGENTINOS UNA ELECCION NATURAL” y su versión en idioma inglés “ARGENTINE FOOD A NATURAL CHOICE”, deberá poseer requisitos de calidad diferenciada. Sus uvas deberán provenir de un viñedo que cuente con Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) implementadas; y deberá ser elaborado y fraccionado en bodegas que cumplan con un mínimo del 75% de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), según la información oficialmente registrada y proporcionada por el INV, como organismo de control del sector. Asimismo, la etapa de elaboración deberá contemplar la aplicación de prácticas enológicas reglamentadas y uso de productos enológicos lícitos. El vino deberá cumplir con los parámetros analíticos establecidos en los Certificados de Libre Circulación y Aptitud de Exportación. Desde el punto de vista organoléptico, el vino deberá encontrarse libre de defectos. Ambos análisis serán llevados a cabo por el INV.
Además, los bodegas que accedan a la utilización del nuevo protocolo para poder utilizar el sello alcanzarán un 0,5% adicional en los reintegros a las exportaciones.
El Boletín Oficial publicado hoy, 29 de mayo de 2019, expresa que “la diferenciación por calidad es un componente estratégico para el desarrollo competitivo de las producciones alimenticias y un factor diferencial para el ingreso a nuevos mercados, verificando que un Protocolo de Calidad para los Vinos Argentinos resulta ser un patrón o medida para todos los productores que deseen diferenciar su producto como estrategia competitiva”.
Además, la publicación expresa que la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria del Ministerio de Producción y Trabajo tiene entre sus objetivos asistir en la ejecución de planes, programas y políticas de producción, transformación y agregado de valor, comercialización, tecnología, calidad, diferenciación y sanidad en la producción agroalimentaria y agroindustrial, ante lo cual, tiene interés en la aprobación de un Protocolo de Calidad de carácter no obligatorio y de adhesión e implementación voluntaria, que identifique los atributos diferenciales de los Vinos Argentinos para facilitar el posicionamiento de nuestra producción en los mercados extranjeros, con valor agregado y calidad diferenciada.
Informes: financiamiento@coviar.com.ar

Fuente de información: 
Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

domingo, 26 de mayo de 2019

Se desinfla el boom del Malbec En los últimos cinco años se dejaron de exportar casi 20 millones de litros de ese varietal a Estados Unidos.

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Se desinfla el boom del Malbec

En los últimos cinco años se dejaron de exportar casi 20 millones de litros de ese varietal a Estados Unidos.
Por Soledad González y Mariano Zalazar - mzalazar@losandes.com.ar

El malbec es la carta de presentación de la vitivinicultura argentina en el mundo, nadie lo discute, pero en los últimos años el varietal emblema ha comenzado a perder mercado en su principal destino. Las estadísticas del Observatorio Vitivinícola lo muestran con claridad. Entre 2014 y 2018 las ventas a Estados Unidos cayeron 30% en volumen y 13,2% en valor.  
Los números presentados por el organismo indican que en 2014 Argentina exportaba 60.754.925 litros de malbec al país norteamericano y tras varios años de retracción, las ventas bajaron a 42.295.287 litros (30% de caída). La suba del precio promedio de venta (quedaron fuera de mercado muchos vinos de gama baja) permitió que la caída en términos de valor fuera porcentualmente menor (-13%). En 2014 las bodegas nacionales exportaron un total de  U$S 220.434.196 FOB de malbec a Estados Unidos y en 2018 recaudaron U$S 191.420.026 FOB por sus envíos del varietal emblema a ese mercado. 
La buena noticia es que si se abre un poco el abanico se pueden observar algunas vías de escape que las bodegas utilizaron para compensar la mayor parte de la caída en Estados Unidos. La principal alternativa fue Reino Unido, el segundo mercado en importancia para el malbec de Argentina. Entre 2014 y 2018 se logró una mejora del 106% en volumen y crecimiento del 85,5% en valor, siempre hablando del mismo varietal. 
También China fue una opción interesante. Si bien se trata de un volumen relativamente chico, en los últimos cinco años Argentina logró mejorar sus envíos de malbec un 28% en volumen y un 50,8% en valor.  Es diferente el balance de Canadá y Brasil, el tercer y cuarto mercado respectivamente en importancia para el malbec. En el primer caso hubo una caída del 9% en volumen y del 13,2% en valor durante el período analizado (2014 a 2018) y en el segundo, los envíos crecieron 19% en volumen, pero se estancaron en valor. 
En el balance general de los cinco principales mercados del malbec argentino, se observa una caída en volumen del 3%, pasando de 91.916.400 litros en 2014 a 89.024.235 litros en 2018. Eso demuestra que el buen desempeño de las bodegas argentinas en China, Brasil y sobre todo en Reino Unido, no fue suficiente para compensar la fuerte baja registrada en Estados Unidos y Canadá. 
Un punto a favor para el sector, es que el malbec obtuvo un resultado positivo en valor en sus cinco principales mercados. En 2014 se exportaron en total U$S 348.905.836 FOB y en 2018 U$S 359.608.536. Eso se debe, por supuesto,  al aumento del precio promedio de las exportaciones de ese varietal. Según datos del Observatorio, tomando el total del mercado externo (no solo los cinco principales destinos) el litro de malbec se exportaba a U$S 3,87 promedio en 2014 y alcanzó un precio de U$S 4,11 en 2018.

“Malbec dependencia”.
En la última década el malbec ha sido la “punta de lanza” para las exportaciones de vino argentino. Su éxito en diferentes partes del mundo, principalmente en Estados Unidos, le abrió las puertas a las bodegas para dar a conocer sus vinos en nuevos mercados.
Sin embargo, la participación del malbec en el total de las exportaciones argentinas tomó demasiado protagonismo y la caída que sufrió en los últimos años compromete a todo el sector externo de la vitivinicultura. Para tener una mejor idea de la “malbec dependencia”, se pueden repasar algunos números. 
Según el Observatorio Vitivinícola, en 2008 las bodegas de Argentina exportaron 419,2 millones de litros de vino al mundo, de los cuales 63 millones de litros fueron de malbec (tuvo una participación de 15%). Diez años más tarde, en 2018, Argentina exportó 275,3 millones de litros y 124,4 millones fueron de malbec (llegó a una participación del 45%).

Deudas y expectativas.
La caída del malbec no pasa desapercibida para el sector. Francisco Do Pico, director de Relaciones Institucionales de Peñaflor, no se mostró sorprendido con los resultados y advirtió que la retracción tiene mucho que ver con la falta de promoción. “Ni los gobiernos ni la industria toman nota de lo imprescindible que es la inversión en la promoción del vino argentino en el exterior, sobre todo para las bodegas medianas y pequeñas que no tienen recursos para marketing de sus productos. Es importante participar en ferias como Vinexpo”, comentó.
Gastón Lo Russo, CEO de Finca Flichman, también se mostró preocupado, pero optimista a futuro. “Las ventas se están reactivando de a poco. La caída del malbec durante el año pasado es un poco auto inflingida por el atraso del tipo de cambio. Además, los márgenes en los niveles de precios bajos eran tan chicos que las empresas se vieron forzadas a quitar el apoyo promocional y eso hizo que se forzara la caída de volumen. De todas formas, el mercado externo se está volviendo más atractivo. Lo que sí falta son acuerdos de libre comercio”, apuntó.

“Las modas pasan y lo bueno siempre queda”.
El prestigioso crítico de vinos de Wine Advocate, Luis Gutiérrez, se refirió a la situación del malbec. El experto aseguró que Argentina aún tiene muchas oportunidades para crecer, pero advirtió que también son muchas las cuentas pendientes.  
Analizando lo ocurrido en los últimos años en Estados Unidos, Gutiérrez planteó la incógnita de si “se acabó la moda del malbec en el país norteamericano”.  La respuesta no es sencilla, pero el crítico recordó que “las modas pasan, y lo bueno queda...”. Por eso, consideró que “es más importante centrarse en los sitios que en las variedades”. Desde su punto de vista, “las variedades se pueden copiar, pero los sitios son únicos”.
Por otro lado, aclaró que la pérdida de competitividad de Argentina en los segmentos de precios más bajos no conducirá a una retracción mayor. “Todavía hay muchos vinos de buena relación calidad-precio en Argentina, España y Chile, pero se debe trabajar mucho en la calidad. Siempre va a haber alguien que pueda ofrecer el vino más barato. Competir solo mirando el precio es una estrategia posible, pero solo si se piensa en el corto plazo”, explicó Luis Gutiérrez.  

Luis Gutiérrez, crítco de Wine Advocate.
De todas formas, el crítico de Wine Advocate aclaró que siempre es recomendable abrirse a otras posibilidades. “Yo creo que la diversidad es muy importante y la cosa se vuelve aburrida cuando todo el mundo quiere hacer lo mismo. Hay mercado para muchas gamas de precios y estilos de vino, pero hay que saber explicarlo o encontrar un segmento de mercado. Es diferente vender mucho volumen a bajo precio que intentar estar en el top mundial. Ambas cosas son posibles para Argentina”, opinó. 

Mercado interno.

En los últimos cinco años las ventas de malbec en el mercado interno han tenido varios altibajos, pero el balance general es positivo. Las estadísticas publicadas por el Observatorio Vitivinícola muestran que en 2014 se despacharon 70.541.190 litros de ese varietal. Luego, en 2015, las ventas al mercado local aumentaron hasta los 85.447.054 litros. A partir de 2016 los despachos empezaron a caer, pero todavía se mantienen por encima de lo que se venía en 2014. Es que en 2018 se contabilizaron 73.898.823 litros comercializados en el mercado local.

A diferencia de lo ocurrido en el mercado externo, la participación del malbec en las ventas se ha movido muy poco. En 2008 el 6% del total de vinos despachados eran de malbec y en 2018 llegó al 7%

Fuente: https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=malbec-cae-el-volumen-y-preocupa-al-sector

domingo, 12 de mayo de 2019

Una copa de vino por día para cuidar el corazón, ¿sigue en pie? Hace 25 años el doctor Favaloro la recomendó para proteger las arterias.

Una copa de vino por día para cuidar el corazón, ¿sigue en pie?

Hace 25 años el doctor Favaloro la recomendó para proteger las arterias. 

Hace 25 años, el doctor René Favaloro recomendó beber una copa de vino tinto por día para proteger a las arterias del efecto devastador de la aterosclerosis. ¿Sigue vigente esta recomendación?
El Dr. Jorge Tartaglione, médico cardiólogo (M.N. 67502), presidente de la Fundación Cardiológica Argentina le dice a Clarín que existe una franca evidencia que afirma que si se toma vino con moderación, especialmente tinto, se obtienen beneficios para el aparato cardiovascular. “El vino tinto ayuda a controlar la presión, reduce el colesterol malo, aumenta el bueno, disminuye la formación de coágulos en el corazón y las arterias”, explica.
Según el experto, “no por el etanol del alcohol sino por los polifenoles que están presentes en el vino”. Y agrega: “El tema es la cantidad. La recomendación actual nuestra, y de la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón), es de 2 copas, es decir 280 mililitros de vino por día, dejando 2 días libres de alcohol a la semana. Y para las mujeres se reduce a 1 vaso de vino por día, dejando 2 días libres. Esta diferencia tiene que ver por la acción metabólica y hormonal de las mujeres que cambian la metabolización del alcohol”.
Pero apenas se cruza ese umbral, “las acciones beneficiosas pasan a ser perjudiciales en forma inmediata”, advierte el médico.

La paradoja francesa.

El debate por los beneficios y riesgos del consumo de vino nació en la década de los 70, cuando se comenzó a estudiar lo que años más tarde, en 1992, los científicos S. Renaud y M. Lorgeril llamaron la “paradoja francesa”: a pesar del consumo de una dieta rica en grasas saturadas, los franceses tenían un riesgo bajo de mortalidad asociada a cardiopatía isquémica en los bebedores de vino tinto, en comparación con la población de los Estados Unidos y Gran Bretaña entre otros países.
En uno de los estudios realizados por Renaud en el ámbito de la Universidad de Burdeos, se analizaron las costumbres alimenticias y el perfil lipídico de 36.250 personas. Una de las conclusiones afirmaba que las personas que bebían vino en cantidades moderadas, incluyendo los que tenían un nivel elevado de colesterol, reducían entre un 30% y 40% el riesgo de morir por episodios cardiovasculares.
“Después de poco más de 20 años de la acuñación de la frase de la ‘paradoja francesa’, varios estudios han investigado las asociaciones clínicas y biológicas fascinantes, abrumadoramente positivas, del consumo de vino tinto con enfermedad cardiovascular y mortalidad”, cuenta la Dra. Valeria El Haj, directora médica de vittal.
La médica afirma que “la ingesta ligera a moderada de vino tinto produce un caleidoscopio de efectos potencialmente beneficiosos que se dirigen a todas las fases del proceso aterosclerótico, desde la aterogénesis (desarrollo temprano de la placa y el crecimiento) hasta la oclusión vascular (dilatación mediada por flujo, trombosis)”.
Sin embargo, El Haj es contundente al afirmar que “por el contrario, el consumo excesivo de alcohol esporádico o crónico, se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares”.
Coincide la Dra. Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición, Directora Médica de CRENYF: “Sabemos que, un consumo moderado u ocasional de bebidas alcohólicas de baja graduación o fermentadas como vino, cerveza, sidra o champagne no ocasiona daños en el organismo en personas sanas, pero cuando el consumo es frecuente y en grandes cantidades puede producirse una intoxicación y provocar efectos indeseables en el organismo”.
En opinión de la nutricionista Florencia Soledad Lucente (MN 6843) de los Centros Médicos DIM la indicación de tomar un vaso de vino tinto por día para proteger las arterias coronarias se debe usar de manera personalizada sin generalizar. “En el pasado algunos estudios demostraron que el consumo de leve a moderado de alcohol puede proteger al corazón frente a diferentes enfermedades coronarias. Ahora bien, es correcto recomendarle a un paciente que se tome un vaso de vino para proteger al corazón cuando no modificó hábitos, es sedentario o tiene sobrepeso u obesidad? A esa persona no le suma nada tomar vino a diario si no hace ejercicio o no baja de peso. Por eso, más allá de la recomendación de Favaloro, ahora hay que tener en cuenta otros factores antes de pensar en la ingesta de alcohol”, apunta Lucente.

Quienes toman más, ¿toleran más?

En cuanto a tolerancia de cada organismo frente al alcohol, Busnelli afirma que la misma es individual y que puede variar de una persona a otra, dependiendo de la capacidad enzimática del hígado para metabolizarlo. “Así encontramos variaciones entre las diferentes etnias, sexo (siendo la mujer más sensible), edad y peso. No existe una cantidad mínima de alcohol no perjudicial. Pero sí existe una recomendación de consumo (30 gramos en hombres y 20 gramos en mujeres, en adultos sanos), que marca la diferencia entre uso y abuso de alcohol, y que si se supera puede tener consecuencias muy peligrosas para la salud”.
En ese sentido, Tartaglione no deja lugar a dudas, afirmando que con el alcohol no existe una relación dosis-respuesta, es decir “a más vino más protección”. “Además, no existen estudios que digan que si una persona deja de tomar vino se enferma más. Por ejemplo, en el caso del tabaco, si la persona no fuma, va a tener menos enfermedad coronaria, pero si quitamos el vino no existe evidencia de que va a tener más enfermedad cardiovascular”, agrega.

El mito: Fijador de grasas.

Es otro de los grandes mitos que circulan por las redes sociales y se mencionan como “posverdades”. “Es totalmente falso considerar al alcohol un fijador de grasas”, responde Busnelli. “Pero es absolutamente cierto que tiene un efecto muy importante tanto en la ganancia de peso como en el aumento de la glucosa en sangre, siendo un factor de riesgo muy importante para padecer obesidad y diabetes”, dice la médica.
Según explica la nutricionista, los tres macronutrientes que le aportan energía a nuestro organismo son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Mientras que los hidratos y las proteínas aportan 4 calorías por gramo cada uno, y las grasas 9 calorías, el alcohol aporta lo que solemos llamar “calorías vacías”, que contabilizan 7 por gramo. Es decir, el alcohol aporta muchas calorías y prácticamente ningún nutriente. “Las calorías aportadas por el alcohol se suman a las que consumimos con las comidas”, dice Busnelli. “Cuando existe un aumento de las calorías que ingerimos en relación con las que quemamos, ese exceso se convierte y se acumula en forma de grasa. Es importante saber además que cuanto mayor sea la graduación alcohólica, más calorías aportan”.

Calorías por bebida alcohólica 

  • Una copa de champagne o vino aporta aproximadamente 110 calorías
  • Un chupito de tequila de 50 ml, 110 calorías
  • Una medida de 50 ml de whisky, 125 calorías
  • Una lata de cerveza, 130 calorías
  • Un trago de fernet con gaseosa cola puede alcanzar las 400 calorías ya que a las del alcohol se suman las calorías de la bebida azucarada, generando una aumento en sangre realmente exagerado de la glucosa.

Qué sucede en el caso de la cerveza.

En los últimos años ha existido un muy buen márketing en relación con la cerveza y el vino, otorgándoles a cada uno de ellos algunos beneficios. “Se detalla que la cerveza contiene gran cantidad de nutrientes, especialmente minerales y vitaminas, pero si vemos su tabla nutricional podemos darnos cuenta de que no es tan real”, puntualiza Busnelli. Y agrega: “Se ha recomendado mucho su uso moderado en menopausia, pero siempre dentro de una alimentación saludable ya que algunos de sus ingredientes naturales, como agua, cebada y lúpulo, podrían tener efectos beneficiosos en la salud de la mujer debido a sus propiedades estrogénicas, antiinflamatorias y antioxidantes, a su contenido de fibra y fitoestrógenos, altamente beneficiosos cuando se cursa con el descenso de estrógenos propio de la menopausia. También se ha aconsejado para deportistas después de hacer ejercicio por sus minerales”.
Y aporta: “Realmente considero que, en ambos casos, muchos alimentos tienen estos mismos beneficios sin la necesidad de hacer una recomendación sobre una bebida que trae aparejado todos los inconvenientes que acabamos de revisar del alcohol, o podría existir la posibilidad de consumir aquellas cervezas que no contengan alcohol.” Según la nutricionista consultada, los polifenoles y el resveratrol, útiles para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, ya que mejoran la elasticidad de los vasos sanguíneos y ayudan a reducir el colesterol, y que han dado tan buena fama al vino tinto, pueden encontrarse en los frutos rojos y el chocolate negro.
En cuanto a los flavonoides, antioxidantes que previenen distintos tipos de cáncer, se encuentran en el brócoli, el coliflor, la manzana, los arándanos, el limón y el chocolate negro, además del vino tinto.
“Es decir que podemos obtener de los alimentos todos los beneficios nombrados anteriormente sin recomendar bebidas que traen aparejado sugerir un hábito que es nocivo para la población. De hecho, hoy en día, el resveratrol puede conseguirse en comprimidos en todas las farmacias de nuestro país, siendo un suplemento de venta libre”, concluye Busnelli.
Publicado en Diario "Clarín", domingo 12 de Mayo de 2019.

miércoles, 8 de mayo de 2019

Ya hay un vino certificado apto para celíacos. La primera certificación nacional es desde una bodega guaymallina.

Una noche que quedará en la memoria de la vitivinicultura y la comunidad celíaca se vivió en la Bodega Barberis. Con motivo de celebrar el Día Mundial de la Celiaquía, se presentó oficialmente Ananias Gluten Free Wines, el primer vino certificado libre de gluten. Esto marca un precedente importante para el departamento, que avanza firme hacia la innovación y ahora es vanguardia en el país.

Jeremías Gómez, director de Desarrollo Económico de Guaymallén, dio la bienvenida a todos los presentes y resaltó el orgullo que significa elaborar estos productos para brindar seguridad a los consumidores: “Es un placer para nosotros poder acompañar las actividades privadas. Barberis fue el primero que impulsó la normativa a través del INV y los primeros en certificar a nivel nacional. Para Guaymallén es un orgullo que las bodegas se den a conocer y que sean innovadoras, eso nos posiciona de otra manera. También, poder brindar con un vino desarrollado íntegramente en el departamento. Hoy estamos dando una garantía a todos los celíacos de poder tomar algo y sentirse tranquilos. Este producto ya está en el mercado, lo que significa que Guaymallén está resurgiendo y esto nos influencia mucho en el turismo interno”.

Con gran alegría, Adrián Barberis se sumó al mensaje de bienvenida y destacó: “Es un placer poder recibir en casa a todos ustedes. La verdad que ha sido cumplir un sueño, también de Paola, porque hace tiempo veníamos atrás de este proyecto. A las pequeñas empresas, decirles que es posible cumplir esa parte de innovar o de estar en la vanguardia de un producto. Vamos a ir incorporando otros varietales a la línea de Ananias, para que la gente tenga un abanico amplio de posibilidades”.

Por su parte, Paola Pagano también agradeció a los presentes y emotivamente comentó: “Para nosotros ha sido muy importante el evento, y sobre todo el poder invitar a los pares celíacos a disfrutar de esta noche tan especial. Ananias es un emprendimiento familiar que une el vanguardismo con la tradición de Barberis, de la mano de nuestro enólogo Rolando Lazzarotti. De esto comenzamos a ser parte cuando nos abrimos a las posibilidades, hay que brindar chances al mundo a ser diferentes y es lo que estamos tratando de generar a través de la Bodega Barberis y Ananias”.

Como un homenaje hacia todas las personas que padecen esta enfermedad e impulsando la idea de compartir en iguales condiciones, durante la noche los participantes pudieron disfrutar de un ágape con todos productos elaborados libres de gluten. La música acompañó desde el swing, junto al Ensamble de Jazz de Guaymallén. Además, permanecieron expuestas las inconfundibles obras en madera de Federico Arcidiacono.

Junto a la comunidad celíaca, estuvieron presentes autoridades municipales, del Instituto Nacional de Vitivinicultura, referentes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, empresarios vinculados al rubro, distribuidores, proveedores, profesionales de la salud y público en general. Sumado a la degustación del malbec y de las exquisiteces gastronómicas, tuvieron la posibilidad de recorrer y conocer las instalaciones de la bodega ubicada en el distrito El Sauce.

Sobre Ananias Gluten Free Wines.
Teniendo en cuenta la limitación al momento de consumir, pero también la necesidad de formar parte de la experiencia vitivinícola, “Ananias Gluten Free Wines” comenzó a trabajar en este proyecto que convierte a Mendoza en pionera para que la comunidad celíaca deje de ser un segmento postergado. Fue gracias a la normativa establecida por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y a la certificación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que en pos de la seguridad para quienes padecen esta enfermedad, definen lo que es apto de lo que no lo es.

Con las bases legales asentadas, esta familia decidió combinar el vanguardismocon toda la tradición de un buen malbec mendocino, convirtiendo a Barberis en la primera bodega que elabora vinos bajo la leyenda “Libre de gluten”. Es importante destacar que estos productos están certificados con el símbolo obligatorio establecido en el Código Alimentario Argentino (CAA).

En cuanto a la producción, la diferencia con un vino tradicional es muy sencilla. Basta con aplicar buenas prácticas que impidan la contaminación cruzada tanto en la elaboración como en el fraccionamiento, evitando el uso de las llamadas “prolaminas”, entre las que se encuentran avena, trigo, cebada y centeno.

El vino ya se encuentra a disposición de los consumidores, y puede conseguirse en el mercado interno, dietéticas y vinotecas.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, martes 7 de mayo de 2019.