Tres cosas que delatan al esnob del vino que pulula por las redes.
Hace tiempo el vino se ha convertido en tema de conversación, en la web cada vez encontramos más aplicaciones, foros o grupos dedicados al tema donde sus adeptos se dan cita para compartir experiencias relativas a la noble bebida.
Existen por supuesto diferentes tipos de internautas usuarios de estos espacios, así encontramos, por ejemplo, a los Conocedores que son identificables por la facilidad de argumentar sus aportes; los Entusiastas, aquellos que quieren aprender y por eso están atentos a todos los post y hacen preguntas, además realizan aportes muy valiosos y están abiertos a las opiniones de los demás; y también encontramos a los Esnob, aquellos que quieren aparentar saber más de lo que saben en realidad y en ocasiones terminan enredándose.
En este post te cuento tres cosas que delatan al snob del vino que pulula por las redes para que vos también lo reconozcas y no te dejes intimidar.
1.- Menospreciar a los vinos económicos.
Frases como “Mi paladar ya no está para eso“, “Ni loco hago un posteo con este vino“ o “Qué haces tomando esa cosa?“ son frecuentes en ellos. Tal vez olvidan que también comenzaron a recorrer la senda del vino con etiquetas humildes (todos lo hicimos). Buscan hacer sentir mal a los demás por los vinos que descorchan, criticándolos, creyendo que de esa manera se muestran más conocedores del tema cuando en realidad logran todo lo contrario. Al nuevo consumidor de vinos hay que acompañarlo e irle sugiriendo diferentes etiquetas sin olvidar que lo más importante es que disfrute de cada una de ellas. Además en este punto debo mencionar también que soy defensora de los vinos de mesa, responsables de sostener una industria que hace años muestra números rojos y que en más de una oportunidad se plantan muy dignos frente a otros productos de precios superiores.
2.- Criticar el modo de consumo de los demás.
Se lee frecuentemente “Ponerle soda al vino es pecado mortal!”, “Cómo se te ocurre ponerle hielo?!”. Pero la verdad es que cada uno disfruta de los vinos a su manera, así como elegimos diferentes puntos de cocción cuando comemos carne también podemos elegir tomar el vino como queramos. Al final de cuentas si es mediodía y preferís un vino sodeado para aligerarlo un poco y seguir trabajando después, o si hace mucho calor y queres ponerle un hielo cuál es el problema? En definitiva al vino lo pagaste vos, tomalo como quieras.
3.- Tomarse hasta la última gota.“Si fuera vos no hubiera dejado ni un poquito”, “A mi nunca me sobra vino”, o “Botella abierta, botella muerta” son sus frases de cabecera. Y adivina qué… Tomar más no te hace más conocedor. Un vino abierto no necesita ser consumido inmediatamente, no se autodestruye en 5 segundos. Puedes descorchar tu vino en la noche y tomarte otra copa al medio día del día siguiente, y así hasta que la botella se termine, te aseguro que no se va a hacer vinagre de la noche a la mañana, y así sigues tu propio ritmo, no el que los esnob del vino quieren imponerte. Además debemos recordar que el consumo en exceso de bebidas alcohólicas es perjudicial para la salud y lamentablemente una botella entera para vos sólo es mucho. En el caso de que hayan pasado muchos días y no lo hayas terminado hay alternativas para reutilizar el vino.
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