domingo, 31 de marzo de 2024
Savoir faire francés, con estilo argentino.
miércoles, 27 de marzo de 2024
La historia del pingüinito, un complemento de la mesa argentina que marcó toda una época.
La historia del pingüinito, un complemento de la mesa argentina
que marcó toda una época.
Los más memoriosos sabrán perfectamente de qué hablo cuando
nombro al “pingüinito”. Su origen es ampliamente discutido, pero se cree que
vino de la mano de los inmigrantes italianos en la década del 30, para cubrir
una necesidad en el servicio del vino.
Por Francisco González Antivilo.
La columna de esta semana tiene como fin trasladarnos por un
ratito a esa parte de nuestra historia que casi se extingue y que hoy ha sido
puesta en valor nuevamente.
Por aquellos años todavía no existía la ley de envasado en
origen (sancionada en 1984 durante la presidencia de Alfonsín y derogada en
1991 bajo la presidencia de Menem) que estableció que el vino debía ser
fraccionado en la zona de producción. Las bodegas trasladaban el vino a granel
hasta las grandes zonas de consumo como Rosario, Buenos Aires y Córdoba para
comercializarlo en envases de 200 litros, 20 litros o 5 litros a cantinas, pulperías
o vendedores de vino.
En este contexto, algunas bodegas contaban con planta
fraccionadora en el destino (dato de color: una de estas plantas se encontraba
en lo que hoy en día es el Polo Científico Tecnológico en la calle Godoy Cruz
de Palermo, CABA). Otras veces, el fraccionado quedaba a cargo del propio
comercializador, por lo que no se podía garantizar la calidad de la bebida, que
casi inevitablemente se veía alterada. En esta parte de la historia la calidad
y la conservación del vino no era un tema que desvelase a la sociedad.
Una vez en destino, cantineros y pulperos necesitaban fraccionar el vino para llevarlo a la mesa del cliente y es allí donde toma importancia este simpático animal. Previo al pingüino se utilizaban unas jarras con una manija de mimbre, pero en algún punto (incierto) este animalito hecho jarra de vino se popularizó y comenzó a utilizarse masivamente tanto en los negocios, pero también en la mesa familiar, donde tuvo un pico de uso entre los años 50 y 70 del siglo pasado.
Algunos dicen que se utilizó este animal por la forma
parecida a la de una botella o jarra y porque causaba simpatía que el vino sea
vertido a través del pico, pero lo cierto es que también se intentó imponer
patos, elefantes y hasta cupidos, pero no tuvieron la misma repercusión, por lo
que cayeron en el definitivo olvido.
El pingüino original era de litro, pero hoy en día se pueden conseguir de un cuarto, medio, tres cuartos y volumen original.
Luego de sancionada la citada ley de envasado en origen la
industria se tuvo que volcar a la botella de 750 ml, a la etiqueta y al
packaging. Allí se empieza a moldear de a poco la presentación de hoy en día de
los vinos.
Pero a partir del nuevo siglo surge un nuevo cambio, ya que
la cultura de lo visual, el aumento de las bodegas y elaboradores tornaron
imperiosa la necesidad de diferenciación, por lo que se recurrió a cada vez una
mejor estética (tanto es así que muchas veces la estética es más cara que el
propio vino). En paralelo, a partir de la reconversión vitícola, se comenzaron
a elaborar vinos de más alta calidad que casi obligadamente necesitaron
apoyarse en dar una mejor presentación del producto para ponerlo en valor.
Pero como con toda tendencia, al tiempo apareció la
contra-tendencia que salva al pingüino del olvido y lo trae de nuevo a la mesa
familiar, también a los bares y pulperías que han tomado un nuevo auge. Hoy, el
vino que llega a este tipo de jarra suele ser mucho mejor del que llegaba hace
medio siglo, por lo que es común que se rellene con vino de bag-in-box, o por
qué no, de damajuana también, pero de una calidad aceptable. El famoso vino de
la casa.
La vuelta del pingüino a la cantina.
Además del servicio de vino esta jarra es muy útil para el
servicio de sangrías en tiempos de estío, o por qué no, un vermut bien frapé.
Pero tenga contado cuantas veces rellena el pingüino porque puede ser
traicionero, ya que es recargable y se pierde la noción de la cantidad.
¿Como cierro este viaje por la historia? Aunque parezca un
mensaje ecologista, lo digo con un profundo aprecio de la industria
vitivinícola de la cual soy parte, salvemos a los pingüinos.
Si bien solo se puede ver como un envase vintage, representa
más que eso. Es parte de nuestro legado cultural como país vitivinícola. Es
testimonio de parte de nuestra historia, cuando el consumo de vino era más
común que ahora, formaba parte de la mesa familiar y del encuentro de los amigos
en las cantinas y pulperías.
Perfil.
Francisco González Antivilo forma parte del mundo del vino
desde hace 18 años. Escribe y comparte. Se ha formado y trabajado en distintas
áreas que aportan a la industria vitivinícola, como la comercialización, la
producción y la docencia. Tiempo después de recibirse de ingeniero agrónomo
comenzó su formación para recibirse de Doctor en Ciencias Biológicas,
trabajando como científico por varios años. Hoy, trabaja en su empresa de I+D
para el sector agrícola como gerente. www.frangonzalezantivilo.com /
@frangonzalezantivilo
26 de marzo de 2024.
Publicado en Guarda 14 del Diario LOS ANDES de Mendoza.
viernes, 22 de marzo de 2024
El INV aprueba la desalcoholización del vino.
El INV aprueba la desalcoholización del vino.
Café sin cafeína; cerveza y sidra sin alcohol y ahora, vino desalcoholizado. Es una tendencia que avanza en el mercado y Argentina se suma a Estados Unidos, Chile, Sudáfrica, China, Australia, Uruguay y Nueva Zelandia.
En el mundo el vino sin alcohol es una tendencia que suena y resuena. En nuestro país ya se conseguía vinos de baja graduación y, desde el año pasado, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) estaba testeando y analizando la aprobación de una bebida tal y como se comercializa en Europa desde hace ya algún tiempo. Finalmente, ayer salió la autorización y dan vía libre para la desalcoholización del vino.
El 19 de marzo se conoció la Resolución 5/2024, a través de la cual el INV dispuso cambios en algunos aspectos clave sobre la regulación y las normativas relacionadas con la práctica de desalcoholización del vino y la definición de los productos resultantes de este proceso.
Los cambios fueron publicados ayer en el Boletín Oficial. La resolución también difundió las normativas internacionales relacionadas con el tratamiento de desalcoholización de vinos y los productos resultantes de este proceso han sido modificadas con el tiempo, lo que requiere actualizaciones de las prácticas y definiciones relacionadas con la desalcoholización del vino a nivel local, lo que justificaría la norma oficial.
¿A partir de cuándo rigen los cambios? De acuerdo a la normativa, la medida entrará en vigencia a partir del quinto día hábil siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.
Asimismo, se enumeran varias resoluciones y regulaciones de diferentes organismos y países que abordan la desalcoholización del vino y la corrección del contenido de alcohol en productos vitivinícolas y hace referencia a la aprobación de prácticas enológicas lícitas, como la desalcoholización del vino y la corrección del contenido de etanol del vino hasta un cierto porcentaje, así como la definición de términos como "vino parcialmente desalcoholizado" y "vino desalcoholizado o sin alcohol".
En ese sentido, se establecen disposiciones específicas, como la necesidad de autorización del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) para utilizar equipos de desalcoholización, la obligación de mantener separados los productos desalcoholizados en los establecimientos vitivinícolas y la destinación de la mezcla hidroalcohólica a destilerías o fábricas de vinagre.
Las claves.
A la hora de rastrear las claves de la resolución, claramente se puede ver que los puntos clave de la normativa son que se aprueba la desalcoholización del vino como práctica enológica lícita; solo se podrán utilizar equipos autorizados por el INV para la desalcoholización; y se permite la corrección del contenido de etanol del vino hasta un máximo del 20%.
Asimismo, se definen las siguientes categorías: Vino con Corrección de Alcohol (Reducción del contenido alcohólico): Vino con un contenido alcohólico menor al original; Vino Parcialmente Desalcoholizado: Vino con una disminución del contenido alcohólico superior al 20%, pero con un contenido final de al menos 0,5% vol.; y, finalmente, Vino Desalcoholizado o Vino Sin Alcohol: Vino con un contenido alcohólico inferior a 0,5% vol.
Publicado en Más Producción de LA MAÑANA DEL NEUQUÉN.
21/03/2024.
https://masp.lmneuquen.com/vitivinicultura/el-inv-aprueba-la-desalcoholizacion-del-vino-n1100532
A la hora de rastrear las claves de la resolución, claramente se puede ver que los puntos clave de la normativa son que se aprueba la desalcoholización del vino como práctica enológica lícita; solo se podrán utilizar equipos autorizados por el INV para la desalcoholización; y se permite la corrección del contenido de etanol del vino hasta un máximo del 20%.
Asimismo, se definen las siguientes categorías: Vino con Corrección de Alcohol (Reducción del contenido alcohólico): Vino con un contenido alcohólico menor al original; Vino Parcialmente Desalcoholizado: Vino con una disminución del contenido alcohólico superior al 20%, pero con un contenido final de al menos 0,5% vol.; y, finalmente, Vino Desalcoholizado o Vino Sin Alcohol: Vino con un contenido alcohólico inferior a 0,5% vol.
Publicado en Más Producción de LA MAÑANA DEL NEUQUÉN.
21/03/2024.
https://masp.lmneuquen.com/vitivinicultura/el-inv-aprueba-la-desalcoholizacion-del-vino-n1100532
domingo, 10 de marzo de 2024
Antigua Bodega Patagónica: pasado y presente de un establecimiento emblema de la vitivinicultura de Río Negro.
La fachada actual de la bodega recuperada por la familia Banacloy. Fotos: Andrés Maripe |
La Antigua Bodega Patagónica (ex bodega de la familia Glanz) ubicada en Cervantes teje un nuevo destino de la mano de Carlos Banacloy y su familia. Un recorrido por el pasado y el presente de este establecimiento que volvió a producir vinos de calidad.
La vitivinicultura rionegrina tiene infinitas historias para contar. Muchas de ellas dramáticas, que hablan de pérdidas, de esfuerzos que se fueron por la borda, de desaliento, de proyectos truncos. Pero otras tantas que cuentan una historia de recuperación, de puesta en valor, de ideas que van por buen camino y que hoy viéndolas a la distancia muestran que valieron la pena.
Historias de bodegas que tuvieron un punto final y cuando parecía que todo estaba perdido la realidad indica que no era tan así, que había un mañana, un futuro, una mano dispuesta a querer cambiarlo todo.
La Antigua Bodega Patagónica es una de ellas. Y parte de la historia de esta bodega hoy recuperada la cuenta Carlos Banacloy, artífice junto a su familia de un cambio de rumbo en un establecimiento que fue emblema de la vitivinicultura local: la bodega de Glanz.
La bodega y el almacén forman parte del circuito cultural histórico de la Antigua Colonia Rusa. |
Diario RÍO NEGRO disfrutó de una hora de recorrido por el establecimiento bodeguero mencionado junto al mentor de su recuperación, donde se pudo apreciar el tesón de una familia para cambiar una realidad que parecía cosa juzgada. Ya antes de entrar al lugar el productor comenzó a desandar esta historia. Vivámosla juntos.
“Carlos Soria arma el paseo de Antigua Colonia Rusa y pone todos los carteles como un circuito histórico cultural de Roca. Años después, Claudia Montanaro -en ese entonces intendenta de Cervantes- arma su propio circuito y quedan carteles amarillos mirando para el lado de Cervantes y carteles azules hacia el lado de Roca”, cuenta Banacloy mientras muestra la doble cartelería ubicada a la vera de la calle Sargento Cabral.
El almacén de Glanz, un símbolo de la época que aún se mantiene en pie. |
Un viejo almacén de ramos generales que perteneció a la familia Glanz, ubicado en el predio donde está la bodega y que forma parte del patrimonio histórico, es la segunda imagen que aparece a la vista. Con ese almacén y el esfuerzo familiar se levantó la bodega que fue un ícono de la vitivinicultura regional durante décadas.
“Río Negro perdió 220 bodegas y la Argentina más de 1.000 en una época en que los vinos dejaron de ser el principal hábito de consumo de la población. Argentina llegó a tener un consumo de 90 litros per cápita por año. En ese boom de consumo se desarrollaron todos estos proyectos , donde Río Negro fue pionera en la Patagonia”.
Carlos Banacloy, Antigua Bodega Patagónica.
El paso siguiente es hacia el interior de una gran mole de cemento que domina el paisaje. “Esta bodega estuvo cerrada 25 años, uno de los galpones está original y no lo hemos tocado aún. Cuando llegamos a la bodega hace 10 años todo estaba así, la bodega completa estaba así”, dice Banacloy frente a un espacio en ruinas, crudo testimonio de la debacle productiva de antaño.
¿Qué pasó con esta bodega Carlos?, consultamos. “Río Negro perdió 220 bodegas y la Argentina más de 1.000 en una época en que los vinos dejaron de ser el principal hábito de consumo de la población. Argentina llegó a tener un consumo de 90 litros per cápita por año. En ese boom de consumo se desarrollaron todos estos proyectos , donde Río Negro fue pionera en la Patagonia”.
Uno de los galpones conservado original, donde aún se observa la maquinaria que utilizaban para elaborar vinos. |
Pero luego ocurrió la declinación. Empezó a bajar el volumen de consumo que pasó de 75 a 55 litros per cápita por año, luego a 35 y actualmente está en 24, un gran golpe para bodegas que estaban acostumbradas a elaborar volumen sin poner el foco en la calidad del producto.
Así lo explica Banacloy: “Lo único que se tomaba era vino tinto, clarete y blanco, mayoritariamente blanco. Y ese achique violento de consumo hizo que estas bodegas que tenían una lógica de hacer volumen, granel, no pudieron hacer el cambio. Algunas sí, como Establecimiento Humberto Canale, o la bodega de Antonio Pirri, Tronelli, esas se pudieron adaptar y el resto no”.
Deudas en dólares y devaluación, un combo explosivo.
El recorrido continúa por distintos espacios ya recuperados de la bodega y la historia se nutre de pequeños detalles. “Cuando yo entré acá la bodega estaba intacta, los escritorios, los papeles, los remitos, las llaves, dejaron todo y no vinieron nunca más”, cuenta su propietario actual.
Barricas esperando ser intervenidas para cumplir un nuevo rol en la cadena productiva de la bodega. |
“Al día de hoy ocupamos tres galpones. En uno de ellos están los tanques de fermentación, cada uno de ellos cumpliendo una función distinta por su forma de confección, hay de 5.500 y 10.000 litros”, explica Banacloy.
Mientras va de un tanque de acero a otro, comenta cuál es la función de cada uno: “Esto que vos ves acá es una chaquetilla y toda esta superficie es la que se enfría. Este otro tiene una galería y lo que hace es que tiene fuerte enfriamiento en el piso del tanque y este otro enfría principalmente el sombrero de fermentación. Acá es dónde separás el juego del hollejo y el corazón de la fermentación es el que mayor temperatura levanta, sobre todo los tintos, porque es donde trabaja la levadura”.
Tanques de acero de 55 hl integran el equipamiento para elaboración que hoy tiene la Antigua Bodega Patagónica. |
Al fondo del salón aparece otro eslabón de la cadena: la línea de fraccionamiento. Dice Banacloy: “Hoy tenemos una línea de fraccionamiento que hace un llenado automático, se pone la botella por un lado y por el otro sale la botella llena. Nosotros no etiquetamos de manera directa porque todos los vinos tienen guarda”.
Esto significa que luego del fraccionamiento las botellas con el vino se guardan en un espacio especialmente acondicionado para tal fin y después de 2 años o 3 años salen al mercado. “Así los vinos se redondean, se ponen más amigables”, explica el productor vitivinícola.
En el interior de una antigua pileta.
Sobre un costado descansan las prensas originales de la bodega de Glanz, completamente funcionales y restauradas a su condición original, pero que hoy solo cumplen un rol patrimonial, un testimonio de cómo se hacía el vino antes.
Barricas almacenadas en lo que antiguamente era el interior de una de las piletas de la ex Bodega Glanz. |
En ese entorno hay un detalle que sobresale. Hay paredes de un espesor considerable que rondan el metro de ancho, que cumplen la función de aislar térmicamente el espacio para que no haya mucha variación de temperatura.
“Aquel galpón se hizo en 1957 y este otro en 1963… y los mirás y están intactos”, dice Banacloy frente a las paredes que resisten el paso del tiempo de una manera estoica.
El espacio es inmenso. “En estas dos piletas tenían un volumen de vinos de unos 500 mil litros, similar a lo que elaboran tres o cuatro bodegas en la actualidad”, comenta el propietario del lugar.
Los datos de la historia continúan. “Ya hace 10 años que tenemos la bodega habilitada, 2 años antes empezamos con la limpieza del lugar”, comenta Banacloy.
Sobre un antiguo escritorio reposan botellas de vino elaboradas por la familia. “Ésta es la evolución de esta otra botella”, cuenta con entusiasmo el productor, mientras emparda dos ejemplares de la marca UN con distinta etiqueta.
Los productos que elabora la Antigua Bodega Patagónica.
En algún momento no muy lejano, la actividad vitivinícola tuvo serios inconvenientes para conseguir insumos para la elaboración y el envasado. ¿Cómo está hoy ese tema? “Está complicado, hay insumos pero lo importado cuesta un poco más, corchos, cápsulas, algunos papeles de las etiquetas.
Carlos Banacloy y una muestra de los vinos que hoy elaboran bajo las etiquetas Bellaco y UN. |
Los recuerdos fluyen y enriquecen la charla: “A Antonio Pirri lo conocí hace 15 años y lo fui a ver como Director de Vitivinicultura. Me dijo: Hijo, acordate que se van a arrepentir de haber vendido y erradicado las uvas blancas, en vitivinicultura todo vuelve, son modas, tenía razón, hoy vale menos un Malbec que una uva blanca”.
“El gran desafío que tenemos es hacer un viñedo acá”, dice mientras muestra un predio con olivillos que años atrás era el baldío de la bodega.
Próxima estación, un espacio ambientado para las visitas. “Este espacio gastronómico que llamamos el Mesón del Bodeguero lo inauguramos hace poco, la idea es que puedas venir a comer algo y tomes los vinos de la bodega, está conceptualmente armado para acompañar a la bodega”, explica Banacloy.
El espacio gastronómico que construyó la familia para recibir a los visitantes. |
“Es el paso que está dando la actividad hoy, pasar de lo productivo a lo turístico, porque estábamos lejos de esa mirada. Hay que entender que todos los esquemas de las bodegas son con cabeza de productores, en cambio en Mendoza ya nacen como proyecto turístico, en Neuquén pasa lo mismo”, amplía la idea.
«Por primera vez en la historia, la provincia vuelve a revertir la curva y este año se plantaron 100 ha nuevas de viñedos».
Carlos Banacloy, Antigua Bodega Patagónica.
Como corolario de la visita, Banacloy sumó una nueva cuota de optimismo para la actividad: “Hoy en Río Negro hay una gran cantidad de nuevos inversores vitivinícolas… ¿Y qué sucede? No alcanza la uva, no alcanza el vino. Por primera vez en la historia, la provincia vuelve a revertir la curva y este año se plantaron 100 ha nuevas de viñedos, es un montón, y lo importante es que se hizo de manera natural, no incentivando a regalar viñedos sino porque la demanda está insatisfecha”.
Las sensaciones que dejó el camino recorrido hasta llegar a lo que es hoy la bodega
“Nosotros no venimos de una familia viñatera, mi papá y mi abuelo tenían chacra de peras y manzanas, y uno de mis mentores en este tema fue Juan Garabito (ex Bodega Humberto Canale, hoy en la función pública municipal en Roca)”, dice Banacloy sobre sus comienzos.
“Empezamos a hacer vinos en Bodega Estepa, después compré una chacra y hacíamos vinos en Chacras del Sol frente a la caminera de Roca, ahí estuvimos tres años”, continúa el productor.
“Yo siempre veo que falta de todo, pero si miro hacia atrás y veo cuando entré acá por primera vez la verdad que hemos hecho un montón”.
Carlos Banacloy, Antigua Bodega Patagónica.
La llegada a la bodega fue casi por casualidad, por obstinado y curioso: “Después salí a buscar bodegas viejas cerradas, me interesaba recuperar una bodega vieja. Vine a ver la que está acá al lado, que era de Kaspin… para mi era suficiente y estaba hermosa, pero cuando entré me dijeron: Bueno pibe, pero esto barato no es… y ya me asusté”.
“Cuando me iba vi acá en la entrada un cartel que decía Cooperativa Permás y entré a consultar, esto era una tapera. Me pasaron el dato y hablé con la gente que la tenía e hicimos un contrato de alquiler con opción a compra. Pagué el alquiler durante 6 o 7 años con mejoras que íbamos realizando hasta que decidimos ejecutar la opción a compra”, cuenta sobre la llegada a la bodega.
A la hora del balance dice: “Yo siempre veo que falta de todo, pero si miro hacia atrás y veo cuando entré acá por primera vez la verdad que hemos hecho un montón”.
El recorrido periodístico llega a su fin, pero la historia de la Antigua Bodega Patagónica recién comenzó a escribirse.
Publicado en Diario Río Negro.
viernes, 1 de marzo de 2024
Vino "Nico".
Vino "Nico".
Una etiqueta verdaderamente heráldica: la del vino "Nico". De gules, con un chevron de oro cargado por tres bellas cruces de plata y ese hermoso león en la parte superior, entre otros detalles dignos de mención.
*** Publicado en HERÁLDICA EN LA ARGENTINA de Alejandro Pomar.
https://heraldicaargentina.blogspot.com/2024/02/vino-nico.html
29/2/2024.