domingo, 29 de agosto de 2021

Cabernet sauvignon: pierde protagonismo en la Argentina.


En los últimos años ha disminuido la superficie implantada con este varietal, aunque sigue siendo importante para la vitivinicultura local. El malbec sigue siendo la punta de lanza en el mundo.

Si bien cabernet sauvignon es la cuarta variedad con mayor superficie en el país -después de malbec, cereza y bonarda- y representa el 6,6% del total de vid del país, en los últimos diez años ha perdido hectáreas. Un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura muestra que entre 2010 y 2020 la disminución de la superficie fue de 13,7% en promedio y, en Mendoza, esa merma alcanza el 14,5%.

La mayor facilidad para el cultivo de la uva malbec y para comercializar estos vinos en el mercado externo, junto con el cambio en el gusto de los consumidores, que prefieren propuestas frescas y con menos alcohol, sobre las más estructuradas y con taninos marcados, han hecho que el cabernet sauvignon fuera quedando relegado. Aunque es el varietal más consumido en el mundo, en Mendoza se cultiva para nichos específicos de mercado. En este sentido, uno elaborado por Salentein fue elegido como el mejor del mundo.

En 2020 se comercializaron 519.620 hectolitros de varietal puro y 140.402 hectolitros en cortes con alguna otra variedad. El 39% se exportó y el 61% se comercializó en el mercado interno. Las ventas de varietales con presencia de cabernet sauvignon representaron el 13% del total. Aunque la comercialización de vinos elaborados con este varietal disminuyó un 7,6% en la última década, en los últimos dos años se observa una recuperación, tanto en mercado interno como externo, y el año pasado se alcanzó un volumen similar al de 2010 en exportaciones.

LA MIRADA DE LOS EXPERTOS.

Gustavo Aliquó, investigador de la estación experimental agropecuaria Mendoza del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), explicó que, desde que se introdujeron las variedades francesas, el malbec y el cabernet sauvignon siempre fueron importantes. De hecho, esta última traía el renombre y la primera era minoritaria en el mundo.

Sin embargo, el malbec se dio mejor en Mendoza, la conducción es más sencilla y no requiere de tanto trabajo por parte del viticultor, por lo que ha ido ganando espacio. También tiene un rendimiento más estable, mientras que el cabernet, si se riega demasiado, presenta mermas en la producción. Esto hizo que el varietal que hoy es insignia se impusiera en el mercado interno y, a partir del 2000, cuando se apostó a las exportaciones, se encontrara casi solo en el mundo, porque en Cahors (Francia), su cuna, se cultivaba muy poco.

En cuanto a lo que podrían considerarse desventajas del cabernet sauvignon, Aliquó señaló que es una variedad poco plástica, es decir, sus características varían muy poco en función del suelo y el clima. Por eso es la más cultivada en el mundo y se ha convertido en la “reina” de las tintas. Y la contra reside, precisamente, en esa posibilidad de salir a competir en el mercado a la par de otros países, con vinos que tienen un carácter distinguible.

El especialista del INTA consideró poco probable que el cabernet sauvignon recupere superficie cultivada. Más bien opinó que se quedará estable o seguirá descendiendo. Esto, porque desde hace cinco años, los productores se han inclinado más bien por el cabernet franc, que es el padre del cabernet sauvignon (nace de un cruzamiento natural entre el primero y el sauvignon blanc). Aunque manifestó que no sabe si se trata de una moda, lo cierto es que ahora se prefiere el franc para los cortes, porque se venden mejor.

Fabián Ruggeri, ingeniero agrónomo integrante de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), expresó que el cabernet sauvignon siempre fue y sigue siendo uno de los varietales más utilizados dentro de los tintos, pero coincidió en que el surgimiento del malbec lo fue relegando porque se trata de una planta más sencilla, con una producción más estable en el tiempo y que cuesta menos cosechar.

Planteó que las bodegas lo necesitan porque es la variedad insignia en el mundo y acapara el 50% a 60% del consumo global, pero, a la vez, cuando se sale a vender como Argentina, la primera pregunta de los posibles compradores es si tienen malbec. A nivel interno, esta preferencia es aún más marcada, porque el cabernet sauvignon es consumido por un público determinado, ya que tiene más astringencia, más cuerpo y, normalmente, mayor contenido de alcohol. Todo esto lo hace más difícil de tomar por el público actual, que opta por vinos jóvenes, frutados, con menos alcohol, características que puede tener el malbec, que da origen tanto a vinos de guarda y con cuerpo como otros más livianos.

Ruggeri señaló que tampoco es la variedad más fácil de usar para un corte, porque el distintivo sabor a pimiento verde es muy invasivo cuando interviene con un buen porcentaje. Una vez más, el malbec es más adaptable.

Pero, aunque a nivel masivo vaya perdiendo protagonismo, en ciertos nichos lo conserva. De hecho, Primus Cabernet Sauvignon 2016, elaborado por Salentein, fue distinguido con la máxima premiación “Master” -alcanzada sólo por vinos excepcionales con un puntaje final de 97 puntos o más- en la novena edición de The Asian Wine Masters Cabernet Sauvignon, que organiza la publicación británica The Drinks Business Asia.

Diego Morales, gerente de Viñedos de Salentein, planteó que la disminución de superficie cultivada responde a una cuestión de mercado e, incluso, de políticas de venta: se hace foco en el malbec porque es más fácil de vender, por ser único en el mundo, y demanda menos esfuerzo. Pero elaborar cabernet implica “meterse a jugar en las grandes ligas” y competir con Francia, Estados Unidos y Chile, en donde esta variedad es muy fuerte. Ese desafío, explicó, fue el que los movió a la hora de pensar en el proyecto.

Como notaron que podían lograr excelente calidad con estas uvas, a la par de cualquier malbec de la zona, comenzaron a trabajar con cabernet sauvignon en 2010, con un asesor estadounidense que, antes de la pandemia, viajaba tres o cuatro veces al año. Los enólogos locales también viajaron a California, para evaluar cuál de los diferentes estilos podía resultar más genuino en el Valle de Uco.

El ingeniero agrónomo detalló que encontraron dos parcelas que se podían adaptar en la finca en Los Árboles, con condiciones climáticas de suelo y altitud apropiadas. Dentro de ellas, eligieron dos cuadros pequeños y trabajaron con mediciones de riego y de luz, ya que la radiación solar fuerte puede provocarle daños a estas plantas.

Morales estimó que, para elaborar grandes vinos, las bodegas seguirán apostando por el cabernet sauvignon, pero más enfocado para los vinos de alta gama, no para las líneas de “entry level”. Por esto mismo, dudó que vuelva a crecer, porque es una uva que da vinos más “para entendidos”, que busca la gente más conocedora del mundo del vino.

Por Sandra Conte.

sábado, 28 de agosto de 2021

Al boom del vino en lata, ahora se suma el primer espumante del país. Mosquita Muerta Wines acaba de lanzar el primer champán en lata de la Argentina. Este año, se triplicarían las ventas de vino en este envase.

 


La venta de vino en lata continúa en plena expansión, generando nuevas ocasiones de consumo y acercando a la bebida nacional a más consumidoresEl auge y su potencial futuro es tal que, por primera vez, una bodega acaba de lanzar un espumante en ese envase de aluminio, algo inédito hasta ahora en la vitivinicultura argentina.

Se trata de la bodega mendocina Mosquita Muerta Wines, de la Familia Millán -dueña también de Los Toneles y Fuego Blanco Wines-, que acaba de lanzar el primer espumante argentino en lata, para impulsar el consumo de la bebida burbujeante, que durante 2020 sufrió una caída del 14%, como consecuencia de que quedaron suspendidos los encuentros sociales y momentos de celebraciones, principales momentos de su consumo. Pero, de a poco, este mes los pedidos de los canales comienzan a recuperarse.

Mientras el consumo de vino en general cayó un 12,1% en el primer semestre, en lata creció un 25,3%, según datos del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura). Pero sólo en junio, los despachos de vino en lata se duplicaron frente a igual mes de 2020, al aumentar un 103,2%, frente a una baja de 11,3% en general. Si bien su base es aún chica, apenas 0,3% del total, su potencial, enorme.

Desde el lanzamiento de los primeros vinos en lata, de la mano de Santa Julia (Familia Zuccardi) y New Age (Bodegas Bianchi), a fines de 2019, se sumaron más marcas, a tal punto que ya hay 19 etiquetas de nueve empresas diferentes: a esas dos, se agregaron el Grupo Peñaflor, con DadáFecovita, con DilemaAmBev (Quilmes), con BlasfemiaViniterra (Grupo Cepas), con OmniumBodegas López, con Traful, y Viña Las Perdices, con Chac Chac.

Ahora, es el turno de Familia Millán, que además de lanzar su espumante en dos versiones, en Extra Brut y Extra Brut Rosé, a $ 250 al público, también presenta un vino malbec, a $ 240, todos con la marca Mosquita Muerta.

Si bien al inicio se trataba de vinos dulces, ahora las opciones incluyen tradicionales malbec, vinos blancos o rosados.

otros más se están sumando a la tendencia. "Estamos trabajando con cinco bodegas más, que preparan el lanzamiento de 10 productos nuevos próximamente", anticipa Andrés Agnello, gerente Comercial de Ball Corporation, empresa dedicada a la producción de latas de aluminio para bebidas, entre otros productos. "El potencial es muy grande. Estimamos que este año podría triplicarse la venta de vino en lata", proyecta Agnello.

El lanzamiento de un espumante no es tan sencillo: a diferencia del vino, los espumantes deben envasarse sí o sí en la champañera"Un espumante siempre debe fraccionarse cerca del tanque de la champañera; por reglamentación del INV, no puede trasladarse, a diferencia del vinoPor eso, tras varias pruebas, hace tres meses importamos una máquina fraccionadora de latas de Italia. Somos la única que hicimos esa inversión, y ya producimos una primera partida de 85.000 latas de espumantes, que ahora están en distribución y, en los próximos días, llegarán al público", comenta Felipe Stahlschmidt, enólogo de Familia Millán.

Los dos espumantes son elaborados bajo el método charmat, en su champañera, con la misma bebida burbujeante que la bodega vende en botella: Mosquita Muerta Extra Brut (un blend de uvas blancas chenin blanc, sauvignon blanc, chardonnay y Pedro Ximénez, provenientes de Mendoza y San Juan) y un Extra Brut Rosé (chenin blanc, chardonnay, bonarda y merlot).

"Veíamos que crecía mucho el consumo en lata, pero había muchos vinos y cócteles, no espumantes. La innovación es uno de los pilares de la bodega; teníamos la champañera, pero nos faltaba la línea de fraccionamiento en lata, por eso la compramos en Italia, fue una gran inversión. Pero, además, requiere del know how para operarla", comenta Stahlschmidt. 

"El objetivo es captar a consumidores diferentes, tanto a los tradicionales como a otros que no compran botellas, por su tamaño, e impulsar, así, nuevos momentos de consumo. La lata es más fácil de trasladar, sin el riesgo de que se rompa, como la botella de vidrio, y para un consumo individual, tanto en una mesa, si cada uno quiere disfrutar de una bebida distinta, o también para tomar en una pileta o en la playa. Se enfría mucho más rápido que una botella", agrega. Además, es un envase atractivo para bares y restaurantes, y es "una opción también para la coctelería", explica.

"El precio es más competitivo que el de la botella; cada lata tiene 310 ml; tres de ellas equivalen a casi una botella y su precio es menor. Cada una equivale a dos copas llenas o tres de 100 ml. Y en un contexto donde además faltan envases de vidrio, es una opción más. El costo de stockerase es también menor al de un pallet de espumantes", explica Marisel Millán, responsable Comercial de la bodega.

Si bien recién están llegando al público, en un primer momento en supermercados y vinotecas, pero luego también a locales gastronómicos, ya notan su éxito entre los canales de distribución. "La primera producción de los dos espumantes voló. Ya estamos pensando en volver a elaborar, en función de la demanda. La idea es hacerlo una vez por mes para no quebrar stock. Al tener una línea propia de fraccionamiento, tenemos flexibilidad", cuenta Millán.

Si bien en la Argentina el consumidor de vino y espumante es muy conservador, en los últimos años se fueron ampliando las propuestas para diferentes ocasiones de consumo con éxito. En Mosquita Muerta apuestan a que también se animen a beber espumante en lata, que, a diferencia de la botella, no provee el rito del descorche. "El espumante está pensado para eventos o festejos; pero la lata le quita formalidad y la adapta a más momentos descontracturados. Creemos que el público joven es el que más va a elegirla, un consumidor más desestructurado, no tan acartonado; y permite que el espumante pueda estar presente en más momentos de consumo", dice Stahlschmidt. 

 "Sin el descorche, damos al consumidor más opciones de consumo, para que sea más fácil de beber. Si las bodegas contamos con envases similares a la cerveza o gaseosa, al que le gusta el vino o espumante los va a elegir. La lata conserva la calidad, en aromas y sabores, de modo excelente", agrega

A la hora de disfrutarlo, el enólogo aconseja que cada quien lo beba como lo prefiera. "Puede servirse en copa o beberse directamente de la lata. Si vas a un pic nic, no necesitás llevarte una copa", aclara.

Pero el auge del vino en lata no sólo se da en la Argentina. "Para los próximos años se espera un crecimiento continuo en el país y la región, con latas de diferentes volúmenes, etiquetas cada vez más creativas y nuevos players ingresando al mercado. Para los productores vitivinícolas se abre un abanico de posibilidades junto a la lata, permitiéndoles explorar en las tendencias mundiales que giran en torno a las graduaciones alcohólicas, sabores más dulces, variación de las burbujas y mezclas de uvas. Para 2027, se espera un crecimiento global del mercado de vinos enlatados, alcanzando los u$s 155.100 millones", precisa Agnello. "No sólo le acercamos al consumidor nuevas opciones para diferentes ocasiones de consumo; también, aportan al cuidado del medio ambiente", agrega.

Familia Millán es una empresa familiar con varias unidades de negociosCuenta con cuatro bodegas: Mosquita Muerta Wines (Perdriel, Luján de Cuyo), Los Toneles y Abrasado (Guaymallén), las tres en Mendoza, y Fuego Blanco Wines (Valle de Pedernal), en San Juan. Además, cuentan con la champañera en Junín. Tiene más de 1000 hectáreas de viñedos.

Además, es propietaria de la olivícola Laur, reconocida en 2020 como la tercera mejor del mundo y número uno del país por Evoo World Ranking, y la acetaia Millán (aceto balsámico), ambas en Maipú, Mendoza. La familia también es dueña de la destilería Casa Tapaus, de la cadena de supermercados Átomo, con más de 120 sucursales, el restaurante Abrasado y Carnes Millán, entre otras. 

EL CRONISTA.

https://www.cronista.com/apertura-negocio/empresas/al-boom-del-vino-en-lata-ahora-se-suma-el-primer-espumante-del-pais/

jueves, 12 de agosto de 2021

La Pasión de RIVUS. En Darwin, Valle Medio, Río Negro.

 




En Darwin Cultura y Turismo ayer 11/082021 informan:
"Una tarde trágica para nuestro pueblo, lamentamos profundamente el fallecimiento del sr. Augusto Ripoll productor y empresario de la Bodega Patagonia Valley de vinos Rivus, desde que empezamos a trabajar en Turismo siempre puso a disposición sus instalaciones y conocimientos para proyectarnos en un camino de crecimiento, apostó a la zona dando trabajo a mucha gente."

Publicación de la historia de vinos RIVUS del Valle Medio del Río Negro vista en redes sociales. Sin autoría.

La Pasión de RIVUS.


En los años 70's Raúl Ripoll, porteño y enamorado de la Patagonia, compró una chacra en Darwin para plantar tomate y enviarlo a La Plata para que le den valor agregado. Luego pensó: Y si lo industrializamos acá? Así que construyó una fábrica de puré de tomate inaugurando una de las plantas más importantes de procesado de tomate a fines de los 80's (hoy la única que se mantiene en pié con otra firma). 

Todo se hereda! De ahí viene la genética y amor por producir en la Patagonia de su hijo Augusto.
"El sueño comienza con una invitación de Bodegas Canale a una degustacion de vinos a los 19 años." dijo Augusto. Él pensó y soño en hacer su propio vino por lo que comenzó a investigar y viajar por Ferias en todo el mundo, trabajando de joven en la Vinoteca del Hotel Sheraton e instruyendose con el maestro Sabatino Arias.
Con 30 años, Augusto Ripoll comenzó a plantar sus vides en el 2001, un poco más de 10 Hectáreas de Cabernet Savignon, Merlot Malbec y Pinot Noir.
"Todas la variedades que se dan muy bien en esta zona, maduran perfectamente y el clima es muy sano." Me dijo y agregó que "tenemos una excelente amplitud térmica. Es parecido a plantar en altura en Mendoza. Los vientos le dan un mejor carácter a los vinos." 

El Terruño (terroir) hace la diferencia de los vinos de acá con otras zonas. Me aseguró (y coincidimos totalmente) que tenemos el Terroir perfecto en Valle Medio y podemos producir los mejores vinos de Argentina. Si Señor!!!!
Una vez que se hacía visible cada vez más el sueño, en el 2005 plantó 10 nuevas hectareas con Savignon Blanc, Cabernet Franc, tempranillo (cepa española) y Syrah (la uva con la que se cree, se hizo el vino de la última cena de Jesús ya que su procedencia es de Jordania). Las plantas son seleccionadas y compradas en la reconocida bodega Catena Zapata.
En el 2007 y con toda una gran cosecha por venir, comenzó a construir la bodega adquiriendo 16 tanques de 1000 a 20000 litros. En este momento Bodegas Rivus, produce aproximadamente 150.000 litros de los cuales más del 90% se exporta vino rionegrino 100% orgánico a Nueva York y Londres. 

Los viñedos están plantados en alta densidad (más cantidad de plantas ) esto ayuda a la concentración de uvas y sabor.
Luego de una charla de mas de 2 horas y pasando a probarlos, te das cuenta de lo glorioso y generosa que es nuestra tierra. El vino natural es fresco, sin conservantes ni pasado por barricas . Nada lo disfraza ni oculta . "Es un vino puro de nuestra región y justamente es así como lo piden en New York. Piden sabor a Patagonia" dijo.

Sus levaduras autoctonas (que son las que producen el ambiente de nuestra zona) hace que tengamos un vino nuestro. Bien nuestro.
La verdad es que sentímos un enorme orgullo al saber nuevamente que otro de nuestros productos es reconocido en el mundo. Gracias Augusto por enseñarnos el maravilloso arte de hacer vino.
Felicitaciones
Valle Medio y Darwin muestra lo posible.

martes, 10 de agosto de 2021

TREVELIN, EL RINCÓN DE CHUBUT QUE TIENE PERFUME A VINO.

 


TREVELIN, EL RINCÓN DE CHUBUT QUE TIENE PERFUME A VINO.

En los últimos años la frontera del vino se expande hacia el sur. Si hasta hace dos décadas el límite natural de la Patagonia del vino era el Río Negro, a la fecha un puñado de productores puebla la estepa y el sur de Chubut hasta el Río Senguer.

por Joaquín Hidalgo

Entre esas nuevas áreas donde la viña echa raíces, Trevelin ocupa un lugar central. Reconocida como Indicación Geográfica en 2019, a la fecha se ofrece como un rincón de la Patagonia que combina el paisaje boscoso del Parque Nacional Los Alerces con los anchos horizontes de la estepa que comienza prácticamente allí mismo.

Es un combo difícil de igualar a la hora de pensar en una escapada. En materia de vinos, sin embargo, es pequeño: cubre unas 8 hectáreas de viña.

Pero no sólo de paisajes especiales se hace el vino. Los vinos de Trevelin conjugan algunas variables que no se dan en ningún otro punto de la geografía argentina.

El primero y más obvio es el frío –aunque la añada 2021 no parece haber sido una de ellas–; la otra es el verano corto, sumado a la determinación de algunos productores por elaborar vinos.

Vinos de Trevelin: breve historia del sur profundo.

La exploración de Trevelin partió con las colonias galesas a fines del siglo XIX. Aquellos pioneros se abrieron paso por los valles de la estepa hasta llegar al actual, donde fundaron Tre-velin (literalmente pueblo del molino) a orillas de un río al que llamaron Percey.

Lo de pueblo del molino no es un dato al azar. La parte central del valle es perfecta para el cultivo de trigo y forrajeras, que sigue siendo una de las principales actividades, junto con los tulipanes al final del invierno. Los desniveles de los ríos, desde ya, aportaron la energía para las primeras moliendas de grano.

Pero a comienzos del siglo XXI, más precisamente en 2010, la historia de la ganadería y los pastos cambió en la región. A orillas del Río Nant y Fall, en el predio del camping del mismo nombre, Sergio Rodríguez plantó las primeras viñas de los vinos de Trevelin.

“Mi intención era darle más atractivo a mi propuesta –me dice sentado junto a la chimenea de la casa de Viñas de Nant y Fall– pero pronto el viñedo llamó la atención de otros vecinos de la zona y para 2014 ya éramos tres los productores involucrados en esta locura”.

Se refiere a Casa Yagüe, ubicada casi en el límite con Chile, y Contra Corriente, a la salida del pueblo y junto al río Percey.

Como las condiciones de la zona son extremas, con veranos en los que la temperatura puede caer por debajo de 0°C, las viñas precisan estar protegidas con un sistema antiheladas con plena disposición de agua.

Las heladas y la falta de experiencia en el cultivo serían la clave de los primeros años en la zona.

Las primeras botellas.

La vendimia 2016 marcó el primer paso importante para los productores. “Cometimos todos los errores”, se ríe Marcelo Yagüe en el living de su casa mientras degustamos los vinos.

“Es que aquí no es como en Mendoza, donde hay enólogos y un ejemplo para todo. Hoy tenemos una experiencia corta pero valiosa”, remata.

Él mismo fue el impulsor de la IG y también uno de los mayores entusiastas a la hora de vincular la región con otras áreas de producción del país.

Recuerdo que los primeros vinos que probé de la región fueron, en efecto, 2016. Eran Sauvignon Blanc y Pinot Noir. Y si bien estaban casi todos fuera de foco, de tan esqueléticos y acuosos, había algo que los convertía en promesa: tenían una acidez natural tan vibrante y única para nuestro mercado que, recuerdo, pensé que cuando se pudieran domar bien habría un estilo nuevo. Ahí es donde se aprecia el frío de la región.

Y eso es lo que hoy se encuentra en las botellas, de las que probé una veintena. A diferencia de aquella primera añada de vinos de Trevelin, hoy en la región trabajan al menos tres enólogos de forma permanente. Sofía Elena, al frente de Contra Corriente, incluso se mudó a Trevelin.

Con experiencia elaborando vinos en América y Europa, dice: “Lo que me atrapó a quedarme es que en ningún otro lugar de los que conocía había este potencial para hacer vinos. Hay que domarlo, pero es único”.

Los productores.

Nant y Fall hoy tiene 1,5 hectárea de Pinot Noir cultivada en una lomada que ofrece características propias, además de otra hectárea con Riesling y Gewürztraminer. Al frente de la elaboración está Emanuel, un intuitivo y experimental joven de 33 años que le pone foco al Pinot.

“En el 2020 empecé a experimentar con barriles de 500 litros de distinto tostado para buscar una textura menos esquelética en el Pinot Noir”, dice. Y los vinos que probamos de los barriles le dan la razón.

 

Están construyendo una nueva bodega, ya que la original, prácticamente un garage, les quedó chica. Ahí elabora desde un rosado etéreo a un Pinot con crianza con la marca Viñas de Nant y Fall. Este último es el más logrado de los que están embotellados.

La apuesta de la casa por el turismo local es la calve. El dispenser de Nant y Fall está en los restaurantes de la zona como Fonda Sur, donde lo sirven por copa.

Contra Corriente tiene cuatro hectáreas de viña –fundamentalmente Pinot Noir y Chardonnay, pero también Gewürztraminer y Riesling– con una parte plantada en el viejo cauce del Percey y la otra en la barda.

Desde allí arriba domina la vista el lodge de pesca y hostería de lujo –con una completa propuesta para las cuatro estaciones, que incluye gastronomía de producto y ahora en invierno servicio para La Hoya, en Esquel– que es en rigor el corazón del proyecto.

Los dueños son guías de pesca en Estados Unidos y en Patagonia y prestan servicios de turismo aventura. Enamorados de la zona, vieron el potencial de los vinos asociado a su negocio.

En 2018 contrataron a Elena para hacerse cargo de los vinos. Trabaja un estilo más maduro para la región, al menos en tenor alcohólico –alcanza los 12,5%–, que elabora y embotella en una coqueta bodeguita junto al viñedo.

Probé los 2019 y los 2020. Destacan Contra Corriente Pinot Noir 2019 y Chardonnay Private Reserve 2019, al que la crianza le da un perfil más borgoñón.

“Me gusta trabajar con barricas y borras para envolver la acidez naturalmente alta”, explica Sofía.

Casa Yagüe, en cambio, no nace de un proyecto turístico. Por el contrario, Marcelo y Patricia Yagüe se dedican a la ganadería y los bienes raíces.

En su chacra a 12 kilómetros de la frontera, sin embargo, plantaron sus viñas. Primero unos paños de Chardonnay y Sauvignon Blanc que hoy mismo expandieron a Pinot Noir, Malbec y otras variedades.

Con una de las mejores vistas de la cordillera en la región, montaron un wine bar junto a la bodega al que se accede por reserva y en el que se puede disfrutar de una copa de sus expresivos blancos. De los vinos se ocupa Marcelo, con la asesoría del enólogo Agustín Lombroni.

En particular me interesaron los Chardonnay que están ensayando con cierta crianza en roble, y que saldrán en breve con la marca Casa Yagüe Oak Chardonnay 2020. Ofrecen tensión y paso cremoso.

Pero también Casa Yagüe Sauvignon Blanc 2020, que recuerda a jalapeño y espárrago, tan seco como vibrante y la vez delicado en su recuerdo de lima.

JOAQUÍN HIDALGO

Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta en formatos y tiene una pluma capaz de desentrañar el secreto áspero del tanino o de evocar el sabor perdido de unas granadas en la infancia. Lleva más de quince años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en importantes medios nacionales, como La Nación Revista, La Mañana de Neuquén, Playboy y JOY, entre otros.

Publicado en VINÓMANOS.

Imagen de VINÓMANOS,

 https://vinomanos.com/2021/08/vinos-de-trevelin/

domingo, 8 de agosto de 2021

Un mundo de burbujas: todo lo que necesitás saber acerca de los espumosos.

“¡Venid rápido hermanos, estoy bebiendo las estrellas!”. Esta es la famosa frase que, según se comenta, exclamó el Abad Dom Perignon cuando descubrió el sabor de la bebida que conocemos como champagne, en la Abadía de Hautvillers, Francia, en la segunda mitad del siglo XVII (1668).

Recordemos que a este monje benedictino se lo considera el padre de esta bebida, porque hizo contribuciones extraordinarias para mejorar su producción y calidad.

Dom Perignon descubrió, en base a una aguda observación y fundamentalmente por prueba y error, la elaboración de vinos blancos a partir de uvas tintas, el assemblage (mezcla) de uvas de diferentes viñedos para la creación de una cuvée (tema que profundizaremos en la segunda parte de esta nota), la recolección de las uvas en diferentes etapas según su madurez, el control del proceso creando el método champenoise o tradicional y mejoró a su vez la resistencia del vidrio y el cierre de las botellas con tapón de corcho y bozal de alambre.

En el vino que se elaboraba en el convento se paralizaba la fermentación al llegar el invierno, con un contenido de azúcar residual. Más tarde, al templarse la temperatura en primavera, la fermentación se reactivaba produciendo un nuevo desprendimiento de anhídrido carbónico que hacía que muchas botellas explotaran o saltaran los tapones. Al haber mejorado el taponamiento y la resistencia del vidrio, el gas quedaba retenido en el líquido en forma de burbujas.

Los vinos con burbujas son esas bebidas fascinantes que acompañan los brindis en los grandes momentos de nuestras vidas y que también se consumen cada vez más en ocasiones placenteras, sin necesidad de motivo alguno para festejar.

En este mundo de las burbujas existe una serie de términos cuyo significado trataremos de definir, para que los amantes de estos vinos tengan una mejor comprensión de los mismos:

Vino espumante o espumoso

Para la legislación argentina es el vino que se expende en botellas y que contiene anhídrido carbónico en disolución, con una presión no inferior a 4 atmósferas a 20 °C El anhídrido carbónico debe provenir exclusivamente de una segunda fermentación alcohólica en envase cerrado (botella o tanque), que se desarrolla a partir de azúcar residual natural de la uva o por el agregado de productos derivados de la uva o de la adición de sacarosa al vino base. También se permite la adición de licores elaborados exclusivamente a base de vino con aguardiente de vino.

Fermentación alcohólica

Es el proceso mediante el cual las levaduras convierten el azúcar en alcohol y anhídrido carbónico, pasando de mosto o jugo de la uva a vino.

Segunda fermentación alcohólica o toma de espuma

En ésta se producen las burbujas de anhídrido carbónico por acción de las levaduras, a partir del azúcar adicionado al vino base mediante el licor de tiraje.

Licor de tiraje

Líquido compuesto de vino, azúcar y levaduras que se adiciona al vino base para que se produzca la segunda fermentación, responsable de la producción de las burbujas.

Licor de expedición

Vino que se agrega al espumante para recuperar el líquido perdido en la operación de degüello (también lo veremos en la segunda parte). Aquí se agrega azúcar para elaborar los distintos tipos existentes de vinos espumantes y se puede efectuar a su vez la adición de bebidas espirituosas de origen vínico.

Tipos de espumantes

En Argentina se establecen para los distintos tipos de vinos espumosos los siguientes límites de azúcar total, dando lugar a la siguiente clasificación:

  • Nature: menos de 3 g/I
  • Brut Nature: menos de 7 g/I
  • Extra Brut: menos de 11 g/I
  • Brut: menos de 15 g/I
  • Demi Sec: de 15 a 40 g/I
  • Dulce: más de 40 g/I
  • Extra Dulce: más de 60 g/I

En la etiqueta adherida a los envases deberá consignarse el contenido de azúcar junto con el Número de Análisis del INV.

Champagne

Todos los champagnes son vinos espumantes, pero no todos los espumantes son champagnes. Esto es porque Francia ha hecho reserva legal de la denominación “Champagne” para los vinos producidos exclusivamente en la región francesa del mismo nombre. Igualmente esa restricción se aplica a los nombres similares, aduciendo que pueden inducir a error o confusión al consumidor sobre el origen del producto.

Argentina ha suscripto el Acuerdo de los Derechos de Propiedad Intelectual Aplicados al Comercio en el marco de la OMC (Organización Mundial del Comercio), por el cual los países miembros se obligan a respetar las indicaciones geográficas o denominaciones de origen que estén reconocidas y protegidas por otros países miembros, así como éstos deben respetar las nuestras.

Método Champenoise

Es el proceso que se aplica en los vinos de la región de Champagne, Francia, en el cual el vino se somete a una fermentación secundaria dentro de la botella dando origen a las burbujas. Después de 1994 esta denominación está protegida para dicha región. Es un proceso laborioso que exige mucha mano de obra y por lo tanto, es costoso.

La segunda fermentación en botella permite el desarrollo de nuevos aromas por el contacto del vino con las borras de levaduras, como aromas a pan tostado, frutas secas y levadura, entre otros, y aporta complejidad y untuosidad al vino. La burbuja es más pequeña, fina y el desprendimiento es continuo.

Método tradicional

Nombre con que se denomina al método champenoise fuera de la región de Champagne, o sea con segunda fermentación en botella. Los vinos espumantes de alta calidad se elaboran mediante este método.

Fermentación en grandes recipientes

En este caso la segunda fermentación alcohólica se realiza en grandes tanques de acero inoxidable a presión constante. Todas las operaciones -fermentación controlada, trasvases, filtración para separar las borras y envasado en botellas- se realizan bajo presión (isobáricos). En los vinos así elaborados predominan los aromas y el sabor de fruta fresca; la burbuja es un poco más grande y los precios son menores.

Método Charmat

Método de elaboración de espumantes en grandes recipientes patentado en 1907 por Jean-Eugène Charmat, y muy difundido para la producción de grandes volúmenes, en contraposición al método champenoise o tradicional que es más laborioso y de mayor costo.

Frisante o vino frisante natural

Según la normativa argentina, es el producto que se expende en botellas con una presión no inferior a 1 atmósfera y no superior a 3 atmósferas a 20°C y cuyo anhídrido carbónico proviene exclusivamente de una segunda fermentación alcohólica en envase cerrado. Esta fermentación puede ser obtenida por medio de azúcar natural de la uva, por la adición de mosto concentrado rectificado o de sacarosa o el uso combinado de estos productos. Una vez terminado podrá edulcorarse con productos autorizados por el INV.

Vino gasificado

Según la reglamentación argentina, es el vino que se expende en botellas con una presión de 0,5 a 3 atm a 20°C al que se adiciona anhídrido carbónico industrial.

Por Cristina Pandolfi.

*La autora es Ingeniera Agrónoma, Presidente de A.MU.V.A. (Asociación Mujeres del Vino de Argentina) y Vicepresidente Sección Enología de la Academia Argentina de la Vid y del Vino

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GUARDA14. Seguimos aprendiendo más sobre los espumantes y el apasionante mundo de las burbujas.


Napoleón Bonaparte decía: “En la victoria mereces beber champagne; ¡en la derrota lo necesitas!”. Un grabado de la época evoca la visita del Emperador de Francia en 1807 a Épernay, la Champagne.

Napoleón siempre se aprovisionó de champagne para celebrar sus muchas victorias y, según las crónicas de la época, solía detenerse en Épernay de ida o de regreso de sus campañas militares por Alemania y Rusia.

Merece la pena comentar que, si bien en muchas ocasiones y para resaltar lo festivo de la celebración se prefiere que al destapar la botella de espumante se produzca el fuerte sonido característico, las reglas de etiqueta (especialmente en banquetes o eventos de categoría) sugieren que el destape sea lo más silencioso posible.

Ahora continuaremos con más términos que se utilizan cuando hablamos de estos vinos finos, elegantes, cuya frescura y sutiles burbujas les dan un impacto sensorial único.

Vino base: Vino con el que se elaboran espumantes. El vino base es seco, con buena acidez y baja graduación alcohólica. Con frecuencia es blanco, pero también puede ser rosado o incluso tinto.

Dosaje: Ajuste del contenido de azúcar que se realiza en el momento de la toma de espuma mediante la adición del licor de tiraje o luego de realizado el degüello con el licor de expedición, para lograr los distintos tipos de espumantes.

Pupitre: Estructura de madera con orificios donde se colocan las botellas inclinadas con un ángulo de 20° a 30° con el pico hacia abajo. Se utiliza para facilitar la operación de remoción de borras en la elaboración de espumosos por el método tradicional o champenoise.

Removido: Operación que tiene por finalidad arrastrar progresivamente las borras y sedimentos de levaduras hacia el tapón de corcho o cierre utilizado. Para conseguirlo, el “maestro removedor” diariamente realiza en forma manual un doble movimiento: por un lado hace un giro calculado, normalmente de un octavo de vuelta en sentido lateral, acompañado de una pequeña sacudida y por otro, modifica el ángulo de inclinación, colocando la botella cada vez más vertical. La operación finaliza cuando todas las borras se sedimentan sobre el tapón o cierre estando la botella totalmente invertida o “botella en punta”.  Esta tarea también se puede realizar con el auxilio de máquinas llamadas giropalets.

Giropalet: Realiza la tarea de removido automáticamente en muchas botellas al mismo tiempo y en un período de tiempo más corto. Las botellas se colocan en una jaula y se mueven de una manera que sustituye la acción del operario por medio de un sistema electromecánico con controles automáticos.

Degüello o degüelle: Es la operación que se realiza en la elaboración de espumantes por el método tradicional y que consiste en sacar el tapón o la tapa luego de congelar el cuello de la botella donde se han depositado las borras y sedimentos, los que por la presión del anhídrido carbónico son expulsados al exterior. Antes de colocar el corcho definitivo se procede a rellenar el volumen perdido durante esta operación con el mismo vino o con el licor de expedición (ya definido en el artículo anterior) que aportará el dulzor final.

Cava: Área destinada a la guarda de los vinos, generalmente subterránea para lograr de manera natural las condiciones óptimas de conservación.

Blanc de Blancs: Es el vino blanco elaborado a partir de uvas blancas.

Blanc de Noirs: Es el vino blanco elaborado a partir de uvas de color (por ejemplo: Pinot Noir y Pinot Meunier), para lo cual el mosto, incoloro, se separa rápidamente después de la molienda y se fermenta sin contacto con los hollejos o pieles. Un prensado controlado evita la difusión del color de las pieles a la pulpa. A veces puede apreciarse en el vino terminado un atractivo matiz rosado pálido.

Cuvée: Puede aplicarse a una partida o lote especial de vino o a un blend. Con el objeto de mejorar o enriquecer la calidad se pueden mezclar o cortar mostos o vinos de distintas variedades y cosechas (assemblage).

Cosecha: Año de recolección de las uvas. Indica el año de elaboración. Es una mención optativa en el etiquetado.

Millésime: Palabra francesa que significa “año de cosecha o añada”.

Vin millésimé: Es el producto que lleva el año de elaboración en la etiqueta. En la región de la Champagne, cuando una añada resulta de extraordinarias características, el champagne es de esa sola cosecha y se indica el año en la etiqueta. El producto resultante se dice “millésimé” (se acentúa como palabra aguda).

Efervescencia: Es el desprendimiento de las burbujas en un espumante; el toque de magia de estas bebidas. A menor tamaño y delicadeza de las burbujas, mayor cantidad y mayor tiempo o persistencia de desprendimiento, mayor es la calidad del vino espumante.

Espuma: El desarrollo de la espuma es una manifestación de la efervescencia y está formada por las burbujas al alcanzar la superficie del líquido en la copa. Puede cubrir totalmente dicha superficie o formar figuras o diseños por zonas que algunos denominan encaje y que contribuyen al atractivo estético de los espumantes.

Corona: Figura que forman las burbujas en la superficie de un espumante, siguiendo el contorno de la copa.

Rosario: Se denomina así a la corriente o columna de burbujas que se eleva desde puntos o áreas aleatorias en la copa hasta la superficie, ya sea en línea recta o en torbellino.

Vino de aguja o pétillant: Denominación dada en España y Francia respectivamente. Son vinos generalmente jóvenes que tienen presencia de anhídrido carbónico natural en forma de sutiles burbujas que los hacen ligeramente espumosos, levemente burbujeantes. A veces solo se percibe un ligero picor o pinchazos del gas en la boca. Semejante a los frizzantes italianos.

Método ancestral o rural: A diferencia del método tradicional, se trata de una sola fermentación. Consiste en iniciar la fermentación en tanque y una vez que una parte del azúcar se ha transformado en alcohol, el frío paraliza la actividad de las levaduras. El vino a media fermentación se embotella y se deja que termine de fermentar en la botella de manera que el gas carbónico que se produce quede atrapado en el vino como burbujas.

Cava: Denominación de Origen Protegida con que se conocen los espumantes españoles. Se inició en la comarca del Penedés y después se extendió a otras regiones españolas donde se elaboran vinos espumantes por el método tradicional. Los cavas pueden ser blancos o rosados. Las variedades utilizadas son Macabeo o Viura, Xarel-lo y Parellada, entre las blancas y Garnacha y Monastrell para los cavas rosados. También se utilizan la variedad Chardonnay y otras que están homologadas por el Consejo Regulador del Cava.

Prosecco: Vino espumante blanco popular en Italia. Es una Denominación de Origen Controlada que se extiende desde Vicenza a Trieste y se elabora por el método Charmat con la cepa autóctona Glera (antes denominada Prosecco). Está permitido agregar hasta un 15% de Chardonnay, Pinot Blanco y Pinot Grigio.

Asti: Denominación de Origen Controlada y Garantida de vinos espumantes que lleva el nombre de la provincia homónima de la región de Piamonte en el Norte de Italia. Se elaboran con la cepa Moscato Bianco y tienen una presión de 3,5 a 4 atmósferas.

Vino Spumante: Denominación de los vinos espumantes en idioma italiano. Pueden ser: spumante naturale o spumante gassificato.

Sparkling wine: Denominación de los vinos espumantes en idioma inglés.

Vin Mousseaux: Denominación genérica en idioma francés para los espumantes elaborados fuera de la región de Champagne.

Crémant: En Francia denominan así a los vinos espumantes elaborados por el método tradicional en una región geográfica de origen determinada: Crémant de la Loire, Crémant de Borgoña y Crémant de Alsacia. La elaboración debe hacerse conforme a la reglamentación de cada denominación de origen controlada.

Sekt: Denominación en idioma alemán para los vinos espumantes, sean elaborados por el método tradicional o Charmat.

Además de los términos arriba definidos existen otros que son usados en el mundo de los vinos con burbujas.

La autora es Ingeniera Agrónoma, Presidente de A.MU.V.A. (Asociación Mujeres del Vino de Argentina) y Vicepresidente Sección Enología de la Academia Argentina de la Vid y del Vino.

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“Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes”.


Publicado en Guarda 14 del Diario "Los Andes" de Mendoza, viernes 6 de agosto del 2021.

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Fotos publicadas en Diario "Los Andes".





miércoles, 4 de agosto de 2021

LA RUTA DEL VINO TUCUMANA PROPONE UN RECORRIDO POR 14 BODEGAS.

 

Ruta del vino tucumana: qué bodegas hay por descubrir a lo largo de 100 kilómetros.

Entre los Valles Calchaquíes y con alturas que van desde los 1.750 a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, Tucumán propone recorrer 14 bodegas y descubrir aromas, azúcares y colores del terroir.

La diversidad del vino argentino es inagotable. A lo largo y ancho del país es posible encontrar la perfecta combinación entre una tradición vitivinícola cada vez más afianzada y la apuesta por nuevas regiones y terroirs. En este contexto nos encontramos con una nueva ruta del vino, pero esta vez lejos de la región de Cuyo, en el corazón del centro del país, más precisamente en Tucumán.

A lo largo de 100 kilómetros que arrancan en Tafí del Valle y llega hasta el Corredor de la Ruta 40 en los Valles Calchaquíes encontramos 14 bodegas en las que es posible encontrar un maridaje de aromas, sabores, colores, paisajes, cultura e historia.

En este camino del vino de Tucumán, los visitantes podrán encontrar un ambiente en el que la vitivinicultura se mezcla con la cultura local y la idiosincrasia de sus habitantes, tal como lo cuenta la agencia de noticias Télam.

Entre lo más peculiar y distintivo de la ruta del vino tucumano encontramos casos como la bodega Luna de Cuarzo, liderada por Silvia Gramajo, la primera mujer tucumana en desarrollar un emprendimiento vitivinícola. O el establecimiento Vinos de Los Amaichas, el único del país y el tercero del mundo en ser administrado y dirigido por una comunidad de un pueblo indígena. Y también Finca Albarossa, el emprendimiento de una familia italiana que llegó en 2010 a la zona y quedó enamorada.

Otras bodegas y viñedos del circuito son Cerro El Pelao, Fortaleza, Los Zazos, Estancia Rural Río de Arena, Finca La Churita, Finca La Orilla, Altos La Ciénaga, Chico Zossi, Las Arcas de Tolombón, Valle de Choromoro y Vertientes Tintas.

Un rasgo particular de la región es que unos 350 días del año tiene un ambiente soleado. Como en casi todo el país, la mayoría de los viñedos son plantados con el malbec en las tintas y el torrontés en las blancas.

La mayoría de los viñedos datan de fines del Siglo XVI y actualmente tienen un manejo orgánico, con abonos naturales de guano y orujo, y con riego por goteo, con aguas de alta montaña o pozos profundos.

Otro atractivo del paseo es que en el centenar de kilómetros también se pueden encontrar artesanos ceramistas y textiles o la posibilidad de planes alternativos como travesías 4x4, cabalgatas, senderismo y hasta practicar astroturismo, porque a 24 kilómetros de la Ruta 40, en Ampimpa, hay un observatorio abierto a los visitantes.

PUBLICADO EN GUARDA 14 DEL DIARIO "LOS ANDES" DE MENDOZA.