viernes, 29 de noviembre de 2024

BARÓN DE RÍO NEGRO.

 


Allen tuvo muchas bodegas y una gran cantidad de tierras con plantaciones de viña, ya que ésta junto a la alfalfa fueron la forma de producción inicial. La actividad vitivinícola fue muy difundida en el Alto Valle y ayudó a muchas personas a sacar provecho de sus inversiones en la zona. Entre ellos estaban Patricio Piñeiro Sorondo y Manuel Zorrilla.

El fundador de Allen tenía su bodega “Barón de Río Negro” en la quinta XI, más conocida como “Los Viñedos”. Este establecimiento es de 1908, anterior a la fundación de Allen. La bodega fue reconocida con premios por su elaboración de vinos de calidad realizados con tecnología y metodología europeas. Los vinos eran obsequiados o consumidos como signos de distinción.
Según cuenta la anécdota popular, Patricio se autodenominó Barón de Río Negro al ser presentado, en una reunión, al brasilero Barón de Río Branco. Este noble aparece en la historia argentina en el contexto del conflicto con Uruguay por la jurisdicción de aguas del Río de la Plata. Según una carta confidencial de 1908, un diplomático italiano en Argentina decía que los constantes ataques del Barón se debían a que Brasil apoyaba la demanda de Uruguay y obtendría beneficios en detrimento de la seguridad y la soberanía argentina. Por esto, es posible que la actitud de Patricio se debiera a una especie de broma intencional ya que el tema irritaba a los medios y al “ambiente porteño” que frecuentaba Patricio
Interior de la Bodega y etiqueta # 94

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lunes, 4 de noviembre de 2024

Bodega rionegrina San Sebastián, medalla de oro en concurso nacional.


La Bodega y Viñedos San Sebastián de Cervantes fue distinguida con la medalla de oro en el 36° Concurso Nacional de Vinos Cata San Juan 2024, el certamen vitivinícola más antiguo del país, del que este año participaron 83 establecimientos, con más de 300 muestras de diferentes varietales.

Un vino de Río Negro, entre los mejores del país: fue medalla de oro en un prestigioso certamen.

Producido en el Alto Valle, logró imponerse contra las principales bodegas del país. Su sello artesanal, clave.

Como manda su historia, el Alto Valle, paraíso de las manzanas y peras, también se destaca por su vitivinicultura y con esa trayectoria en sus espaldas, un vino producido en Río Negro logró una medalla de oro en un importante certamen que reunió a las principales bodegas del país.

Se trata del Lechuza Malbec que presentó la bodega San Sebastián, que es una de las etiquetas de alta gama que refleja un estilo único y la impronta de la dedicación artesanal de sus creadores, generando calidad y autenticidad en los productos.

El establecimiento, se explicó en un comunicado de la Provincia, participó de la competencia que organizó el Consejo Profesional y Centro de Enólogos de San Juan junto a otros Mendoza, La Rioja, Córdoba, Salta, Catamarca, Tucumán, Entre Ríos, Buenos Aires, Neuquén y San Juan.

Allí el vino rionegrino recibió este resultado que fue definido como «notable» y posiciona a la provincia en lo más alto y al nivel de los mejores vinos del país.

La bodega, con su sello de producción, logró convertirse en una de las referentes de la elaboración de vinos de autor en la provincia, gracias a líneas como Fenómeno Vino de Otro Planeta, Lechuza Reserva y Gran Reserva y Hollejos Piel de Uvas Reserva, así como también la sidra Alto Vuelo, elaborada con peras y manzanas orgánicas.

Los Caminos del Vino de Río Negro suman una bodega premiada.

San Sebastián pertenece, además, a los Caminos del Vino de Río Negro, propuesta que ofrece una experiencia integral a los visitantes, para recorrer las instalaciones y conocer los procesos de elaboración.

Publicado en Diario "Río Negro".

https://www.rionegro.com.ar/sociedad/un-vino-de-rio-negro-entre-los-mejores-del-pais-fue-medalla-de-oro-en-un-prestigioso-certamen-3866768/

Bodega y Viñedos San Sebastián.

Una Bodega Boutique que se encuentra en la localidad de Cervantes, sobre la barda, en el medio de la estepa Patagónica, zona conocida como Alto Valle del Río Negro, Argentina.

Desde el 2003 elaboran diferentes productos al estilo autor.

Los vinos son diseñados desde viñedos orgánicos.

Los productos que ofrecen son partidas limitadas y exclusivas.

Bodega y Viñedos San Sebastián se convirtió en uno de las referentes en la elaboración de vinos autor en la provincia. 

Establecimiento fundado por la Familia Tello Najul.

La historia se remonta a 1983 cuando Susana Najul y Ricardo Tello adquirieron una finca con viñedos plantados en 1946. Inicialmente productores de uva, la familia evolucionó hacia la elaboración de vinos, inaugurando oficialmente la bodega en 2012.

Perteneciente a los Caminos del Vino de Río Negro, este establecimiento ofrece una experiencia integral a los visitantes quienes podrán recorrer las instalaciones y conocer los procesos de elaboración, así como también disfrutar de degustaciones de vinos, caminatas guiadas, observación de flora y fauna local e imperdibles vistas panorámicas del Alto Valle rionegrino

Vinifican siguientes las variedades: Malbec, Merlot , Torrontés, Cabernet Franc, Trousseau, Balsamina y Petit Verdot, plantadas en nuestro viñedo desde el año 1946.

Las diferentes marcas de vino, entre jóvenes y reserva, que elaboramos son: "FENÓMENO Vino de Otro Planeta", "LECHUZA Reserva de Familia", "HOLLEJOS Piel de Uvas", "LECHUZA Special Blend".

Además la sidra "ALTO VUELO" desde el año 2017, sidras varietales de Alta Gama, con manzanas orgánicas de exportación, con método champenoise, bajas y cero azúcar. Trabajamos con las variedades de manzana CRIPPS  PINK, GRANNY SMITH, y con peras WILLIAMS. Hacemos espumantes Nature, Extrabrut y Demisec.

domingo, 3 de noviembre de 2024

La Caroyense.

 

La Caroyense, historia del vino cordobés

La bodega de Colonia Caroya y su uva insignia: la Isabella

Fundada en 1930 por 33 inmigrantes italianos que decidieron aunar sus producciones, tuvo un auge entre 1950 y 1970, pero luego oleadas de granizo destrozaron el viñedo en el año 1975 y sufrió en fuerte declive. 

Luego de ese pasado en el que llegó a ser una bodega importante en el panorama argentino, en el año 2000 la cooperativa presentó quiebra, y se convirtió en una sociedad anónima perteneciente a Juan Carlos Tai, quien la dotó de los primeros tanques de acero inoxidable.

Aquellos esforzados inmigrantes elaboraban vino de mesa, con un abastecimiento de doce millones de kilos y una producción que podía alcanzar hasta los seis millones de litros, debido a su gran capacidad instalada.

Hoy se utilizan tan solo 400 mil litros de esa capacidad ya que hay en uso unas pocas piletas. Hubieron 1.250 hectáreas de viñedos en la zona, pero ahora quedan aproximadamente poco más que 100 de ellas. Actualmente, además de uva de los productores de la región, se utilizan uvas traídas de La Rioja y Entre Ríos. La bodega no cuenta con viñedos propios y nunca los tuvo. 

Siendo una bodega antigua, se destaca la posibilidad de observar los elementos que se usaban en la época, en el museo subterráneo, aunque se encuentra algo descuidado. Los piletones de concreto, pintados con epoxi son enormes, pero la mayoría se encuentran en desuso. 

La uva estrella de la zona es la Frambua, también conocida como Isabella o "uva chinche"; es una uva dulce aromática e invasiva, que se amoldó bien a la zona y da lugar al vino insignia de Colonia Caroya. 

Los impresionantes toneles de madera austríacos, que se encuentran apenas ingresar al edificio de la bodega, fueron un fracaso; ya que en el primer año de uso fallaron por ingreso de oxígeno y no se pudieron utilizar más que una vez, quedando como parte del decorado.

Hasta hace poco el enólogo fue Santiago Lauret, también pasaron un tiempo por la bodega Gabriel Campana y Agustina Luchetti, pero actualmente se encuentra a cargo Rafael Brico, quien nos cuenta: "Al elaborar vino normalmente no se siente mucho olor a vino, pero con la Isabella eso no sucede, el mosto se coagula más cuando la molés y se huele en toda la bodega. Hay dos clones diferentes, uno más temprano conocido como Isabella precoz y el otro que se cosecha más para marzo".

Dan alcoholes bajos, de 11 a 11,2°, por lo que se hacen con ella vino secos y cuando se los quiere hacer dulces, se les agrega mosto.

Es una bodega bien "de albañiles italianos", una construcción donde todo fue hecho de manera rústica y funcional, con mucho hormigón armado a la vista y nula decoración, a excepción del sector principal de la recepción, donde se encuentran los toneles de madera, que está construido a semejanza de la Catedral del Friuli, unos vitrales y la escalera metálica que cuenta con barandas de hierro.

Como las piletas son muy grandes, necesitan mucha uva para poder llenar esta bodega, que llegó a trabajar tres turnos de ocho horas en su mejor momento.

Durante la visita fuimos recibidos por Cristina Reinosa, quien amablemente condujo la degustación de los vinos que se realizó, acompañados de una picada de fiambres locales. Nos explicó que se dedican principalmente a los vinos regionales y que durante la gestión de Lauret se desarrollaron también los espumantes.

La Caroyense en una interesante opción de visita enoturística para quienes visitan la provincia de Córdoba, ya que permite no solo ver el proceso productivo, sino también apreciar la historia del vino en la zona y conocer los de esa uva que solíamos ver en los parrales de los abuelos: la uva Isabella o chinche.  






*** Publicado en blogspot Ángel y Vino.

https://angelyvino.blogspot.com/2024/11/la-caroyense.html

https://angelyvino.blogspot.com/

El ángel del vino. Blog de vinos.

Vino argentino y del mundo, tipos, regiones, historia, bodegas, recomendaciones.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Mujeres al frente de bodegas de Río Negro y Neuquén: las líderes de los vinos de exportación.

Mujeres al frente de bodegas de Río Negro y Neuquén: las líderes de los vinos de exportación.

María Cruz, Ana y Patricia son directoras o CEO de empresas del rubro con llegada internacional. Una industria de muchas, pero con pocas en los puestos de mando.

María Cruz De Angelis, Ana Viola y Patricia Ortiz, directoras de bodegas en la región.

Mujeres, madres, profesionales, empresarias. Viajantes, multifacéticas y hacedoras de exquisitos vinos codiciados en el extranjero.  

Ellas son dueñas de viñedos en hectáreas productivas de Río Negro y Neuquén, pero también de importantes cadenas de industrialización y valor. Lo que las hace distintivas es que las tres son líderes de grandes equipos de trabajo, jefas y máxima autoridad en sus bodegas -empresas- familiares.  

En un rubro donde predomina la presencia masculina en los puestos de mando, María Cruz De Angelis de Bodega Aniello, Ana Viola de Malma y Patricia Ortiz de Wapisa; sobresalen. Son poseedoras y herederas de historias familiares de antaño y también referentes del rubro en asociaciones nacionales.  

María Cruz tiene 47 años, nació en Buenos Aires y es ingeniera agrónoma. Mamá de Isidro, es la CEO de Bodega Aniello, ubicada en la localidad de Mainqué, Río Negro. Viaja todos los meses desde Buenos Aires al Valle y se encarga de las exportaciones, el area comercial, atención de someliers internaciones, el enoturismo, las finanzas, la producción y la liquidación de sueldos. 

En 2005 se fue a trabajar a una empresa irlandesa y a los dos años volvió al país para liderar un proyecto de seguimiento satelital de pasturas. En 2015 tomó el puesto de gerente comercial de la bodega familiar hasta 2017 cuando asumió el cargo de directora general de la bodega que hoy exporta a Estados Unidos, Francia, Brasil, Rusia, Inglaterra, Australia, Malta y Perú.

“Aniello es un emprendimiento familiar que busca resaltar nuestros orígenes italianos de tradición vitivinícola en Sorrento», contó. Las sirenas, los viñedos, el agua y por supuesto el vino, unen un legado familiar de más 100 años. 

Ana Viola tiene 46 años y es de Cipolletti, mamá de dos hijos. Es CEO de la bodega Malma de San Patricio del Chañar y presidenta de la Cámara de Bodegas de la Patagonia. De profesión médica, optó por la vida rural. 

Su padre empezó con el diseño y ejecución del polo vitivinícola de esa localidad y cuando se recibió la bodega estaba produciendo sus primeros vinos. “Junto con mi hermano Julio y mi marido Pedro, empezamos a armar la parte comercial en Buenos Aires tanto para mercado interno como para exportaciones”, contó.

Poco a poco se apasionó y el proyecto la cautivó. Cursó una maestría en Gestión de Empresas Agroalimentarias y ahora mismo estudia Agronomía en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).  

“Mi familia me honró con la responsabilidad y el privilegio de ser la CEO de la bodega”, contó. Fue en 2019, luego de haber sido parte de las áreas comercial y de marketing desde Buenos Aires, mientras cursaba medicina. Desde 2021 retornó al valle.  

Para Ana, uno de los desafíos principales es revalorizar el rol del productor local. “Que nuestro lugar de origen no sea usurpado por empresas que quieren usarlo como una marca, es una meta que me desvela”, dijo y agregó: “Quiero que solo los verdaderos productores de Patagonia podamos usar su nombre en las etiquetas”. 

Malma comenzó a producir vinos en 2004 y exportan a Estados Unidos, Reino Unido y Brasil y otros países de América, Europa Continental y Asia. Hoy el enoturismo es su fuerte e invita a vivir una experiencia única. 

Patricia Ortiz tiene 65 años y nació en Buenos Aires. Tiene cinco hijos y vive sus días repartida entre Mendoza, Río Negro y Capital Federal.

De profesión médica, hace 21 años dirige el proyecto familiar de bodegas «Fincas Patagónicas”. Es presidenta y CEO de la empresa, directora de la bodega Wapisa de San Javier, Río Negro; una de las ocho que posee con su familia.  

Patricia fue presidenta de “Bodegas Argentina”, la Cámara Nacional de la Industria Vitivinícola por dos períodos y desarrolló el programa de consumo responsable, Widening Moderation. Es que desde la medicina se especializó en adicciones en Estados Unidos y también estudió Psicología Social. 

Ella se embarcó en el mundo de las fincas y los vinos en 2003 junto a su esposo, lo que significó el inicio de una “aventura”.

Hoy contamos con siete fincas en Mendoza y una en Río Negro, en el sur de Viedma, en San Javier”, contó y ella misma se hizo cargo de la operación. Formaron un equipo y ya son 170 personas quienes llevan adelante los proyectos. 

El rol de las mujeres en la producción y la industria


Patricia Ortiz dijo que en bodegas argentinas, la estadística muestra que en la industria vitivinícola “hay más mujeres con más formación que hombres, pero los puestos jerárquicos en general no están ocupados por ellas”, planteó.

“Hay una presencia importante de mujeres hoy a nivel agroindustrial, no siempre ocupando los puestos más altos”. Patricia Ortiz, bodega Wapisa en San Javier, Río Negro.

“Yo no creo en el techo de cristal”, opinó la dueña de la bodega Wapisa. “A veces veo es que para una mujer es más difícil llegar por los compromisos familiares que asume», dijo, como el cuidado de los hijos, los padres y la casa.  

Para María Cruz De Angelis, las ciencias agrarias es un ámbito de predominancia masculina en el que se han abierto puertas. “Hoy las mujeres tomamos roles de liderazgo y ocupamos puestos de toma de decisiones, pero no dejamos de ser una minoría que muchas veces se sigue viendo como el género débil”, postuló. 

“Muchas veces pareciera que la maternidad y la mujer como profesional no son compatibles, y creo que todavía hay mucho para limpiar de estas creencias”. María Cruz de Angelis, bodega Aniello en Mainqué, Río Negro.

Para Ana Viola, en una empresa tipo corporación sucede que la familia tiene que elegir quién dedica más tiempo a los niños y quién a asegurar ingresos. En estos casos, “hay una decisión en favor de la carrera del hombre”, dijo, basada en la cuestión biológica que tiene que ver con la maternidad. “Seguramente en el futuro irá equiparándose, y la tecnología es una gran aliada en ese sentido”, aseguró.   

“Hay cambios que se van instalando con mujeres en puestos importantes. No es algo exclusivo de la producción es un fenómeno más general, en Argentina y países occidentales”. Ana Viola, bodega Malma, San Patricio del Chañar, Neuquén.

María Cruz de Angelis, bodega Aniello en Mainqué, Río Negro.




Ana Viola, directora de la bodega Malma.

Patricia Ortiz, directora de bodega Wapisa.

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Publicado en Diario Río Negro.

Imágenes: Diario Río Negro.

https://www.rionegro.com.ar/sociedad/mujeres-al-frente-de-bodegas-de-rio-negro-y-neuquen-las-lideres-de-los-vinos-de-exportacion-3823927/ 

POR FLORENCIA BARK.


viernes, 4 de octubre de 2024

LA MULTIPLICACIÓN DE LA GARNACHA: CÓMO SON ESTAS UVAS TINTAS Y BLANCAS QUE AVANZAN EN LAS GÓNDOLAS.


LA MULTIPLICACIÓN DE LA GARNACHA: CÓMO SON ESTAS UVAS TINTAS Y BLANCAS QUE AVANZAN EN LAS GÓNDOLAS.

Es un varietal en ascenso, pero con diferentes personalidades. En esta nota, las claves para saber qué características tiene y qué matices ofrece.

Por Joaquín Hidalgo.

Hagamos memoria: ¿desde cuándo escuchamos hablar de Garnachas en Argentina? ¿Cinco, diez años? Como mucho. En los últimos tiempos es un varietal del que cada vez se ven más en la góndola. Ahora se le atreven grandes jugadores, incluso. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de Garnacha o Grenache?

Empecemos por las precisiones. Existen varias Garnachas. Unas son blancas, otras tintas. En general se las denomina Garnacha Tinta y Garnacha Blanca, con sus versiones en francés, Grenache Noir y Grenache Blanche, y una prima remota a la que se suele confundir debido al nombre, conocida como Garnacha Tintorera.

La Garnacha tinta es la sexta uva más plantada a nivel global si hablamos de las variedades de vinificar. Si incluimos también a las de consumo en fresco, desciende al puesto número diez, con unas 160.000 hectáreas en el mundo.

Pero decir el mundo es un poco caprichoso, porque en rigor la Garnacha tinta reina en el área mediterránea, con unas 81.000 hectáreas en Francia y unas 59.000 en España.

La Garnacha tinta es la sexta uva más plantada a nivel global.

En el resto del mundo se encuentra bastante atomizada. Sólo para tener una comparación, en Argentina hay unas modestas 34 hectáreas. La distancia con los países mediterráneos es enorme.

En nuestro país, sin embargo, viene creciendo, mientras que en el resto del mundo se achica. Y hay una razón concreta para ello. La Garnacha es una uva que permite elaborar vinos frutados, con paladar de elevada acidez, en dos vertientes muy marcadas: están los que embotellan Garnachas ligeras como un Pinot Noir, y quienes exploran la vertiente más apretada y concentrada.

Ahí está una de las claves para que hoy esta uva esté en ascenso entre los consumidores, y no sólo de Argentina. Permite llegar a vinos maduros con un paladar de frescura elevada, lo que supone una ecuación rara para las variedades bordelesas, como Cabernet Sauvignon o Merlot. No en vano está tan adaptada al Mediterráneo.

La Garnacha en climas cálidos y solares.

Debido a ese balance en zonas donde el sol quema la piel de otras uvas y las vuelve muy maduras, con notas de mermelada, la Garnacha consigue retener una acidez deliciosa, aún cuando el perfil sea sobremaduro y licoroso. Esa característica es la que empuja a los productores a explorarla a nivel local.

La multiplicación de la Garnacha: cómo son estas uvas tintas y blancas que avanzan en las góndolas


En Argentina hay unas modestas 34 hectáreas.

Desde Salta, donde hay unos pocos vinos, hasta Valle de Uco, donde se concentra la oferta de Garnacha en nuestro país, hay varios elaboradores que están haciendo sus primeros palotes con Garnacha.

Si entre los pioneros está Ver Sacrum y Finca Los Cardones, luego sigue un pelotón de productores entre los que ya se cuelan bodegas de escala como El Esteco y, próximamente, Luigi Bosca.

GSM y otros cortes por el estilo.

Más allá de los vinos varietales, es en los cortes de base mediterránea donde la Garnacha aporta buena parte de la magia y frescura. Conocidos por la sigla GSM –de Garnacha, Syrah y Mourvedre– este corte mediterráneo tiene varias ventajas y otras tantas variantes.

Entre las ventajas, está el perfil delicado y de intensidad que ofrece, con unos taninos modestos que apuntalan el paladar sin apretar.

La multiplicación de la Garnacha: cómo son estas uvas tintas y blancas que avanzan en las góndolas.

Es en los cortes de base mediterránea donde la Garnacha aporta buena parte de la magia y frescura.

Entre las variantes, el Syrah y el Mourvedre a veces son reemplazados por otras uvas mediterráneas, como Carignan, o Malbec en nuestro medio.

Cualquiera sea la forma, la Garnacha destaca como una uva que permite, en climas como el nuestro, ofrecer fruta y acidez. Por eso suele usarse para vinos rosados, también.

En suma, es una tinta versátil y de carácter que gana adeptos en nuestro país y que, en el mundo, tiene fans y vinos famosos. Probarla puede ofrecer una nueva paleta de sabores.

Un drink team de Garnachas en Argentina se compone de Ver Sacrum, El Esteco Edición Limitada, Alma Gemela, Los Cardones Tigerstone, Desquiciado, Laborum Pequeñas Fermentaciones, Ruca Malen Capítulo Dos y, pronto, Luigi Bosca Apuntes.

También vale la pena descubrir De Moño Rojo, Corazón de Sol Luminoso, Develado Syrah Garnacha y DV Catena, que la combina con Malbec, y el recién lanzado Bianchi Winemaker Selection GCM, con Cabernet Franc y Malbec.

La última cosecha.
La última cosecha.

La multiplicación de la Garnacha: cómo son estas uvas tintas y blancas que avanzan en las góndolas.

JOAQUÍN HIDALGO.

Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta con formatos y habla sin rodeos de lo que le gusta y lo que no. Lleva más de veinte años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en medios nacionales, como La Nación y La Mañana de Neuquén. Desde 2019 es el crítico para Sudamérica de Vinous.com (EE.UU.).

Por Joaquín Hidalgo -1º de octubre del 2024- Vinómanos.

Publicado en Vinómanos.

Imágenes:  Vinómanos.

https://vinomanos.com/2024/10/vino-varietal-garna

martes, 1 de octubre de 2024

La historia oficial de Bodega Miraluna. Una familia emprendedora haciendo vino en Cachi, Salta.

La historia oficial de Bodega Miraluna.

Una familia emprendedora haciendo vino en Cachi, Salta.



H
abía visitado Miraluna en 2022 pero sin llegar a conocer a sus dueños. Por eso, esta vez aproveché un viaje a Salta para encontrarme con Lucas y Carlos Urtasum, miembros de la familia fundadora de una bodega que se destaca por sus Merlot salteños.

La historia de los Urtasun con el vino es muy particular porque, como dice Carlos (72) llegaron al vino "de casualidad". Ellos son de Sarandí, Provincia de Buenos Aires, donde el abuelo fue uno de los fundadores, junto a Humberto Grondona, del club de futbol Arsenal, llegado a ser presidente del club y uno de los hermanos de Carlos jugador del primer equipo.

Pero cuando fallece el abuelo dejan de formar parte de la comisión directiva del club, pese a los pedidos de Grondona, y el tío se convierte en preparador físico del equipo técnico de José Pekerman (hoy es uno de los inversores en Miraluna).

Para ese entonces, Carlos y su esposa Marcela ya habían incursionado en la gastronomía y abren en San Telmo el mítico Café del Tiempo, que fue parte importante de la vida cultural de esa época con presencia de numerosos artistas y músicos.

Por un tiempo también Carlos se dedicó a la fotografía, colaborando en el estudio de fotografía de sociales de su suegro, quien había llegado desde Salta de donde era oriundo. También incursiona con otros locales gastronómicos con bastante suceso, pero cuando llega la hiperinflación del 2001, las cosas se ponen difíciles y deciden mudarse a Salta.

Es así que prueban retomar el Café del Tiempo, pero ahora en un local de la calle Balcarce, cercano a la estación de tren desde donde partía el "tren a las nubes", una zona que por entonces ni se acercaba al glamour y el movimiento de peñas y locales gastronómicos que hoy ostenta.

El aporte de Lucas, que es músico, fue proponer la actuación de conjuntos musicales de estilos distintos al predominante folclore de las peñas, incorporando blues, jazz, bossa nova, rock y otros ritmos, que hicieron que los locales les dieran respaldo y sostuvieran la concurrencia. Por otro lado, incentivó, dentro de la importante cultura musical tradicional en la provincia, el nacimiento de otros frentes como la sinfónica y el ballet estable y la llegada de artistas a la Capital salteña desde todo el mundo.

El café del tiempo alcanzaba la impronta de un centro cultural que recibía artistas de distinto bagaje, a lo cual se le sumó una buena gastronomía.

Lucas y Carlos Urtasun

Ello los impulso a la apertura de otros dos restaurantes más, que luego venden y posibilitan la inversión en uno de los sueños de la familia: adquirir una finca en la cual comenzar un proyecto a largo plazo que permitiera consolidarse como un lugar de reunión para ellos, sus hijos y sobrinos, que son diez en total.

El lugar elegido fue Cachi, porque Carlos y su esposa Marcela gustaban visitar la zona para sacar fotografías. Allí toman conocimiento de la venta de una finca que solo tenía un ranchito y unas pocas hectáreas con cultivos agrícolas. Suman a su hermano al proyecto y la compran, construyendo dos cabañas y, en un momento, deciden pasar de los cultivos de tomates, ajo y porotos a un cultivo de ciclo anual como es la vid, ya que, al no vivir permanentemente en el lugar, les resultaba menos demandante.

Los motivó una simple razón: rodear las cabañas del paisaje de viñedos, pero sin tener idea alguna de lo que significaba hacer vinos, en ese momento.

Obtienen el asesoramiento de Luis Asmet (por entonces en Bodega El Porvenir) con la premisa de plantar un viñedo de calidad y, por conocimiento de un amigo de Payogasta que era cuñado de los dueños de vivero Mercier de Mendoza, junto con los Isasmendi, compran un lote de plantas de Malbec, Tannat y Merlot.

"En 2007 en la zona había muy pocos viñedos con uvas de calidad: los del Payo Durán en El Molino de Durán y uno reciente, de 2006, de Cristian Gotz", rememora Carlos, a la vez que recuerda, como si fuera hoy, las instrucciones para plantar: "orientación Nor-Noroeste, 2 metros entre líneas, 1,15 metros entre plantas y un pozo de 50 cm de profundidad relleno con guano”.

Las cosas no fueron fáciles al principio, las plantas de Merlot que habían pedido no les llegaron y descubrieron que, por error, habían sido descargadas en lo de los Isasmendi: "venían en unas macetitas biodegradables y estaban semi secas, porque habían quedado sin regar. Las plantaron y sufrieron bastante la adaptación, al punto de que no crecían casi nada".

Carlos no las arrancó solo porque su hijo Facundo confiaba en ellas y le decía que la uva era rica, por lo que solo sacó 500 de las 1.500 en total. El tiempo demostraría que ese fue uno de los grandes aciertos de los Urtasun.

Luego las liebres (que en la zona son enormes) se comían los brotes, lo cual los obligó a alambrar todo el perímetro. Pero no todo eran dificultades, les habían dicho que las plantas en el primer año iban a crecer solo hasta el primer alambre, pero en poco tiempo superaban el segundo, pasando los dos metros de altura. Carlos recuerda con gracia que el agrónomo Luis Perotto le dijo “tenés un culo bárbaro”, en referencia a lo fértil del lugar. Ese primer verde les permitió cosechar 400 kg, algo impensado antes, para esa primera hectárea plantada. 

Eso los animó y al año siguiente, en 2008 sumaron otra hectárea de Malbec y 1.500 plantas de Merlot, y de lo original obtuvieron 1500 kg que dieron un vino de muy buen potencial de calidad. Por ello, en 2008 luego de producir 6.000 kg deciden hacer la bodega propia, con dos tanques de acero inoxidable.

Cuentan que la ventaja del lugar es “la tierra”, que contiene lajas, y es la única pegada a la ladera de la montaña y que recibe el sol de frente todo el día.

El proyecto continuó creciendo, con el agregado de otras cabañas, hasta llegar a diez (las necesarias para albergar a todos los miembros de la familia) y convertirse en uno de los primeros alojamientos eno-turísticos de la zona de Cachi, con 3,5 ha plantadas.

A ello suman la reciente adquisición, a 7 km de distancia, de una nueva parcela llamada Finca Chica en la que se han plantado otras 3,5 hectáreas con Malbec y Merlot, las cepas que los identifican en sus vinos, los cuales desde 2014 son elaborados bajo la batuta del enólogo mendocino afincado en el NOA, Daniel Heffner.

Esos comienzos sin identificación original con el vino se han transformado. Lucas hizo la carrera de sommelier y su padre Carlos afirma: “el mundo del vino es muy lindo, es apasionante”. La familia vive en Salta capital, pero se alternan viajando todas las semanas a Cachi siguiendo de cerca el emprendimiento. El agrónomo es Marcelo Ramírez (de la familia que fue dueña de Bodega Humanao).



Cerramos el encuentro con una novedad, probando 30 Lunas, el nuevo vino icono de Bodega Miraluna, que se ubicará dentro de la línea de alta gama llamada Tata Dios: un blend de 70% de Malbec 2018 y 30% Merlot 2017, que tienen un paso por barrica de 30 y 50 meses, respectivamente.

Una de las cosas que más nos gusta en este blog es reseñar estas lindas historias, de una familia de Buenos Aires que se muda al norte y sin haberlos soñado antes termina siendo protagonista del mundo del vino. 


***

Publicado en

https://angelyvino.blogspot.com/

https://angelyvino.blogspot.com/2024/10/miraluna.html

domingo, 15 de septiembre de 2024

"El Gato" PETERS y el vino argentino.

"El Gato" PETERS y el vino argentino.

El “Gato” Peters y el vino argentino. A un año de su partida.

El “Gato” Peters y el vino argentino.

A propósito del vino · Gato Peters.

Ricardo Daniel "Gato" Peters había nacido en Carhué, provincia de Buenos Aires el 11 de marzo de 1955 fue un cómico, humorista, escritor, docente, productor ovino y veterinario argentino.

Recorrió todo nuestro país durante décadas con su espectáculo unipersonal. El humorista “Gato” Peters fallece en la noche del viernes 15 de septiembre del 2023 (hace un año yá), a los 68 años, después de haber realizado el espectáculo “AlparGato, humor para los de a pie” en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen; sufrió una descompensación en la localidad de Francisco Madero, viajaba para presentarse por la noche en la localidad de San Antonio de Areco, y fue derivado de urgencia al Hospital de Pehuajó, donde minutos más tarde falleció de ser trasladado. 

El día jueves se presentó en la localidad de Benito Juárez en el comité radical Arturo Illia donde habló de la situación del país y lo hizo mezclado con su característico sentido del humor.

"Soy un narrador de costumbres con humor", se definía él mismo -como Don Luis Landriscina, el de Mister Chasman y Chirolita-.  

En sus espectáculos hacía una pincelada de la forma de ser argentina, de aquellos tiempos idos y del presente que despertaban sonrisas. Era el mejor retratista del campo contemporáneo y de sus habitantes.

Provenía de una familia de humildes chacareros. Cursó estudios secundarios en las escuelas Agrarias de Rivera y Coronel Vidal, se recibió de veterinario en Universidad de La Plata costeando sus estudios universitarios vendiendo café en el Hipódromo y trabajando de mozo.

En 1975 se produce su debut profesional actuando en fiestas universitarias y distintos centros estudiantiles de La Plata.

Ricardo "Gato" Peters fue también ex director de la EESA N 1 de Las Flores, supervisor de Educación Agraria y ex Director Provincial de Educación Agraria durante el período 2007 - 2011. Fundó un hogar comunitario de ancianos y también el "Festival Las Flores Canta".

Hoy se acerca “A propósito del vino” un video del “Gato”  Peters, un recuerdo, que despierta sonrisas.

Que lo disfruten.


Publicado en GPA BLOG DE LA PATAGONIA.
https://guillermopirriargentino.blogspot.com/

domingo, 25 de agosto de 2024

LA CRIOLLA CHICA YA ES FORMALMENTE UNA UVA TINTA.


LA CRIOLLA CHICA YA ES FORMALMENTE UNA UVA TINTA.

Por resolución del INV, los vinos que tengan al menos 85% de Criolla Chica podrán etiquetarse como tintos. Esta decisión no solo reconoce el valor enológico de la cepa sino que impulsa el renacimiento del resto de las uvas Criollas.

*** Por Alejandro Iglesias – Vinómanos.

En el mundo del vino existen ciertas cuestiones que escapan al conocimiento del consumidor de a pie. Como suele suceder en cualquier actividad, la vitivinicultura tiene reglas y legislaciones que atienden temas de elaboración y comercialización en pos de que las bodegas creen los mejores vinos. Y lo cierto es que son normas muy estrictas.

En el caso de las uvas Criollas, en particular la Criolla Chica o Listán Prieto, estas regulaciones se convirtieron en un obstáculo hasta hace unos días.

Criolla Chica: un poco de historia.

La Listán Prieto, conocida en Argentina como Criolla Chica, fue una de las primeras variedades en llegar a América durante la colonización española y si bien se la vinificó desde Estados Unidos hasta Argentina por siglos, el desembarco de los cepajes franceses, a mediados del siglo XIX, la sentenció a un segundo plano enológico.

Producto de este desplante, durante los últimos cien años la Criolla Chica, al igual que el resto de las Criollas, se destinó para la elaboración de vinos baratos y por esto el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) no la incluyó entre las uvas con atributos suficientes para producir vinos de calidad.

De modo que estos vinos quedaron en un limbo a la hora de salir al mercado ya que no se los podía etiquetar como el resto de los tintos creados con uvas como Cabernet, Malbec o Pinot Noir.

Lucas Niven, referente entre los productores de vinos a partir de uvas criollas en el Este de Mendoza, hace un tiempo nos explicaba: “En un momento, la legislación te permitía elaborar vinos a partir de uvas rosadas con tintas, y si en los análisis alcanzabas más de 600 puntos de color podías etiquetarlo como tinto”.

“Pero eso cambió, y un vino para ser considerado tinto tiene que estar elaborado al menos con 85% de uvas tintas, y las Criollas están en la categoría de uvas rosadas. Por lo tanto, los vinos obtenidos con ellas se debían etiquetar como rosados, aunque a la vista te puedan parecer tintos”, amplió.

Esta cuestión, que a muchos les puede parecer una pavada, presentaba algunos cuestionamientos de parte de importadores o distribuidores internacionales en cuyos países los vinos de Criolla Chica no encajaban con sus legislaciones. De aquí la preocupación de varios productores por aclarar el asunto. 

¡Se hizo justicia!

Finalmente, una reciente resolución del INV, con fecha 16 de agosto, incorpora a la Criolla Chica, o Listán Prieto según su nombre original, al listado de variedades tintas autorizadas para la elaboración de vinos de calidad, marcando un hito significativo en la historia de la viticultura argentina.

Por eso desde ahora, los vinos que tengan al menos 85% de Criolla Chica podrán etiquetarse como tintos.

Esta decisión no solo reconoce el valor enológico de esta cepa que dio el puntapié a la vitivinicultura americana en el siglo XVI sino que también impulsa el renacimiento del resto de las uvas Criollas en la industria vinícola del país.

“El reconocimiento de la variedad Criolla Chica como uva apta para vinos tintos tendrá un impacto positivo en las exportaciones argentinas”, aseguró Magdalena Pesce, CEO de Wines of Argentina y una de las interesadas en que esta cuestión quedara resuelta.

Y agregó: “Durante los últimos años, los principales destinos han sido Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Canadá. Esta variedad, fresca y moderna, satisface la demanda de mercados que buscan vinos ligeros y versátiles y atrae a consumidores que valoran la autenticidad”.

Desde hace una década, aproximadamente, un número creciente de enólogos ha comenzado a explorar su potencial, dando lugar a vinos con una interesante complejidad aromática que desafía las expectativas.

Hoy, esta cepa, conocida por su adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas y su resistencia, produce vinos que reflejan de manera singular el terruño argentino y sobre todo representan un patrimonio muy valioso para el país.

Aunque en el pasado se la asoció con vinos más simples, la Criolla Chica ha demostrado su capacidad para ofrecer resultados de alta calidad cuando se maneja correctamente en viñedo y bodega.

Según estudios recientes del INV, su composición polifenólica y antociánica permite la elaboración de buenos vinos tintos, lo que justifica su inclusión en el listado de variedades tintas aptas para la elaboración de vinos de calidad.

Entre los que comenzaron con las gestiones para el reconocimiento de la Criolla Chica también se destaca el empeño del enólogo Santiago Mayorga, con los equipos de Nieto Senetiner y Cadus Wines.

Muy contento con la resolución, Mayorga destacó: “Además de poder etiquetar estos vinos como tintos, algo más importante aún es que al estar incluida la Criolla Chica en la nómina de tintas finas podremos implementar el uso de las Indicaciones Geográficas”.

“Hasta ahora solo podíamos utilizar el origen más genérico, Argentina. Esto es muy positivo para mostrar el trabajo que venimos realizando con esta cepa patrimonial”, subrayó.

El resurgimiento de las uvas criollas, liderado por la Criolla Chica, representa una oportunidad para redescubrir y revalorizar el patrimonio vitivinícola argentino.

Es que al tiempo que se exploran nuevas fronteras en el mundo del vino, esta variedad emerge como un símbolo de autenticidad y tradición, abriendo nuevas posibilidades para los consumidores y productores.

Publicado en Vinómanos.

https://vinomanos.com/2024/08/criolla-chica-uva-tinta/