Mujeres al frente de bodegas de Río Negro y Neuquén: las líderes de los vinos de exportación.
María Cruz, Ana y Patricia son directoras o CEO de empresas del rubro con llegada internacional. Una industria de muchas, pero con pocas en los puestos de mando.
María Cruz De Angelis, Ana Viola y Patricia Ortiz, directoras de bodegas en la región.
Ellas son dueñas de viñedos en hectáreas productivas de Río Negro y Neuquén, pero también de importantes cadenas de industrialización y valor. Lo que las hace distintivas es que las tres son líderes de grandes equipos de trabajo, jefas y máxima autoridad en sus bodegas -empresas- familiares.
En un rubro donde predomina la presencia masculina en los puestos de mando, María Cruz De Angelis de Bodega Aniello, Ana Viola de Malma y Patricia Ortiz de Wapisa; sobresalen. Son poseedoras y herederas de historias familiares de antaño y también referentes del rubro en asociaciones nacionales.
María Cruz tiene 47 años, nació en Buenos Aires y es ingeniera agrónoma. Mamá de Isidro, es la CEO de Bodega Aniello, ubicada en la localidad de Mainqué, Río Negro. Viaja todos los meses desde Buenos Aires al Valle y se encarga de las exportaciones, el area comercial, atención de someliers internaciones, el enoturismo, las finanzas, la producción y la liquidación de sueldos.
En 2005 se fue a trabajar a una empresa irlandesa y a los dos años volvió al país para liderar un proyecto de seguimiento satelital de pasturas. En 2015 tomó el puesto de gerente comercial de la bodega familiar hasta 2017 cuando asumió el cargo de directora general de la bodega que hoy exporta a Estados Unidos, Francia, Brasil, Rusia, Inglaterra, Australia, Malta y Perú.
“Aniello es un emprendimiento familiar que busca resaltar nuestros orígenes italianos de tradición vitivinícola en Sorrento», contó. Las sirenas, los viñedos, el agua y por supuesto el vino, unen un legado familiar de más 100 años.
Ana Viola tiene 46 años y es de Cipolletti, mamá de dos hijos. Es CEO de la bodega Malma de San Patricio del Chañar y presidenta de la Cámara de Bodegas de la Patagonia. De profesión médica, optó por la vida rural.
Su padre empezó con el diseño y ejecución del polo vitivinícola de esa localidad y cuando se recibió la bodega estaba produciendo sus primeros vinos. “Junto con mi hermano Julio y mi marido Pedro, empezamos a armar la parte comercial en Buenos Aires tanto para mercado interno como para exportaciones”, contó.
Poco a poco se apasionó y el proyecto la cautivó. Cursó una maestría en Gestión de Empresas Agroalimentarias y ahora mismo estudia Agronomía en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).
“Mi familia me honró con la responsabilidad y el privilegio de ser la CEO de la bodega”, contó. Fue en 2019, luego de haber sido parte de las áreas comercial y de marketing desde Buenos Aires, mientras cursaba medicina. Desde 2021 retornó al valle.
Para Ana, uno de los desafíos principales es revalorizar el rol del productor local. “Que nuestro lugar de origen no sea usurpado por empresas que quieren usarlo como una marca, es una meta que me desvela”, dijo y agregó: “Quiero que solo los verdaderos productores de Patagonia podamos usar su nombre en las etiquetas”.
Malma comenzó a producir vinos en 2004 y exportan a Estados Unidos, Reino Unido y Brasil y otros países de América, Europa Continental y Asia. Hoy el enoturismo es su fuerte e invita a vivir una experiencia única.
Patricia Ortiz tiene 65 años y nació en Buenos Aires. Tiene cinco hijos y vive sus días repartida entre Mendoza, Río Negro y Capital Federal.
De profesión médica, hace 21 años dirige el proyecto familiar de bodegas «Fincas Patagónicas”. Es presidenta y CEO de la empresa, directora de la bodega Wapisa de San Javier, Río Negro; una de las ocho que posee con su familia.
Patricia fue presidenta de “Bodegas Argentina”, la Cámara Nacional de la Industria Vitivinícola por dos períodos y desarrolló el programa de consumo responsable, Widening Moderation. Es que desde la medicina se especializó en adicciones en Estados Unidos y también estudió Psicología Social.
Ella se embarcó en el mundo de las fincas y los vinos en 2003 junto a su esposo, lo que significó el inicio de una “aventura”.
“Hoy contamos con siete fincas en Mendoza y una en Río Negro, en el sur de Viedma, en San Javier”, contó y ella misma se hizo cargo de la operación. Formaron un equipo y ya son 170 personas quienes llevan adelante los proyectos.
El rol de las mujeres en la producción y la industria
Patricia Ortiz dijo que en bodegas argentinas, la estadística muestra que en la industria vitivinícola “hay más mujeres con más formación que hombres, pero los puestos jerárquicos en general no están ocupados por ellas”, planteó.
“Hay una presencia importante de mujeres hoy a nivel agroindustrial, no siempre ocupando los puestos más altos”. Patricia Ortiz, bodega Wapisa en San Javier, Río Negro.
“Yo no creo en el techo de cristal”, opinó la dueña de la bodega Wapisa. “A veces veo es que para una mujer es más difícil llegar por los compromisos familiares que asume», dijo, como el cuidado de los hijos, los padres y la casa.
Para María Cruz De Angelis, las ciencias agrarias es un ámbito de predominancia masculina en el que se han abierto puertas. “Hoy las mujeres tomamos roles de liderazgo y ocupamos puestos de toma de decisiones, pero no dejamos de ser una minoría que muchas veces se sigue viendo como el género débil”, postuló.
“Muchas veces pareciera que la maternidad y la mujer como profesional no son compatibles, y creo que todavía hay mucho para limpiar de estas creencias”. María Cruz de Angelis, bodega Aniello en Mainqué, Río Negro.
Para Ana Viola, en una empresa tipo corporación sucede que la familia tiene que elegir quién dedica más tiempo a los niños y quién a asegurar ingresos. En estos casos, “hay una decisión en favor de la carrera del hombre”, dijo, basada en la cuestión biológica que tiene que ver con la maternidad. “Seguramente en el futuro irá equiparándose, y la tecnología es una gran aliada en ese sentido”, aseguró.
“Hay cambios que se van instalando con mujeres en puestos importantes. No es algo exclusivo de la producción es un fenómeno más general, en Argentina y países occidentales”. Ana Viola, bodega Malma, San Patricio del Chañar, Neuquén.
María Cruz de Angelis, bodega Aniello en Mainqué, Río Negro. |
Ana Viola, directora de la bodega Malma. |
Patricia Ortiz, directora de bodega Wapisa.
... ... ...
Publicado en Diario Río Negro.
Imágenes: Diario Río Negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario