Casa de Piedra refuerza su destino vitivinícola.
Ya hay dos bodegas mendocinas que hicieron pie en la villa turística del lado pampeano: Catena Zapata y Familia Cassone.La superficie implantada pasó en pocos años de 5 hectáreas a 105, y ya hay riego asegurado para 1.000 hectáreas.
Los años de desarrollo productivo de Casa de Piedra se cuentan con los dedos de una mano, pero lentamente la villa va definiendo un perfil de trabajo que podría ubicarla potencialmente como la zona vitivinícola más importante de la provincia de La Pampa.
Semejante afirmación se basa en los números que presenta el área en cuestión, que indican que hasta 2013 había en el lugar una parcela experimental perteneciente al Ente Provincial del río Colorado implantada con cinco hectáreas de viñas y que hoy se transformaron en 105 hectáreas donde crecen clones de los mejores varietales.
Este fuerte crecimiento vino de la mano de inversores privados que fueron tentados por el gobierno pampeano para que vengan a probar suerte en estas tierras.
La primera de estas bodegas hizo pie a mediados de 2013 y ya tiene en producción unas 65 hectáreas, en su mayoría de la variedad Malbec. Su objetivo es llegar a las 165 hectáreas implantadas y en algún momento edificar su propia bodega para elaborar en la zona.
Familia Cassone comenzó a plantar el año pasado y ya tiene 35 hectáreas que comenzarán a producir en los próximos años. Esta firma también confirmó que tiene en sus planes hacer una bodega en el lugar una vez que alcance la escala de producción adecuada, algo que para los entendidos se logra cuando se tiene una superficie de entre 80 y 100 hectáreas.
Los encargados de comandar este desarrollo en Casa de Piedra son Luján Paierpaj (gerente general) y Alejandro Gresia (gerente de producción), ambos del Ente Provincial del río Colorado.
“Nuestra labor es hacer pruebas con distintos tipos de uvas y otros cultivos para que, una vez que se consigue el inversor, este no tenga que perder tiempo en realizar experimentos. En esta parcela demostrativa pusimos diez variedades de uvas entre las que hay cabernet franc, tannat, merlot, pinot noir, malbec, syrah, bonarda, petit verdot, todas anduvieron muy bien”, dijeron Gresia y Paierpaj a Río Negro.
Ambos mencionaron las ventajas que ofrece la zona al destacar que “las inversiones surgen porque las condiciones del ambiente son ideales para este cultivo, a lo que hay que agregar la tierra y el agua disponible. Tenemos la tierra más accesible y agua de buena calidad, a un costo también más accesible que en otras zonas productivas”.
“Acá hay pocas precipitaciones, no tenés enfermedades por humedad, la parte sanitaria es ideal, no tenés ningún otro tipo de cultivo alrededor, no hay uso de agroquímicos y las poblaciones más cercanas están a 100 kilómetros”, sostiene Alejandro Gresia.
Cabe destacar que para que se consoliden estas inversiones, el gobierno de La Pampa vende la tierra y lleva el agua que saca del río Colorado hasta la entrada de las parcelas, el resto corre todo por cuenta de la empresa o firma privada que se instala en la zona.
Hasta ahora los resultados obtenidos en las parcelas demostrativas indican que se puede alcanzar un volumen productivo de 10.000 kilos de uva por hectárea.
“El proyecto integral que ya comenzó a tomar forma tiene como objetivo unas 10.000 hectáreas productivas, en esta primera etapa son unas 1.000 hectáreas”, dijo Luján Paierpaj.
La misma experiencia que se hizo con vides se está replicando en olivos, frutos secos, avellanas y pistachos, siempre en el mismo predio experimental.
Por último, los anfitriones destacaron que “la idea es cubrir cultivos potenciales y captar distintos tipos de inversiones”.
Los primeros pasos parecen confirmar que van por el camino correcto.
Distintas realidades a un lado y al otro de la represa
“Donde hay agua hay vida, acá se pueden hacer muchísimas cosas”, dijo a Río Negro Alberto Ramón Campo, Delegado Organizador de la Comuna Casa de Piedra, quien ya se está despidiendo porque su mandato llega hasta las elecciones. “Cumplí una etapa, es hora que venga gente con nuevas ideas y que tenga fuerza para continuar con el desarrollo de la villa”, profundizó el Delegado.
En Casa de Piedra hay actualmente unas 200 personas, la mayoría trabaja en el sector público y una minoría en emprendimientos privados a lo que se suma ahora la parte productiva.
Al respecto Campo dijo: “Estas inversiones son muy importantes porque generan trabajo, pero también tenemos que concientizarnos que somos un lugar turístico y hay que seguir trabajando en este sentido”.
Luego indicó que “acá hay un plan director que es similar para ambas costas de la represa, La Pampa lo desarrolló porque le conviene, pero del lado rionegrino no se hizo nada”.
Cabe recordar que frente a un reclamo presentado por el municipio de Roca, un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro emitido en mayo de 2016 dictaminó que la zona costera sur de la represa de Casa de Piedra corresponde a los ejidos de Huergo y Mainqué.
Publicado en Diario "Río Negro", 30/03/2019.
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